Páginas

domingo, 4 de agosto de 2013

Sectarismo y solidaridad automática



Por Mario Villegas, 04/08/2013
Columna de Puño Y Letra

Ni en el gobierno ni en la oposición debería haber personas intocables, cualquiera sea su jerarquía partidista o institucional. Todos quienes participan de la acción política, ya sean dirigentes nacionales, regionales, municipales, parroquiales o zonales, deben tener clara conciencia de la responsabilidad que descansa en sus hombros como ejemplo de vocación patriótica, de compromiso popular, de civismo y de honestidad personal. Así que los hombres y mujeres que luchan por conducir los destinos colectivos han de estar siempre dispuestos al escrutinio de la comunidad a la que sirven o pretenden servir.

Una auténtica cruzada por el adecentamiento de la acción política y contra la corrupción no puede ser asumida ni desde el sectarismo represivo ni desde la solidaridad automática. La corrupción y otros vicios que degradan la política no son exclusivos de ninguna ideología o parcialidad. De modo que para erradicarla, o al menos reducirla a su mínima expresión, es necesario despojarse de ciegas pasiones que sólo encuentran inmoralidad y perversión en el adversario mientras que en el aliado sólo ven monumentales virtudes.

En el caso del diputado Richard Mardo, cuya inmunidad parlamentaria le fue allanada el pasado martes, es menester distinguir dos aspectos medulares. El primero: no tiene por qué escandalizarse nadie porque alguien quiera conocer el origen y la administración de los multimillonarios fondos que pueda manejar  cualquier dirigente político, bien sea que se trate de recursos públicos o privados, o bien que lo haga como práctica habitual o en el marco de una campaña electoral. Es un derecho ciudadano querer saberlo y es una obligación legal y moral del dirigente político explicarlo. Al fin y al cabo, quien no la debe no tiene por qué temerla, sobre todo si se respeta la legítima presunción de inocencia. Preocupa, sí, que los señalamientos e investigaciones de este tipo se produzcan sectaria y selectivamente contra figuras de la oposición, aun a sabiendas de que por los lados del oficialismo no son pocos los cuadros políticos y parlamentarios que disponen de grandes recursos de inexplicable o, cuando menos, desconocido origen.

El otro aspecto trascendente tiene que ver con la forma en que el oficialismo desvalijó a Mardo de su inmunidad parlamentaria. El precipitado y atropellado despojo fue un auténtico linchamiento, en el que el propio Poder Legislativo pisoteó la Constitución y los procedimientos parlamentarios, con lo cual embarró una vez más su tradición histórica en defensa de la inmunidad.

Podría decirse que la institución de la inmunidad parlamentaria quedó sepultada, pero no será para siempre, pues la esperanza de cambios democráticos en el país sigue en  franco crecimiento.

ENTREVISTA

Jóvito Alcides Villalba, economista

“No me asusta la etiqueta de neoliberal”

Añadir leyenda
-¿Qué es lo mejor y qué lo peor de los cien días de gobierno de Nicolás Maduro?
-Un usurpador tres veces ilegítimo no se presta para ese tipo de consideraciones. Es simplemente un procónsul cubano.

-¿La economía nacional está en mejores manos con Nelson Merentes en el Ministerio de Finanzas que con Jorge Giordani?
-En ambos casos falta la densidad y el conocimiento académico necesario y suficiente para que puedan entender cuáles son los requerimientos de la economía, ergo ninguno de los dos sirve para esa función.

-¿Cuánta confiabilidad técnica conserva el Banco Central de Venezuela en el que usted estuvo en los años 80?
-Tanta como funcionarios de esa época quedan, que son muy pocos, porque ahora en vez de examinarte sobre tus capacidades técnicas, para ingresar basta con un carnet del Partido Socialista Unido de Venezuela.

-¿Cómo califica la gestión de Edmé Betancourt al frente del BCV?
-No puedo calificarla porque el BCV no tiene política, pero además es que se trata de una funcionaria que no tiene la menor idea de cuál es el alcance y contenido de las funciones del instituto emisor. Según me dijo textualmente un alto funcionario amigo mío que se reúne con ella con alguna frecuencia, la señora no sabe ni donde queda el baño.

-¿Cuáles economistas chavistas le inspiran respeto profesional?
-Ninguno. No existen.

-¿Existe el riesgo de un colapso económico? ¿Qué medidas aconsejaría al gobierno para evitarlo?
-El riesgo de colapso económico está planteado, entre otras cosas, porque este gobierno ha precipitado el ocaso de la industria petrolera, tanto por su política de no inversión como por la forma como ha abordado la explotación y la exportación. Yo aconsejaría cambiar el modelo que pretenden imponer, lo cual no parecería factible a menos que se cambie el gobierno.

-¿Qué le falta a la oposición en sus cuestionamientos a la política económica oficial?
-Nada. A la oposición la faltan otras cosas, como por ejemplo unos partidos políticos más vinculados a las masas, reorganizados, menos burocráticos, más combativos, pero eso no es posible mientras que la gente de oposición en general, y particularmente la de la clase media, no entienda que el camino de la antipolítica fue el que le puso la mesa a Chávez y a su combo. Esa antipolítica hoy en día se manifiesta en ataques a la Mesa de la Unidad Democrática y en siembra de dudas sobre la ruta electoral.

-¿Sabe usted de algunos peces gordos de la corrupción que deberían estar tras las rejas?
-Hay peces gordos muy cerca del señor Maduro que él no se atreve a tocar pues se derrumbaría su gobierno.

-¿Por qué antes no y ahora sí usa usted su primer nombre (Jóvito), que es el mismo de su padre?
-Muy sencillo: mientras mi padre estuvo vivo privilegié mi segundo nombre, porque siendo yo para esa época militante comunista no deseaba crearle problemas a papá. Muerto él e ido yo del Partido Comunista, esa situación cesó.

-¿Qué de bueno le dejó la militancia en el PCV?
-Un inmenso recuerdo de solidaridad humana entre gentes de buenas y bellas intenciones, todas tan ingenuas como lo era yo.

-¿Qué lo llevó a saltar del comunismo a cultor del neoliberalismo?
-Primero, a mí no me asusta la etiqueta de neoliberal aunque soy un liberal viejo. Al derrumbarse el mundo socialista, hice un profundo y largo ejercicio de introspección, con relecturas que comenzaron en Descartes y aun no han terminado. Ese reencuentro conmigo mismo me dijo que estaba equivocado y de allí que, existiendo como existe en economía la dicotomía entre la economía de mercado y la economía reglamentada, opté por lo que llaman en inglés el "secund best", o sea el segundo mejor, que a mi manera de ver es el liberalismo.

-¿Recuerda a Gustavo Machado con el mismo cariño de antes?
-Con más cariño que antes porque fue un hombre íntegro, leal a sus principios. Gustavo llegó al comunismo siendo primero que todo antimilitarista, anticaudillista, actitud en la que no cejó nunca. Si él estuviese vivo fuese el primer enemigo de este régimen.

-Finalmente, ¿Miguel Rodríguez es o no hermano suyo por parte de padre?
-Sí, es mi hermano, y nos tratamos como tales.


Mario Villegas
@mario_villegas

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico