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jueves, 30 de enero de 2014

Como los médicos venezolanos ¡No hay!

MARÍA DENISSE FANIANOS DE CAPRILES miércoles 29 de enero de 2014
@VzlaEntrelineas

La semana pasada la Academia Venezolana de Medicina emitió un comunicado en el que rechazaban por "infortunadas y ofensivas" las declaraciones del ministro de Educación, Héctor Rodríguez, quien aseguró que parte de los avances en el gremio médico son debido a la acción de médicos cubanos y destacó la "falta de experiencia" de los profesionales venezolanos.

Esas declaraciones me causaron gran dolor y pienso que el ministro dijo esto porque no conoce realmente a los médicos venezolanos. Yo, que he estado enferma desde pequeña y he pasado más de la mitad de mi vida metida en clínicas y hospitales, sí conozco a cientos de médicos venezolanos ante los que hay que quitarse el sombrero por su profesionalidad, experiencia y humanidad.

A los 12 años con una peritonitis aguda me salvó la vida un pediatra insigne, ya fallecido, maestro de muchos pediatras que con gran vocación hoy están trabajando en nuestros hospitales y clínicas.

En cuanto a odontólogos, con mi doble dentadura y dientes que me salían por todas partes, fui tratada por destacadísimos doctores, profesores de muchos odontólogos que están hoy aquí. Yo me he enterado de personas que se han hecho tratamientos odontológicos en otros países, pagando un dineral, y han venido a Venezuela a arreglar el problema que les causaron afuera.

En cuanto a oftalmología me corrigieron mis ojos bizcos y me trataron una miopía severa (soy casi ciega) destacados médicos venezolanos. En dermatología una reconocida doctora, ya fallecida, me dejó un cutis perfecto después de padecer un acné de tercer grado.

En cuanto a traumatología tengo para escribir un libro. Yo sufro artrosis desde los 15 años y hace como 20 años, creyendo que afuera me podían ayudar, me vi con el "mejor traumatólogo del mundo" en un reconocido hospital del exterior. Ese médico me dijo que lo mío no tenía solución, que mi futuro sería una silla de ruedas. Me dio una lista de mil cosas que no podía hacer, que no podía tener más hijos (tenía 3 en ese entonces), casi me dijo que me sentara en una silla a ver TV por el resto de mi vida. Apenas llegué a Caracas boté la lista en la papelera y seguí haciendo mi vida normal (con dolor, pero qué me importaba). Tuve 3 hijos más y se me terminó de destrozar la columna. Me refirieron a un Hospital en Caracas (en mi vida he visto un hospital como ese, con una calidad humana única en cada uno de sus empleados y con una profesionalidad absoluta en ¡todos! sus médicos). Caí en las ingeniosas manos de un médico venezolano, actualmente reconocido en el mundo entero, y luego de una operación de 12 horas me dejó con una columna ¡biónica! Este domingo pasado cumplí 10 años de esa operación que fue un "tres en uno" (columna cervical, lumbar y cadera). Mi columna hoy está perfecta. Lo que me cobraron causó ¡risa! a la gente del seguro americano, porque con resonancias magnéticas, prótesis, discos de titanio, honorarios de un equipo de casi 15 personas, hospitalización por una semana, terapias, etc., la cuenta no llegó a 4 mil dólares. Afuera una operación de esa magnitud no baja de 250 mil dólares.

No puedo dejar pasar aquí a mi ginecólogo obstetra quien me realizó 6 cesáreas en 8 años y la precisión de sus manos logró que una cicatriz cortada 6 veces en el mismo sitio casi ni se ve. Y tengo mi útero perfecto para volver a tener otro bebé cuando Dios quiera.

Capítulo aparte merecen los doctores reconocidos mundialmente como el Dr. Jacinto Convit o doctores jóvenes que han creado técnicas de operación innovadoras y han viajado por el mundo entero a entrenar cientos de médicos de otros países.

He tenido familiares y amigos con cáncer que han sido tratados y curados por excelentes médicos venezolanos, tanto en clínicas privadas como en hospitales (cuando estaban bien dotados). Conozco médicos que trabajan en nuestros hospitales por absoluta mística porque el sueldo no les alcanza ni para la cesta básica, además que arriesgan su vida por la falta de seguridad. La semana pasada apuñalearon a un anestesiólogo en un hospital de Caracas para robarlo.

En todas partes del mundo se reconoce la absoluta profesionalidad, experiencia, calidad ética y humana de los médicos venezolanos. ¡Qué lástima que el ministro no conozca ni valore tantos profesionales preparadísimos que han dedicado su vida, y le han quitado mucho tiempo a su familia, para atender a sus pacientes!

Yo hoy aprovecho de darle ¡Mil Gracias! a todos nuestros médicos nacidos en esta Tierra de Gracia. Y sigan adelante que somos muchos en este país quienes sabemos que como los médicos venezolanos ¡No hay! ¡Que Dios me los bendiga a todos!


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