Por Mario Villegas, 19/01/2014
Columna de Puño Y Letra
Dimensiones verdaderamente preocupantes ha alcanzado la insuficiencia de
papel periódico en el país, lo cual ha forzado el cierre de varios diarios en
el interior de la república y amenaza la estabilidad y la propia existencia de
muchos otros, ya no solo en el ámbito regional sino incluso nacional. Ni la
autorización a los medios para que estos importen las bobinas ni la posterior
liquidación de las divisas por parte del estado han fluido con la eficacia
necesaria para que las empresas periodísticas operen sin turbulencias.
¿Se trata de un mecanismo de castigo, de presión o de coacción a los
medios para que modifiquen sus líneas editoriales e informativas? Muchos
representantes de las empresas periodísticas lo creen así, lo mismo que
organizaciones gremiales y sindicales de los trabajadores de la prensa.
La sospecha no deja de tener sus fundamentos, dada la constante
descalificación y amenazadera contra los editores y los periodistas. Pero ya
sea que se trate de una maniobra gubernamental de mala fe para que los
periódicos dobleguen sus líneas editoriales e informativas ante el gobierno, o
bien que sea resultado de la ineficacia burocrática de los funcionarios y entes
oficiales a los que corresponde autorizar y proveer las divisas necesarias para
la importación del papel, lo ciertos es que el efecto termina siendo el mismo:
se vulnera a la ciudadanía el derecho a recibir información oportuna y veraz a
través del medio o el abanico de medios que le merezcan confianza.
Aún con el acelerado y apabullante desarrollo de los medios digitales y
audiovisuales, son millones los seres humanos que en todo el planeta continúan
informándose a través de medios impresos. Esa realidad se expresa igualmente en
Venezuela, donde no sólo se mantienen en circulación numerosos diarios
nacionales, regionales y locales, sino que además han nacido muchos otros en
estos últimos años. Si no fuera tan importante la comunicación impresa, el
gobierno nacional no habría creado tantos diarios, semanarios, revistas y
muchos otros instrumentos de comunicación impresa, para los que entiendo hasta
ahora no les ha faltado papel.
En la sociedad de hoy, estar oportuna y verazmente informado es una
necesidad básica, y así lo reconoce nuestra constitución nacional cuando la
garantiza como un derecho ciudadano. Cada persona tiene el exclusivo derecho de
escoger a través de cuál o cuáles medios satisface ese derecho. Cada ciudadano
tiene derecho a acceder a aquel o a aquellos medios que le generen confianza y
credibilidad.
Y el estado, como mandatario de la voluntad popular y administrador del
tesoro público que es, está en el deber de garantizar las condiciones y
oportunidades para que ese derecho ciudadano se materialice sin obstáculos
burocráticos ni exclusiones indebidas. Los dólares que administra el gobierno
provienen de la riqueza petrolera, que nos pertenece a todos por igual, así
como de los impuestos que el estado recaba mediante el aporte de todas las
personas naturales y jurídicas. Esos recursos no son patrimonio del gobierno
sino de la sociedad toda, como tampoco la asignación de divisas a los
individuos o a las empresas constituye ninguna graciosa concesión del régimen
de turno.
Así que el gobierno, que según ha dicho claramente el presidente Nicolás
Maduro, tiene los dólares necesarios para atender las distintas necesidades de
la economía y de la sociedad, está en la obligación de proveer oportunamente
las divisas necesarias para que no se vea afectada la circulación de la prensa
escrita en toda su variedad, ni mucho menos coartado el derecho ciudadano a la
información. Las empresas, por su parte, tienen la obligación de cumplir los
debidos procedimientos administrativos y de rendir la debida cuenta de sus
adquisiciones.
En definitiva, la insuficiencia de papel periódico tiene como principal
víctima a la población usuaria de los medios impresos, en segundo término a las
decenas de miles de familias cuyo sustento se deriva del trabajo que numerosos
profesionales, técnicos, obreros y empleados administrativos prestan a las
empresas periodísticas y demás ramos conexos, y finalmente a la economía
venezolana, que tiene en la prensa nacional y regional una importante y pujante
industria.
BREVES
Avanzada en aprietos
Gran malestar y categórico rechazo ha provocado entre la dirigencia y la
militancia del partido Avanzada Progresista la voluntad de los diputados Ismael
García, Miguel Pizarro y otros dirigentes de incorporarse a las filas del
partido Primero Justicia. Desde el gobernador Henri Falcón, presidente del
partido, hasta prominentes figuras nacionales de la organización, como Ricardo
Gutiérrez, Ramón Martínez, Cristóbal Fernández Daló, Angel Rangel, Maribel
Castillo, Juan José Molina y muchos otros en todo el país, han manifestado su
decisión de no acompañar a García y Pizarro en lo que consideran una absurda
aventura y un inconcebible extravío político ideológico. Al parecer, el firme
desacuerdo de la estructura partidista ha hecho que se detenga o posponga esta
iniciativa del ex candidato a la Alcaldía del Municipio Libertador y demás
acompañantes.
Más sobre el Seguro social
A propósito de mi denuncia de la semana pasada, respecto a que miles de
pensionados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales fueron excluidos
en las fiestas navideñas del pago de sus asignaciones mensuales, sin que la
institución haya dado explicación alguna, recibo dos mensajes que me permito
compartir con los lectores. El primero es del señor Franklin Mata y dice lo
siguiente:
“Estimado señor Villegas: Gracias por ser usted el único periodista que
se ha hecho presente en denunciar que miles de pensionados no cobraron su
pensión el mes de diciembre y mucho menos el de enero. Mi esposa vive de su
pensión y no tuvo cómo pasar bien su fin de año y menos este mes podrá comprar
lo básico para vivir. Mucho sabríamos agradecerle que este caso lo tome como si
fuera usted, para ver si el gobierno se conduele y les paga a los miles de
pensionados su pensión y el respectivo retroactivo, ya que el Seguro Social
después que comete esta barbarie que no es la primera vez cuesta dios y su
ayuda para que les paguen completo. Que dios y el universo lo bendiga y
sinceramente agradecerle inmensamente su valiosa colaboración. Contamos con
usted. Franklin Mata”
La segunda proviene de la abogada Belkys Contreras y dice: “Hola Mario.
También sería bueno que reseñaras que el IVSS no otorga la pensión, a pesar que el
trabajador haya cumplido con sus cotizaciones, cuando la empresa se encuentra en mora, es decir una responsabilidad del
Seguro se la transfiere al trabajador. Esto lo pregunté en el IVSS de Chacao
sobre una persona que está gestionado su pensión y me parecía un exabrupto,
pero es la realidad. Me lo informó una funcionaria en la torre KPMG, y además manifestó que eran
instrucciones de la directora de la oficina de pensionados, toda vez que le
dije que eso era inconstitucional, pues no aparece en la ley ese condicionamiento que se
pretende. Que tall!!!!! Así estamos. Belkys Contreras”.
Adios a Sawaya
Me entero tardíamente que el 1° de diciembre falleció en Caracas, a la
edad de 92 años, mi muy querido médico Teodorico Sawaya, eminente figura de la
acupuntura y de la medicina natural en nuestro país. El viejo Sawaya no nació
aquí, sino en Chiclayo, Perú, el 21 de julio de 1921. Arribó a Venezuela en
1970 y desde entonces hizo de ésta su patria, en la que vivió y trabajó
cuarenta y tres años. Lo conocí en 1999 de la mano de mi colega y amigo
Rigoberto Gámez Castellanos. Aquel año me libró de una operación quirúrgica de
la columna lumbar, la cual entonces me mantuvo controlada y sin dolores
mediante su reconocida destreza como acupuntor y maestro de acupuntores. Lo
visité con mucha frecuencia y, aparte de recibir las milagrosas puntadas de sus
agujas y sus útiles consejos medicinales, disfruté su agradable conversa de
viejo bueno y sabio, que siempre creí inmortal. Mis sentimientos de solidaridad
y de pesar a toda su familia.
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