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lunes, 20 de enero de 2014

Dolarizar la moneda venezolana…, @francodorazio


Por Armando Urdaneta, 18/01/2014

En la última década en América Latina se ha generado un profundo debate acerca del proceso de dolarización de las economías de algunos países que la han asumido, como es el caso de Ecuador, El Salvador y Panamá, analizando los efectos sobre las variables macroeconómicas de la aplicación de esta medida de política monetaria. Por esta razón la intención del presente artículo es proponer su análisis en el caso venezolano.



Ahora bien, con base a lo expuesto en artículos anteriores, sobre las causas que han originado la crisis económica de carácter estructural que vive el país, lo cual hace inviable desde la perspectiva de la racionalidad económica un proceso de revalorización de la moneda nacional, el bolívar, a pesar de la aplicación de un control de cambio a partir del año 2002 como se observa en la Tabla N°1, a continuación, el cual buscaba fiscalizar los factores especulativos del mercado de divisas, y la fuga de capitales. En Venezuela se presenta un escenario que ha provocado que el país haya erogado más de 440 mil millones de dólares por concepto de importaciones en el periodo 2002-2013.

Esta diagnosis anteriormente planteada ha hecho que cada vez la economía Venezolana sea más dependiente de las importaciones y por ende, demanda mas divisas haciendo presión sobre la tasa cambio oficial, la cual pasó de 1,4 bs/$ en 2002 a 6,3 bs/$ en 2013, representando una devaluación del 350%, sumado a un mercado no oficial de divisas cuya tasa de cambio es 8 o 9 veces superior a la tasa oficial como se puede constatar mediante el indicador: (M2
/ RI ), alimentado por el exceso de liquidez en el mercado local, como ya señalamos anteriormente, esta situación hace que la moneda nacional tenga un valor real muy inestable y genere una incertidumbre real en el sector económico nacional e internacional que hace vida en nuestro país.

Este planteamiento hace que los actores económicos antes mencionados busquen preservar sus capitales transando los bolívares que poseen por una moneda cuya reserva de valor es mucho más estable como el dólar, razón por la cual la cuenta de capital y financiera de la balanza de pagos reportada por el BCV presente un saldo negativo de 171.670 millones de dólares como se muestra en la tabla N°1, siendo la balanza de pagos, la cuenta donde se registran en forma sistemática las transacciones económicas ocurridas durante un tiempo determinado entre los residentes de un país y el resto del mundo, y donde la cuenta de capital y financiera registra las transferencias de capital y la adquisición y/o enajenación de activos no financieros, no producidos y las transacciones de activos intangibles, así como las inversiones, préstamos y depósitos de residentes nacionales en el exterior, o de residentes del exterior en Venezuela.

En el caso venezolano este saldo negativo de 171.670 millones de $ evidencia una mayor inversión o depósitos de capitales de residentes nacionales en el exterior que de residentes del exterior en Venezuela, pues debido al inestable valor de nuestra moneda con respecto al dólar estos buscan preservar el valor de sus capitales. Al mismo tiempo en la tabla anterior se observa la cuenta en la cuenta de errores y omisiones de la balanza de pagos reportada por el BCV un saldo negativo de 30.622 millones de $, siendo esta cuenta donde se reflejan las discrepancias y las transacciones no declaradas en divisas para corregir los desequilibrios existentes entre la cuenta corriente, la cuenta de capital y financiera de la balanza de pagos, para que esta cierre contablemente.

En el caso de Venezuela este saldo negativo de 30.622 millones de $ evidencia una pérdida de activos en reservas normalmente producido por la salida de capitales no registrados o no declarados, conocidos como fuga de capitales, siendo la suma antes citada superior al monto de las reservas internacionales actuales del país, otro elemento que nos demuestra la búsqueda de diferentes alternativas por parte de residentes nacionales en aras de preservar el valor de sus capitales.

En definitiva puede decirse entonces que a pesar de los exhaustos controles estatales en la entrega de divisas, del país han salido más de 202.292 millones de $ en el periodo 2002-2013 no precisamente por la vía de las importaciones; sino producto de los niveles de incertidumbre entre la tasa de cambio oficial y no oficial y la poca confianza en el reserva de valor de nuestra moneda, capitales que al poseer una economía dolarizada pudiesen permanecer fácilmente en nuestro país dinamizando la inversión y por ende, la producción de nuestro sector industrial y empresarial, que tanta falta le hacen a nuestra economía.

Sumando a ello está medida de carácter estructural de la política monetaria traería consigo un conjunto beneficios tales como bajo de índice de inflación, ya que se transferiría a nuestro mercado la tasa de inflación promedio de la economía norteamericana, el gobierno de turno en Venezuela no podría crear dinero para financiar déficit fiscal lo cual lo obligaría a disciplinarse en materia de política fiscal y, por supuesto, el flujo de inversiones desde exterior hacia el país aumentarían notablemente, con lo cual si dinamizaríamos nuestra economía.

http://hechosyopiniones.com/2014/01/18/dolarizar-la-moneda-venezolana/

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