Carlos Romero
Mendoza. 22 de enero de 2014
@carome31
Cuando
muere el General Gómez la “salud de la República estuvo en grave
peligro, y muchas vidas a punto de sucumbir; en ese momento crítico habían dos
corrientes, una Constitucionalista formada por los Ministros y algunos
Presidentes de Estado y otra, Personalista. Triunfó como todos saben la
Constitucionalista.”[1]
Así
describió el General Eleazar López Contreras, en su condición de Presidente de
los Estados Unidos de Venezuela, los hechos que precedieron a la muerte de
Gómez, en el marco de una reunión organizada para la Prensa.
No
había terminado diciembre de 1935 cuando López Contreras, en alocución dirigida
a los venezolanos, reconoció que el país vivía “el momento de la
reconstrucción y del acatamiento al Derecho, a la Libertad y al Deber
magnificado y guiado por la Justicia[2]”.
López
Contreras reconocía la Libertad como la base de toda transformación política y
la autoridad como el elemento indispensable que regula su ejercicio; esa
Libertad, advertía el Presidente, tiene que ser un culto y el respeto a la
autoridad un deber fundamental del ciudadano.
La
“normalidad constitucional del país[3]” llevó a López
Contreras a presentar el 21 de febrero de 1936 los lineamientos generales de su
Programa de Gobierno, y a través del mismo, expresó la intención de su gobierno
de hacer efectivo, el funcionamiento de un régimen de Legalidad. La Ley,
recordaba el Presidente, como condición de todo Pueblo Libre, debe ser
respetada por el magistrado y obedecida por los ciudadanos.
El
Programa de Gobierno ratificó que la Constitución es la norma fundamental y
garantizó que el gobierno se comprometía a respetarla y a hacerla
respetar. En cuanto a las reformas que eran necesarias realizar para “lograr
extirpar los vicios del pasado[4]”, advirtió que
las mismas sólo eran posibles cuando el ciudadano lograre disfrutar de sus
libertades, en un ambiente de mutua consideración y respeto a la ley,
respaldados por la acción protectora del Gobierno.
Entre
las reformas esenciales que eran necesarias realizar, el Gobierno de López
Contreras planteó en su Programa de Gobierno como “punto de partida
del saneamiento del Estado Federativo venezolano[5]”
la recuperación del Municipio, que siendo parte de la tradición histórica
venezolana, había quedado casi extinto; en tal sentido, propone concretamente
recuperar la autonomía de los Concejos Municipales.
Y
sobre la importancia de la autonomía local, en alocución a los venezolanos el
27 de abril de 1940, López Contreras reconoció la necesidad de una autonomía
debidamente ejercida para lograr “zanjar las dificultades que surgen del
choque de intereses antagónicos de cada localidad[6].”
Para el Gobierno de López Contreras los niveles de autonomía existente en aquél
tiempo, no impidieron el estrecho contacto del Gobierno con las Entidades
Locales.
El
Programa de Gobierno presentado en 1936 planteaba además de lo anteriormente
expuesto, el tema de la higiene pública y asistencia social; las vías de
comunicación; la agricultura y cría; la reforma fiscal y la política comercial;
la inmigración y colonización. La Educación era presentada como la
herramienta para poner a los diversos grupos del pueblo en condiciones de
afrontar con éxito la lucha por la vida y nivelarlos con los pueblos
adelantados.
El
Programa además proponía unas Fuerzas Armadas que sólo estuvieran al servicio
de los intereses nacionales y extrañas o ajenas a las luchas
políticas.
Cuando
en enero 1936 López se reunió con la Prensa, les advirtió que no se podía
permitir que el Pueblo se subordinara al Ejército, porque entonces no habría
garantías constitucionales; pero tampoco se podía permitir que el Pueblo
mandara sobre el Ejército porque entonces caeríamos en el
Comunismo. En esa reunión alertó que su misión como nuevo
Presidente, era precisamente evitar el Comunismo.
En
este sentido y años más adelante, en 1940, el Presidente públicamente rechazó
por falsas, las ideas marxistas y totalitarias sobre la estructuración
funcional del Estado y advirtió que las luchas entre las clases sociales y la
absorción del Estado de todas las iniciativas individuales, sólo deja
ruinas y desquiciamiento de los pueblos.
Para
López Contreras su misión era construir “una democracia tan perfecta como
fuera posible practicar[7]”.
Reconocía que sólo en democracia se podía garanizar a los pueblos la mayor suma
de felicidad y a los gobiernos las mayores condiciones de estabilidad. En
sus palabras de juramentación, afirmó que la democracia era paz, pero también
era seguridad, libertad, justicia, fraternidad, solidaridad humana y
cooperación.
En
el año 1941 López Contreras en su mensaje al Congreso daba cuenta que el
Régimen que presidía, calificado en varias oportunidades por él mismo como
Bolivariano permitió entonces a la sociedad “observar el desenvolvimiento
progresivo del ejercicio del sufragio, el uso de los derechos ciudadanos, la
libertad de pensamiento y la acción individual y colectiva del pueblo venezolano
dentro de una vida de libertad, de orden y de trabajo con sujeción a las pautas
republicano-democráticas que fija la Carta Fundamental de la Nación[8].”
Desde
1935 ha transcurrido casi 80 años, y aquellas ideas de expresadas por aquél
Gobierno Bolivariano, siguen siendo una necesidad para una sociedad que hoy
necesita reencontrarse con la Democracia para lograr entenderla.
[1]Congreso
de la República. El Presidente de la República habla a la
prensa. En: Gobierno y época del Presidente Eleazar López
Contreras. Mensajes y Memorias 1935 y 1941. Pensamiento Político
Venezolano del Siglo XX. Caracas. 1985 Tomo VIII y Vol I
Documento No.13. 18 de diciembre 1935 P. 56
[2] Idem. Alocución
dirigida por el Presidente de la República a los Venezolanos.
Documento No. 10. 31 de diciembre 1935.
[3] Idem. Programa
de Gobierno. Expuesto a la Nación el 21 de febrero de 1936 por Eleazar López
Contreras Presidente de los Estados Unidos de Venezuela. Documento No.
18. P 74.
[6] Idem. Mensaje
que el General E. López Contreras, Presidente de los Estados Unidos de
Venezuela presenta al Congreso Nacional en 1940. P. 337
[7].Idem.
Discurso del General Eleazar López Contreras, en el acto de juramentación como
Presidente Constitucional de los Estados Unidos de Venezuela. 26 de abril
de 1936. P.111
[8] Idem. Mensaje
que el General E. López Contreras Presidente de los Estados Unidos de Venezuela
presenta al Congreso Nacional en el año 1941. Documento 54. 19 de
abril de 1941. P. 373
Carlos
Romero Mendoza.
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