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sábado, 25 de enero de 2014

Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo

Miguel Méndez Rodulfo Caracas 24 de Enero de 2014

Como producto de la Reforma Energética mexicana, se ha creado un fideicomiso denominado Fondo de Estabilización. El objetivo de los fondos de este tipo es reducir el fenómeno de volatilidad que impacta a la finanzas públicas, cuando a ellas van los irregulares ingresos procedentes de las ventas de materias primas (hidrocarburos en este caso), de manera que cuando los precios estén al alza se ahorre y cuando bajen se disponga de esos fondos acumulados, así estas políticas contra cíclicas permiten mantener el equilibrio en el manejo presupuestario. Por ello los fondos de estabilización invierten sus recursos en el exterior para evitar una indigestión inflacionaria a lo interno; pero invierten una parte de sus recursos en el país, de manera de lograr beneficios intergeneracionales, tales como asegurar a los ciudadanos un adecuado sistema de pensiones, un buen servicio de salud pública, acceso a la educación superior, mejoras o adquisición de viviendas, etc.

El Fondo Petrolero de Noruega, que es administrado por el Banco Central, es el fondo de estabilización por excelencia y el más grande del mundo. Se administra mediante criterios muy estrictos que sólo permiten que de los intereses que se generan por las inversiones foráneas, se puede invertir en el país, una cantidad máxima equivalente al 4,2% del presupuesto anual de gastos. El capital acumulado y los intereses restantes son para garantizar las pensiones de todos los noruegos. Esta política previene cualquier brote inflacionario. El fondo de estabilización de Chile, el de Alaska y el de Kuwait, son también buenos ejemplos de cómo se deben hacer bien las cosas; no así el caso de Venezuela, ni tampoco la experiencia pasada de México.

Este reciente intento azteca tampoco estuvo bien concebido al evitar esterilizar la mayor parte de los ingresos por la venta de hidrocarburos, sino que por el contrario estos van al gasto público. El fondo está obligado a transferir a la tesorería el 4,7% del PIB para el presupuesto de gastos de la federación, pero además transfiere montos para el Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros, para el Fondo de Estabilización de los Ingreso de las entidades Federativas, para el Fondo de Extracción de Hidrocarburos y para los Fondos de investigación en materia de hidrocarburos y sustentabilidad energética, así como también en materia de fiscalización petrolera. Los montos remanentes se destinarán a una “bolsa” o cuenta de ahorro de largo plazo, los cuales se aplicarán en inversiones en activos financieros, de tal manera que cuando este ahorro haya superado el 3% del PIB, se podrá invertir en el sistema de pensiones universal, financiar proyectos de inversión en ciencia, tecnología e innovación, energías renovables, becas de formación de capital humano, proyectos de conectividad, etc. Sin embargo, la reforma también prevé que cuando el saldo del ahorro de largo plazo sea igual o superior al 10% del PIB, el rendimiento real de éste se transferirá a la Tesorería de la Federación para su integración en el Presupuesto.

Como se puede apreciar no es este el modelo noruego y mucho de la visión atrasada latinoamericana, está presente en la creación de este fondo. Las leyes secundarias que deben aprobarse hasta abril, le darán forma a la reforma energética mexicana ojalá estos entuertos se corrijan.

Miguel Méndez Rodulfo

Caracas 24 de Enero de 2014

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