CECILIA BALLESTEROS Madrid 11 JUN 2015
Felipe González pudo hablar más alto, pero
no más claro. “Frente a una dictadura, uno sabe a qué atenerse, pero no frente
a una democracia traicionada. Venezuela es el reino de la arbitrariedad y el
presidente Maduro lleva al país hacia la destrucción”, aseguró este jueves el
expresidente español en su primera comparecencia, en Madrid, para informar de
su visita a Caracas, adonde viajó el pasado domingo con la intención de
asesorar en la defensa de los dos líderes opositores encarcelados, Leopoldo
López y Antonio Ledezma. El primero está en prisión y en huelga de hambre; el
segundo, en arresto domiciliario.
González subrayó que la situación
venezolana es “insostenible" y que “en toda América Latina hay una
creciente preocupación por lo que está pasando. Todo el mundo está preocupado,
menos [el presidente Nicolás] Maduro”. El líder socialista, que hizo gala de
buen humor durante toda su intervención en la sede de la Asociación de la
Prensa de Madrid, se mostró molesto por el aluvión de preguntas sobre Podemos y
España. “He venido aquí a hablar de Venezuela. ¿Es que a nadie le interesa lo
que pasa en Venezuela?”.
“Venezuela es un país destruido en todos
los sentidos, desde el punto de vista económico y desde la seguridad, Maduro es
el responsable de la catástrofe en términos de crisis social y económica y en
términos de libertades básicas”, recalcó el expresidente español, y “no hay
talante de diálogo en el Gobierno”. “He vuelto muy triste y preocupado. Me
preocupa que un país tan rico camine hacia un proceso de destrucción”, aseguró
González.
Según el expresidente, el país
latinoamericano “necesita diálogo y reconciliación y para eso necesita
restituir la democracia”. “Para encontrar algo similar a lo que he visto en
Venezuela hay que trasladarse al este de Europa”, dijo González, que aseguró
haber cumplido todos los objetivos de su visita. “He visto a las familias de
los presos, a Antonio Ledezma, a Leopoldo Capriles, al ganador del Ortega y
Gasset, Teodoro Petkoff, me he reunido con estudiantes”, afirmó. “He tenido
mucha seguridad, yo diría que incluso más de la que necesitaba”.
La presencia de González en el acto,
convocado para presentar la Asociación de Periodistas Venezolanos en España y
que contaba además con la presencia del director del periódico opositor El
Nacional, Miguel Enrique Otero, se convirtió en un acontecimiento. González
empezó su intervención dando las gracias al presidente venezolano por hacer
relevante su visita. “La torpeza de Maduro ha hecho que el viaje tuviera una
gran repercusión” y agradeció a Otero la labor del periódico, que ha sido
denunciado por el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, por haber
reproducido informaciones de medios extranjeros sobre una investigación de
Estados Unidos al político venezolano por presunto tráfico de drogas y lavado
de dinero. “Es la única prensa libre en papel que queda en Venezuela”, según el
exjefe del Ejecutivo español.
Preguntado sobre por qué salió el pasado
martes del país sudamericano, donde apenas estuvo 48 horas y no se le permitió
visitar a Leopoldo López en la prisión militar de Ramo Verde, donde lleva un
año preso, ni asistir a la vista de su juicio el pasado miércoles y, sobre
todo, cuestionado por haber utilizado un avión de las Fuerzas Armadas de
Colombia para abandonar el país, el expresidente exclamó: “¡Cómo voy a salir
huyendo de ese paraíso de las libertades que es Venezuela!”. Aseguró que
aprovechó el avión presidencial de Juan Manuel Santos, que viajaba a la cumbre
de la Celac en Bruselas, para departir con el mandatario colombiano.
Trabas
y obstáculos
Pese a todas esas trabas y obstáculos,
González, que aseguró que volverá a Venezuela, afirmó que ha regresado con la
esperanza de que haya elecciones parlamentarias pronto, pero reclamó la ayuda
de la comunidad internacional y dijo que toda América Latina —“lo digan en alto
o no”— está muy preocupada. “Incluso los Castro consideran al régimen un
estorbo”, afirmó. En el plano personal, aseguró sentirse “dolido” por la
situación de los familiares de los presos políticos.
Ante las preguntas sobre política española,
en particular sobre Podemos, González señaló que prefería “contestar a Maduro
antes que contestar a los monaguillos” y declinó hablar de política interna
porque eso sería darle la razón a Maduro.
El expresidente también se negó a hablar
de pactos en España y quiso centrar en todo momento su intervención en
Venezuela. “Si alguien me pregunta por qué no voy a otros países, quiero
decirles que a lo largo de mi vida he pisado muchos charcos y no todos son
conocidos. No me gusta. Incluso esta visita he querido que fuera discreta”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico