Páginas

sábado, 19 de septiembre de 2015

La atrevida y sencilla Unidad juvenil, por @EdgarRivero_14


Edgar Rivero

Hoy quiero hacer referencia al Evangelio según san Mateo 10, 16-23, en el cual Jesús dice: “Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas. Este pasaje bíblico, viene muy bien en los actuales momentos, cuando debemos enfrentar los peligros y las amenazas, a las que estamos expuestos los venezolanos, día a día; cuando estamos de cara a un proceso eleccionario; pero más aún lo quiero enfocar hacia nuestros jóvenes, esos que nacieron postdemocracia, que no han conocido otra Venezuela que la del siglo XXI y que forma parte importante de nuestro baluarte y nuestra ofensiva a la vez. Por eso, casi podemos escuchar la voz del Todopoderoso diciéndonos: al diablo le encantan mis hijos.


He aquí, lo interesante de esta reflexión. Un abreboca para abordar una vez más el rol que jugará la juventud en el venidero proceso eleccionario de las parlamentarias. A sabiendas que en estos tiempos los jóvenes tienen mucho más acceso al acontecer nacional; hoy están mucho más activos, despiertos a la verdad y claros en lo que quieren y lo que no quieren en su vida, su futuro y el de su país. La presencia juvenil viene creciendo de manera notoria y decisiva, con la fuerza y la energía propias de su edad, firmes, en sus convicciones y contundentes en acciones, como en cada oportunidad que les ha tocado en nuestra historia. Por eso, seguros estamos que los jóvenes jugarán un papel muy importante en esta contienda, del 6D.

Es muy evidente, notorio e inevitable que nuestros jóvenes vinculados a los partidos políticos son protagonistas en el ámbito sociopolítico. Ellos amplifican y fortalecen la conciencia cívico–política de sus contemporáneos, a fin de que la participación no se quede en la mera expresión de opiniones de descontento, sino que les impulse a otras acciones dentro de la campaña electoral. Desde la entrega de un volante o la colocación de un pendón, hasta ser agente multiplicador en todos los ámbitos donde se mueven. Nuestra realidad política está impregnada de esa energía, fuerza y audacia juvenil, que transformará positivamente nuestra realidad. Ellos irradian emotividad, para sumar voluntades y mejor aún, nos demuestran su astucia para prosperar en su camino indetenible, por el triunfo de la democracia y no permitirán que nadie les robe lo que les pertenece, que nadie los engañe, porque están claros en dónde está la verdad y la salida.

Ellos se manifiestan en sus actividades con sencillez y entrega, lo cual no se debe confundir con “falsa humildad” o debilidad. Jesús estaba lleno del poder del Espíritu Santo y eso le permitió aceptar su misión y resistir al mal. Hoy ese mismo Espíritu Santo nos da fuerza y le da fuerza a nuestros jóvenes en esta batalla espiritual que libra Venezuela. La sencillez de Jesús atraía a mucha gente, entre ella a muchos jóvenes. Hoy incluso, continúa atrayendo a la juventud, llenándolos de fortaleza, fe y esperanza, contra las adversidades, pero también voluntad inquebrantable, para enfrentar al enemigo, que provoca detenciones, inhabilitaciones, escasez, colas, corrupción, violencia, inseguridad y malos servicios.

En este instante, cuando el país requiere de la fuerza joven, para librar cada una de las batallas, que debemos enfrentar, ahí está este sector de la sociedad. Los jóvenes en diversos momentos de nuestra historia han marcado la pauta, cuando de salir adelante y rescatar la democracia y las libertades se trata. Hoy Venezuela requiere una vez más de esa voluntad participativa, que se incorpora de forma decisiva a las tareas de este proceso.

Vemos con alegría y entusiasmo cómo se acercan cada vez más jóvenes dispuestos a jugarse el pellejo, pues para ellos el miedo no existe. Ellos estarán en los centros de votación, en las mesas electorales y la movilización de los electores estimulando a sus amigos y “panas”, porque saben que su participación política directa a favor de la Unidad y Cambio es decisiva. Son nuestros jóvenes quienes superan una vez más a sus maestros, en especial en lo que respecta a aportar y defender sus votos.

Nuestros jóvenes son hoy los impulsores de la Venezuela que queremos, esa Venezuela libre y soberana, como lo afirma el Dr. José Zambrano, en su libro: “Reflexiones por una Venezuela que funcione”: Esperanza contra corrupción, verdad contra mentira, educación contra ignorancia, riqueza contra pobreza, bien contra el mal.

Finalmente, para nuestra juventud, estoy seguro que el mejor candidato es Venezuela, es la Unidad, es el cambio, es el futuro y son las oportunidades. Eso se traduce en una sola cosa: apostar al triunfo. Por eso puedo decir con absoluta seguridad que la juventud sencilla, pero atrevida, noble pero astuta y sobretodo valiente y entregada son el tesoro invaluable que tenemos y a quienes le debemos nuestra lucha, nuestra experiencia, nuestro apoyo y nuestra confianza. ¡Viva la juventud! Viva Venezuela! Viva Portuguesa..!

Edgar Rivero

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico