Pablo Pérez 23 de septiembre de 2015
@PabloPerezOf
Durante
toda mi formación política mis maestros me enseñaron que el ejercicio de esta
ciencia busca el bienestar colectivo y la solución de los problemas del
ciudadano. Se trata de generar la mayor cantidad y calidad de bienestar
posible. Hay muchos ejemplos de cómo la práctica política trae progreso
económico y crecimiento humano a países que atravesaron tiempos difíciles y
complejos.
Esa
filosofía la apliqué desde mis primeras responsabilidades partidistas y las
profundicé en el ejercicio de Gobierno en todos los cargos que ocupé, hasta
llegar a la Gobernación del Zulia dónde a pesar de las dificultades económicas
nos esforzamos por solucionar problemas, escuchar el reclamo y acompañar al
pueblo en su dolor.
Lamentablemente
otros creen en la política con dolor. Esa que toma decisiones que causan daños
a amplios sectores empresariales. Esa que genera desmotivación, desesperanza y
hasta miedo en la población. Esa que se basa en aferrarse al poder sin importar
que estén desmantelando al país.
Desde
sus inicios hace casi 17 años este Gobierno ha creído en la política de
infringir dolor a quienes no se arrodillan. Comenzaron con el sector privado de
la economía, a quienes han perseguido y acusado de traidores a la patria. Causando
mucho dolor se apropiaron de empresas y otras propiedades y hoy vemos con dolor
como todo lo expropiado está quebrado o en el suelo.
Luego
comenzaron a hostigar a los medios de comunicación, causando dolor a
periodistas, artistas y demás empleados. Causaron un dolor muy grande con el
recordado cierre de Radio Caracas Televisión y luego aplicaron la misma receta
a un conjunto de emisoras radiales. Recuerdo con tristeza el cese de las
transmisiones de Zuliana 102.
Con
sus fallidos planes contra la inseguridad han llenado de luto y dolor a miles
de hogares venezolanos, porque anualmente mueren más de 20 mil personas a manos
de la violencia desatada. Eso sin contar el dolor de las familias que han
debido separarse, porque parte de sus miembros se va al exterior en búsqueda de
paz y progreso.
Ahora
el dolor es mayor con el cierre de la frontera. Bajo el pretexto de combatir el
contrabando y la supuesta presencia de paramilitares, han deportado más de 2
mil colombianos, pero además provocaron que más de 20 mil hermanos del vecino
país se aventuraran a cruzar por trochas o ríos para huir del plan xenofóbico
que los intentó marcar como los nazis hicieron con los judíos en la II Guerra
Mundial.
Pero
además el conflicto fronterizo está causando un enorme dolor a los empresarios
que ven como sus pérdidas se acumulan, porque tienen mercancía retenida del
lado colombiano que no puede cruzar hacia Venezuela. Basta ya de ejercer la
política del dolor.
La
mejor medicina para estos males es votar el 6D. El Gobierno está en una
situación desfavorable, pero sólo la participación masiva permitirá coronar un
triunfo que nos lleve a implantar la política del progreso colectivo. No dejes
de votar.
@PabloPerezOf
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