Por Luis Manuel Aguana, 25/09/2015
Algunos amigos -y otros que no lo son tanto- y seguidores del
twitter se preguntaban en estos días en las redes, que había pasado
que no veían en mis líneas la acostumbrada insistencia por el tema
Constituyente. En realidad el tema ha decaído en la opinión pública, no solo
porque pareciera que van y vienen en una suerte de “moda”, sino porque en la
actualidad la opinión general sitúa sus mayores esperanzas en el tema electoral
del 6D como “la solución” del grave problema institucional del país.
Y el posicionamiento generalizado de esa “solución” en la mente de la
opinión pública no es de ninguna manera casual. Toneladas de papel periódico y
notas electrónicas movilizadas por la oposición oficial han servido para
convencer a los ciudadanos que “saldremos” de esta dictadura así. Una muy
importante analista política preguntó hace un tiempo atrás que si no era con
votos que le dijeran “¿de cuantos misiles, tanques y armas disponen para
luchar contra quienes tienen todos los artilugios bélicos y a militares rojos
armados hasta los dientes?” (Marta Colomina, Gobierno tiene las armas y la
oposición los votos http://www.lapatilla.com/site/2015/05/03/marta-colomina-gobierno-tiene-las-armas-y-la-oposicion-los-votos/).
Y ese es precisamente el meollo del asunto. ¿Qué “armamento” le
contrapone la población civil desarmada a esta situación? Pero, primero lo
primero: ¿a qué nos estamos enfrentando en realidad con los votos? Porque esa
nota indica claramente el reconocimiento del régimen como una dictadura y de lo
que es capaz de hacer. Entonces es válido pensar que esperamos cualquier cosa
del régimen a la respuesta democrática del pueblo venezolano expresada en votos
el 6D, como por ejemplo, un fraude masivo y descarado. Recordé con esta
referencia la famosa “Teoría del Ñu” de Oscar Yanes contada de la manera más
sabrosa, como solo él solía echar sus cuentos (ver Oscar Yanes y la Teoría del
Ñu en https://youtu.be/equwG1AlWT8).
Entonces de acuerdo a este razonamiento de los misiles y los tanques,
no importa si lidiamos con un Ñu, lo que importa es la faena. ¡Joder!, como
dicen los españoles… No será este escribidor el que le diga a la gente que no
vaya a votar, entre otras cosas PORQUE ESE NO ES EL PROBLEMA. El problema es
qué van a hacer aquellos que le prometieron un cambio sustantivo al país -desde
sacar a Maduro hasta recoger la basura- a través del resultado de esa elección,
si el régimen se impone por trampas. Ese es a mi modo de ver el problema.
Entonces, como ya ha ocurrido antes (y vaya que hemos tenido
experiencia en eso) NO VA A PASAR NADA. Oiremos las promesas que ya conocemos,
esta vez corregidas y aumentadas, de la oposición oficial indicando que como no
ganamos el 6D iremos a un revocatorio de Maduro el 2016 o esperaremos a
“medirnos” el 2019, mientras el país se deshace como una galleta debajo de un
palo de agua. Entonces, ¿no creen ustedes que será hora de escuchar en ese
momento a otra gente con nuevas propuestas? ¿No creen ustedes que si eso
ocurre, es hora de oír a otro liderazgo que oriente la acción en contra de la
dictadura? ¿No sería hora de llamar las cosas por su nombre y actuar en
consecuencia a ese hecho? Ese sería un momento ideal de salir de esa “disonancia
cognitiva”…
Sin embargo, a eso intentamos ir pero tiene como requisito que una
inmensa mayoría se encuentre alineada y concuerde en el tipo de
amenaza que tenemos y como enfrentarla, pero con EL LIDERAZGO ADECUADO A ESA
AMENAZA. Y eso no es posible si gran parte de la población sigue convencida por
los colaboracionistas que lidiamos con un toro y no con el Ñu de Oscar Yanes.
Debemos entonces no solo contar con la solución sino también con una
implementación y su ruta.
Tratare de explicarlo en términos simples. Todos conocemos el cuento
del cascabel del gato: Un grupo de ratones se reúnen para discutir cómo
escabullirse del gato cuando van a la cocina por alimentos. Nombran una
comisión técnica para que den una solución al consejo de ratones. Después de
una gran discusión técnica y de presentar diversas alternativas, la comisión
diseña y propone un dispositivo, el cascabel, un instrumento cuyo objeto es dar
a conocer el momento en que el gato se acerca. Brillante, esa es la solución.
Al presentarla, el consejo la estudia y sentencia: la solución es inobjetable,
eso es lo que hay que hacer, pero ¿quién le pone el cascabel al gato? El
problema no era el cascabel -lo técnico-, sino su implementación, el riesgo que
implicaba poner a funcionar la solución.
Todo el que ha conocido el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/)
en la mayoría de los casos ha indicado que no hay dudas que esa es una solución
concreta a los problemas de Venezuela, al margen de algunas diferencias
discutibles. Un país verdaderamente descentralizado con regiones autónomas
política, administrativa, institucional y financieramente; limitar las
atribuciones del Presidente de la Republica, un Congreso a dos Cámaras con una
real representación de los Estados y eficaces mecanismos de control
institucional, y muchas otras que faltarían por razones de espacio que hay
también que poner en funcionamiento. Una solución que incluye nuestro bagaje
histórico y cultural. Pero el tema aquí es otro. Yo lo he llamado el momento de
la implementación. Y esa es la razón por la cual hay que volver al tema pero en
el tiempo preciso.
Es el tiempo que identificamos como propicio para el logro de todos esos
cambios. Para nosotros la pregunta no es quien le pone el cascabel al gato -que
somos nosotros- sino cómo se le pone ese cascabel a un sistema agotado y con
muchos y muy poderosos defensores políticos y económicos. Y aunque el cómo ya
lo hemos respondido, y es la vía Constituyente, la siguiente gran
pregunta es ¿cuándo es el momento propicio para eso? No es ahora pero pronto lo
sabremos. Poco a poco nos iremos acercando a ese momento, conforme la población
se agota y el régimen y sus colaboradores de la oposición oficial se agotan más
rápido.
Estoy convencido que el país tiene soluciones pero estas no saldrán a
la luz de la mano de la gente correcta en tanto no se asuma y se combata con
las maniobras adecuadas al Ñu que tenemos al frente y se le proponga al país un
plan serio con una ruta creíble. Lamentablemente eso no es lo que tenemos ahora
para el 6D. Se le está pidiendo ese día al país torear a un Ñu con la faena de
un toro. Y como dijo Oscar Yanes en esa entrevista, eso es muerte segura…
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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