Por Victor Hugo D´Paola
Ya es costumbre que voceros
del maloliente régimen que desangra al país, Maduro, Cabello, Padrino,
Rodríguez, Villeguitas, Tarek William Saab- llamen “derecha” a quienes se les
oponen. Se dice que los términos “derecha” e “izquierda” aplicados a la
política han periclitado, pero como llamar entonces a Donald Trump y al equipo
que lo llevó a la presidencia de los Estados Unidos, o a Madame Le Pen que
estuvo cerca de ganar la presidencia en Francia. Son de derecha, sin duda, de
ultraderecha incluso. Conservadores como Disraeli, Wiston Churchill, Abraham
Lincoln o Charles De Gaulle, fueron considerados “derecha” e hicieron tanto
bien a sus respectivos pueblos. Los políticos de derecha son conservadores,
buscan mantener el estatus político, hubo pensadores importantes conservadores
como Edmund Burke y Alexis de Tocqueville. El conservador o derechista busca
mantener las cosas tal como están. En Venezuela, quienes actualmente se están
oponiendo a cualquier cambio son los maduristas, Cabello, Maduro y Jorge
Rodríguez. Si la izquierda significa cambios, ellos no lo son, representan el
estatus gobernante desde hace largos 18 años. Lo que pasa es que la derecha
tiene una perversión que es el fascismo, la más dura represión política contra
los que se le oponen. En realidad, el chavismo no ha sido tanto de izquierda
como fascistas. Arthurd Schlesinger como historiador lo explicó: “El cambio
siempre provoca resentimientos y angustia, especialmente en aquellos que se han
beneficiado del viejo orden”. (“La era de Rooselvelt”).
Llamar “derecha” a casi 15
millones de venezolanos que en diciembre de 2015 votan por la oposición es un
desatino. Las grandes manifestaciones populares de resistencia al mal gobierno,
de rebelión popular, miles y miles en todo el país no pueden ser calificadas de
derecha a menos que esté desquiciado quien lo haga. Diputados electos y
luchadores de calle como Pizarro, Borges, Olivares, Stalin González, Guerra,
Delsa Solórzano, los hermanos Guanipa, Rescasens, Richard Blanco, Américo De
Grazia, Florido, Ismael García, Mejías, junto a otros, son los valientes
responsables de la voluntad popular. Nada indica que sean derechistas, pero si
alguno lo fuera, estaría en su derecho asumiendo una posición ideológica.
Luchan en defensa de la patria y de la democracia, por el derecho al voto, a la
isegoría, libertad de prensa y de opinión. Eso no es derecha, está en el
interés general de los venezolanos.
Quienes reprimen, hacen presos
políticos, asesinan, torturan, arman a malandros y les permiten violencia
urbana, violando la ley para mantenerse en el poder, se oponen a cambiar sus
erróneas políticas son Maduro y su camarilla. ¿Quién quiere conservar el estatus
entre la Sala Constitucional y los Alcaldes de oposición? Blyde, Ocariz,
Muchacho, Smolansky, José Luis Rodríguez, Alfredo Ramos de Barquisimeto, José
Luis Machín de Barinas, la Señora Ceballos de San Cristóbal, el Alcalde de
Mérida, el de Lecherías y otros verdaderos representantes de sus pueblos no son
derecha, son los Alcaldes electos por la voluntad de sus vecinos. El
calificativo más le vale a la Sala Constitucional integrada por falsos
magistrados, escogidos de manera ilegítima y dirigidos por un abogado acusado
de graves delitos.
Llamar derecha a quienes se
oponen a Maduro y a su padrino, es adjetivar incorrectamente a Pompeyo Márquez,
Américo Martín, Héctor Pérez Marcano, Andrés Velásquez, Rafael Guerra Ramos,
Héctor Rodríguez Bauza, Luis Manuel Esculpi, Simón García, de la verdadera
izquierda, la que rompió con los dogmas marxistoides, los que enfrentaron a
Fidel Castro cuando quiso convertir a América Latina en un gigantesco “Viet
Nam” y a la cordillera de Los Andes en una enorme “Sierra Maestra” de Sur
América. Han sido y siguen siendo de izquierda y opuestos a la militarización
del país, resultado de la política de Chávez, Maduro y Padrino López. No es
derecha el gran movimiento de oposición al régimen, ni es izquierda el
madurismo, aunque algunos como Villeguistas ni siquiera saben lo que son. No
está planteada una lucha de izquierda contra derecha, de lo que se trata es de
una inmensa mayoría que pide cambios y una reducida minoría que se opone a
ellos y controla los aparatos represivos del régimen. Pueblo contra un estado
enemigo es la confrontación en una Venezuela cada vez más convulsionada.
20-06-17
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico