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domingo, 4 de junio de 2017

Violan derechos humanos y también roban por @xabiercosco


Por Xabier Coscojuela


Las bombas lacrimógenas son arrojadas con una profusión que demuestra que de ellas no hay escasez. Este gobierno no tuvo dinero para importar todo lo que hace falta, pero a la hora de dar prioridades lo hizo hacia las armas y los equipos que le permiten mantener su orden público

Reprimen con saña a todo manifestante. No se conforman con disolver las concentraciones o marchas opositoras, sino que persiguen a quienes en ellas participan aunque se estén retirando y los agreden con una violencia incomprensible e innecesaria. No sabemos si es producto de la obstinación que pueden sentir luego de 60 días de protesta o es una orden que reciben de sus superiores.

El caso es que la violación a los derechos humanos en Venezuela va en ascenso. Las muertes siguen creciendo y la cantidad de heridos también. La última modalidad, masiva por cierto, es la utilización de metras, rolineras y hasta pedazos de cabillas en cartuchos "aliñados" por parte de guardias y policías nacionales para reprimir a los manifestantes. Tales proyectiles son difíciles de rastrear y, por lo tanto, la impunidad es mayor.

Las bombas lacrimógenas son arrojadas con una profusión que demuestra que de ellas no hay escasez.

Este gobierno no tuvo dinero para importar todo lo que hace falta, pero a la hora de dar prioridades lo hizo hacia las armas y los equipos que le permiten mantener su orden público. Las arrojan contra los manifestantes, pero también hacia edificios o casas provocando, en algunos casos, incendios y daños importantes en las edificaciones de las cuales no se hacen responsables.


Prosiguen con los juicios militares a civiles, violando abiertamente lo establecido en la Constitución y en diversos acuerdos sobre derechos humanos. En este aspecto, como en todos los anteriores, el silencio del defensor del pueblo Tarek William Saab es ensordecedor. Se precia de su trayectoria como defensor de los derechos humanos, pero dicha trayectoria está sufriendo una mancha difícil de enmendar. El que calla otorga, señor Saab.

Por supuesto que en esto de utilizar la justicia militar con civiles también son responsables las máximas autoridades de la FAN, institución que está cometiendo buena parte de las violaciones a los derechos humanos a través de la Guardia Nacional. La respuesta dada por el general Vladimir Padrino López a la fiscal Luisa Ortega Díaz es un cheque en blanco a los efectivos militares para cometer todo tipo de abusos.

La última modalidad puesta en práctica por guardias y policías nacionales es el robo a los manifestantes. No contentos con golpear y herir ahora también roban. Esto es un paso más en su degradación y salvajismo.

Solo falta que también empiecen a violar a las manifestantes. Es hora de que quienes dirigen a la Fuerza Armada Nacional cumplan y respeten las leyes. No está de más recordarles que las violaciones a los derechos humanos no prescriben.

03-06-17




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