Leandro Rodríguez Linárez 05 de marzo de 2018
@leandrotango
Expresamos
nuestra opinión del por qué los venezolanos no debemos avalar un acto
gubernamental al que se pretende calificar como proceso electoral
“democrático”… veamos:
Es
imprescindible permitir a la mayoría de los venezolanos en el exterior ejercer
su voto en los países donde residen, esa cantidad de votos es determinante. Las
embajadas y consulados obstaculizan dicha participación pues 90% (o más) jamás
votaría por el gobierno. Ningún proceso electoral que viole el derecho humano
al sufragio a esos venezolanos debe ser consumado.
Tampoco
se puede permitir elecciones donde los candidatos con mayor intención de voto
se encuentran apresados injustamente o inhabilitados por parte del gobierno y
sus instituciones secuestradas.
El CNE
debe ser un ente regido por la Constitución, con 5 rectores independientes, que
cumplan con el perfil profesional y ético exigido. El actual es pública y
notoriamente chavista, incluso, con rectoras que antes ocupaban cargos de
elección por el Psuv. Es un órgano que asesina, adelanta o pospone elecciones a
interés del chavismo.
No se
puede avalar un proceso electoral que irrespeta al pueblo, que migra centros de
votaciones y votantes para evitar participen, que excluye del REP jóvenes de 18
años por temor a su voto, en el que se permite el día de elecciones en los
centros de votación donde la oposición es mayoría se aglomeren colectivos,
paramilitares, puntos rojos y demás estratagemas que intimidan al elector, lo
espantan.
Se
deben respetar los tiempos exigidos en la ley para convocar verdaderas
presidenciales, de igual forma, deben ser auditables los requisitos entregados
por los candidatos, lo de hoy es un atropello a los lapsos, no permite
primarias, reina la opacidad administrativa.
La
participación de países y organismos internacionales como observadores no debe
ser excluyente, debe ser permitida a toda aquel que lo pida, mientras más es
mejor, en aras de la transparencia. El gobierno privilegia solo a sus países y
organismos aliados.
Tampoco
se debe permitir un proceso electoral cuando existen organizaciones partidistas
protagónicas inhabilitadas injustamente.
Estas
presidenciales en NADA garantizan un cambio de rumbo, la
desinstitucionalización reinante solo le garantiza al gobierno que aún
perdiendo las presidenciales el proyecto chavista de elites cívico-militar, de
racionamientos, controles y condicionantes de derechos del pueblo seguiría
siendo ejecutado tal cual ocurre hoy.
¿Cómo
avalar unas presidenciales que la comunidad internacional influyente,
determinante y democrática no reconoce por ser una afrenta a nuestra
constitución, a la democracia?
Joya
de la corona, de nada valdría un presidente distinto al gobierno (así como hoy
valen cero gobernadores y alcaldes opositores) mientras la ANC del Psuv siga
rigiendo impositivamente la vida jurídica y política de la nación en
complicidad con la institucionalidad secuestrada.
En
conclusión, acudir a estas presidenciales solo oxigena al proyecto
chavista-castrista de élites cívico-militar. Entonces ¿Qué hacer? Daremos
nuestra humilde opinión en el próximo artículo.
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