Por Jesús María Aguirre S.J.
Para el internacionalista
Demetrio Boersner -ya fallecido-, el régimen Chavista no era sino un
Bonapartismo criollo y alertarba a los incautos: “La actitud cómplice de estos
sectores de la izquierda democrática internacional con un bonapartismo corrupto
viola los más arraigados principios del socialismo clásico”.
Como se sabe, este término
del vocabulario
político se aplica a cualquier situación y es utilizado
preferentemente de forma peyorativa, implicando la acusación de autoritarismo y populismo;
por ejemplo, en la práctica de resolver cuestiones políticas recurriendo
al referéndum en
circunstancias en que el gobernante impone su capacidad para manipular la
opinión pública a su favor (en nuestro caso los precios altos del petróleo, la
hegemonía mediática y retórica ilusionista).
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-247709
Hoy, sin embargo, con
Maduro, el régimen ha evolucionado del Bonapartismo al Bonopartismo, de modo
que la participación protagónica consiste en la rebatiña de bonos intermitentes
a pensionistas, chamos, adolescentes embarazadas, y cuanto ciudadano famélico
deambula por el territorio nacional con cédula ratificada con carnet de la
patria.
De ahí, pues, que sea más
preciso hablar de Régimen Bonopartista. Y ¿quién sabe si los descendientes no
se van a llamar Petro I y Petro II?
02-03-18
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico