Por Piero Trepiccione
En las últimas semanas, e
inclusive en las últimas horas, hemos visto una serie de movimientos demasiado
apresurados en relación a la política venezolana. Quizás el más
particular ha sido el cambio de fecha de las elecciones de abril para
mayo. Aunque muchos expertos indican que el cúmulo de condiciones es
básicamente el mismo, no deja de ser relevante un cambio tan drástico sobretodo
en medio del complejo conflicto político que envuelve a los diferentes factores
en el país. Y es que definitivamente las cosas se están moviendo. Es claro que
la sociedad no lo perciba de esta manera, puesto que la difícil situación
socioeconómica nos envuelve a todos y nos ha hecho entrar en fase
“desesperanza” pero esto no significa que tras bastidores no exista un
amplio movimiento.
En el chavismo, aunque no lo
apreciemos tan públicamente, se están dando una serie de pasos que tratan de
profundizar el reacomodo de poder interno y afianzar la tesis de la
necesidad de los cambios económicos para recuperar la estabilidad
macroeconómica y así poder ganar tiempo. Nicolás Maduro se está
jugando el todo por el todo para afianzarse sin cortapisas ni limitaciones en
el seno de las fuerzas políticas que respaldan el llamado “polo patriótico”.
Hasta ahora ha logrado alinear figuras como las de Tarek El Aissami, Jorge y
Delcy Rodríguez, Rafael Lacava, Héctor Rodríguez y Elías Jaua como pivotes de
la recomposición de fuerzas internas. Y aunque externamente se simule una
especie de atrincheramiento para defender la revolución bolivariana de las
fuerzas opositoras, internamente, Maduro se mueve para “disminuir” la
influencia que tiene Diosdado Cabello en el seno de las fuerzas
armadas y algunos factores militares que hacen vida activa en el Psuv. Esa
es la explicación de los movimientos de las últimas semanas y probablemente se
agudizarán en los próximos días vista la presión para llevar a cabo
la reforma económica. Lo cierto es que Maduro se está moviendo como
peso pluma para acumular fuerzas de cara a próximas negociaciones internas y
externas que definirán su futuro y de todo el movimiento político que
representa.
En la oposición desde hace
rato también se están moviendo muchas cosas. Henri Falcón es el pivote entre
los moderados del chavismo, la oposición y factores económicos que
necesitan estabilidad institucional para afianzar planes de inversión. Torino
Capital y el economista Francisco Rodríguez son punta de lanza de esta acción y
Oscar Schemel, desde el seno de la ANC, representan esa alineación estratégica.
Por otra parte, Henrique Capriles, Leopoldo López y Henry Ramos Allup buscan
reconstruir una línea de mando alrededor de una plataforma opositora que les
permita recuperar fortalezas para los sucesivos procesos de negociación. Desde
el movimiento que impulsan María Corina Machado y Antonio Ledezma cada vez más
confirman sus buenas conexiones internacionales pero estarían relanzando su
plataforma para consolidar más apoyos internos. Todo esto puede traducirse en
un reacomodo que tendría también sus impactos en el corto y mediano
plazo. Definitivamente todo se mueve… nos esperan muchas sorpresas y noticias
que causen asombro aún entre los más desperanzados…
03-03-18
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