Thays Peñalver 06 de abril de 2019
Después de Guaidó no hay ni una Cuba,
porque Venezuela será más bien “Cubalia”, una mezcla de esa Isla, con Somalia
Usted
es mi lector y no merece de mi otra cosa que la verdad, al menos lo que
pienso sin anestesia. No viene nadie con salidas rápidas. El 23-F fue
–como lo escribí en el Miami Herald- un bluf basado en un absurdo error de
cálculo –varias veces cometido-, que además empeoró la situación, cohesionó
a un adversario y Trump luce que no tiene ni la menor intención de usar
esa última opción con la que muchos sueñan, menos durante las elecciones y
quizás tampoco en su hipotético segundo período. Se lo digo para que usted
se prepare y tome las decisiones basado en hechos y no en quimeras, que es
lo que deberían estar haciendo los políticos, en este momento.
Así
que ya es hora de decirnos la verdad. “Todas las opciones están sobre la
mesa”, es y ha sido siempre una frase progresiva, que significa en realidad:
“vamos a agotar todo el tiempo y recursos posibles, para no tener que usar
la opción de fuerza” es decir, que significa lo contrario que lo que
pensaron muchos venezolanos. Ni siquiera representa una amenaza.
Política
e históricamente se trata de una retorica de conflicto norteamericana que
viene siendo usada desde que fue dicho por primera vez “el mantra nuclear”
(todas las opciones abiertas) con la “opción nuclear de Eisenhower” en
1955. Por eso si vamos a hablar de sus tiempos, Irán –uno de los que asesoran
al régimen- es el mejor ejemplo, la dijo Bush en su primer discurso (2002)
y la repitió durante ocho años, luego la repitió Obama hasta que se cansó
otros ocho y los iraníes estuvieron en 2015, a punto de conseguir su
bomba (Foreign Policy), y hasta hoy luego de 17 años, Trump la ha
repetido varias veces y para los iraníes no significa otra cosa, que no
sean años de sanciones de todo tipo.
Hablemos
entonces de su aplicación en el Panamá de Noriega, que es un mejor
ejemplo, ya que esa frase la dijo Reagan tres años antes de la invasión,
la repitieron mil veces en la prensa y en el Congreso en 1987 y 88, la
escuchó el mundo cuando Elliot Abrams dijo: “no excluimos ninguna idea
porque quiero que Noriega pase algunas noches sin dormir” y así fue
explicada una y otra vez después incluso de que Abrams se marchara de la
administración Reagan, luego de tres años de aplicar “opciones sobre la
mesa”, mientras Noriega dormía a pierna suelta.
Faltarían
unas elecciones, otro presidente y otro año antes de la invasión -porque
también las dijo James Baker y varias veces fue objeto de debates en el
Congreso-para que finalmente los que estaban sobre el terreno, dijeran que
todo lo intentado durante cuatro años, había fracasado. Por eso la famosa
frase, de las “opciones sobre la mesa” significa, años de ensayo y error y
discusiones de otras ideas.
Así
que todo líder opositor, que piense que la Constitución es como el bolso
de Mary Poppins, antes de caer en la tentación de proponer algo como el
187:11 o asaltar Bastillas porque tienen a su “gran hermano” detrás, debe
repensarlo un poco porque bastante daño hizo a los políticos de Panamá,
que las asaltaron y pidieran en las calles invasiones durante al menos dos
años, antes que un nuevo presidente, tomara la decisión. Deben dejarse de
ideas mágicas y simples, porque el problema que tuvieron los líderes de
aquel entonces fue caer en simplismos suicidas, como: “Noriega tiene sus
días contados” (1985) “Noriega está colgando de sus uñas” (1986), “Noriega
ya no tiene soporte ni de los suyos” (1987), “Noriega es un tiranosaurio
en vías de extinción” (1988), “Noriega está perdido (..) no saben que
hacer” o exclamar que “esa política de las bolsas de dignidad” (nuestras
Claps) “eran caridad” o el mas celebre “Los militares panameños son
cobardes, en los que les pongan un Marine se rinden”.
Sobre
el 187:11 en Panamá y luego de que las opciones “fallaran sobre la mesa”
porque estaban causando un daño terrible y apuntalaban más a Noriega, fue
que el presidente “legítimo” (Del Valle) pidió la opción militar en
privado y se hartó de hacerlo hasta que luego, cuando ya tenía que
vivir escondido, la pidió públicamente hasta marzo de 1988 en la que ya se
tuvo que exiliar luego de que todo su entorno fuera arrestado. Y Reagan y
Abrams se marcharon al año siguiente, viendo como apaleaban y
masacraban a toda la oposición, sin que esta supiera que en las
conversaciones decían cosas como: “¿Y por qué nosotros tenemos que enviar
a un buen chico de Illinois a morir por los panameños, mientras éstos
pasean en las calles con sus Mercedes?” (Yates 2008 p. 58).
Así
que voy con algunos consejos para los que quieran aplicar el 187:11 (y en
un futuro el TIAR).
Si
usted desea invocar el 187:11 porque cree que ya vienen. Vea por favor el
ruego desesperado de Luis Almagro frente a la desidia planetaria y en
especial la estadounidense. Vea también todo lo dicho por Bolton y Abrams
así ocurra el escenario mas duro, ellos pueden omitir información pero no
mentir públicamente a los votantes y darle herramientas a sus contendores
electorales. Eso fue lo que vio el régimen.
Si
Usted desea invocarlo porque alguien le dijo que Guaidó tiene detenidos
los portaaviones. Le explico que le mintieron, lo dijeron Pence, Pompeo,
Bolton, Abrams, republicanos y demócratas, muchos europeos lo dijeron en
distintos idiomas y también se lo dijo todo el grupo de Lima, no hay
intervención militar en camino. Y el régimen y sus asesores externos
también lo saben.
Si
usted desea invocarlo porque ha leído analistas que sostienen que hay
portaaviones “cruzando por el estrecho”, métase en la pagina de internet
de esos portaaviones que le dirán que van rumbo al soleado mediterráneo y
al estrecho pero de Gibraltar. Y si lo hace porque le han dicho que es una
señal que cerraran la embajada, entienda usted que eso no ha pasado nunca,
no ocurrió en Trípoli hasta que entraron a la capital, no ocurrió en Iraq
y en Panamá los empleados tuvieron que usar autos alquilados y el
embajador Harris se quedó allí. Así que entienda el asunto más bien como
me lo explicó un experto: “no ha pasado nunca, simplemente no tenían como
garantizar la seguridad y Pompeo no quería que Hillary le devolviera el
favor de Bengazi en las elecciones”. Y esto también lo sabe el régimen y
sus asesores externos.
Si
usted desea invocarlo porque los políticos están tratando de matizar el
asunto explicando que “esas cosas no se hablan en público”, pues le
explico que es una mentira piadosa, usted verá ese debate como se ha visto
en todas las ocasiones anteriores, verá filtraciones reales de quienes no
están de acuerdo, formarse la coalición, conformarse lentamente la fuerza
militar, verá a varios presidentes pidiendo permiso a sus senados, verá
amenazas y escaladas militares, porque no ha ocurrido nunca en la historia
algo como lo que usted pide, que no se hiciera publico, como publico será
el debate para pedir los créditos adicionales de Trump. Y el régimen y sus
asesores externos lo saben.
Para
los irresponsables que deseen invocarlo porque así debilita a “Guaidó,
porque no está a la altura” les explico que después de Guaidó no hay nada.
O más precisamente aún después de Guaidó no hay ni una Cuba, porque
Venezuela será más bien “Cubalia”, una mezcla de esa Isla, con Somalia.
Así que no es un asunto de que si usted logra sacar del camino a Guaidó,
la comunidad internacional escogerá a su candidato, si Guaidó falla, por
culpa de sus correligionarios, lo que va quedando, del ambiguo apoyo de la
comunidad internacional, nos dará una patada en la baja espalda.
Si
usted desea invocarlo porque no le gusta ver a Guaidó con la
Unidad Democrática y cree que se necesita a un líder que no pacte con
la dirigencia democrática, con el chavismo disidente y al
chavismo originario, sino que debe ser lo contrario pues necesita un líder
que no se reúna con nadie y que gobierne solo, pues va en contra de
toda la comunidad internacional que ha solicitado precisamente esa
unidad que logró Guaidó.
Pero
si usted es político y habla públicamente del 187:11, le sugiero que no lo
haga. A los militares no les gusta que los llamen cobardes. Y déjeme
decirles algo, un amplio sector de la joven oficialidad media, no lo son.
Eso lo decían de los panameños y combatieron duramente durante horas y
algunos batallones, durante días contra un enemigo superior. Eso dijeron
algunos de los argentinos y se ganaron el respeto de los ingleses en
combate. Usted es pues, un político que constantemente llama cobardes a
sus militares y con razón no los ha convencido nunca de que lo apoyen.
Por
otra parte si usted es un político más radical y habla públicamente del
187:11, el mensaje que les llega, es que usted quiere que los maten. Y
eso, discúlpenme el sarcasmo, les gusta mucho menos a nuestros militares.
No solo le da la razón a los del régimen que sostiene que usted los odia,
sino que además los cohesiona permanentemente contra nosotros y
especialmente contra usted. Es decir, Usted pidiendo eso, nunca va a ser
su Comandante en Jefe.
Finalmente
tengo que hacer uso de una frase de Conrad Adenauer: “en la política hay
adversarios y correligionarios; estos últimos son los más peligrosos”.
Desde que Guaidó llegó a los venezolanos por sorpresa, tuvo que enfrentar
la campaña del 233 y después la otra campaña que decía que de no ser por
ellos, no se hubiera juramentado dejándolo como un político manipulable,
luego la increíblemente nefasta y gigantesca campaña de medios
internacionales emprendida contra él, para explicar que todo lo que hacía,
no venía de él sino que era una planificación de otros y eso tampoco vino
del régimen.
Luego
tuvo que soportar la campaña donde explicaban que además de manipulable,
que sus ideas eran las de otro, que era solo alguien temporal -pues no se
podía presentar a las elecciones- ¿Para que arriesgar el cuello con el
cese de la usurpación por él, si después gana otro que a lo mejor es el
que me llama cobarde o quiere que me bombardeen y no respete el acuerdo?.
Y esa campaña, tampoco vino del régimen.
Luego
ha tenido que soportar la campaña de que se ha plegado al chavismo, otra
que dice que está reunido con la unidad democrática –veladamente que es un
corrupto- otra de una “repartición de cargos” y ahora otra, que lo llama
traidor o cobarde por no apretar un botón mágico que no existe, como si
fuera posible que un Comandante en Jefe llamara a sus militares cobardes o
provocando que los bombardeen.
En
fin, ¿para que alguien va a arriesgarse a que lo torturen, si es la propia
locura opositora la que sostiene que es alguien manipulable, cuyas ideas
no son suyas, que es pasajero, que no garantizará el respeto de los
acuerdos, más de lo mismo y visto como un cobarde por los suyos y si lo
invoca quiere asesinarnos?, allí quizás tengan una respuesta más acertada
del porque no se ha logrado el cese de la usurpación. Y he aquí que el
régimen sorprendido sostiene, que ¿para qué golpear a Guaidó?, si son los
suyos los que lo están masacrando, como ha exterminado a todos sus héroes.
En
fin, volviendo a citar a Adenauer, en política “hay enemigos, enemigos
temibles y compañeros de partido”.
No
amigos lectores, no es únicamente el régimen, el que nos tiene
así. Corremos el riesgo de vivir el derrumbe de la última iniciativa, no
es que queda poco tiempo para que sobrevenga la catástrofe, es que ya
la vivimos y la diferencia entre salir o terminar de hundirnos, radica
en nosotros mismos. Detengan las campañas, si es que ya no es
demasiado tarde.
Thays
Peñalver
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