Freddy Paz 19 de abril de 2019
@freddyspaz
En
Venezuela y en el mundo la Semana Santa es la conmemoración cristiana anual de
la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret, tiempo para dedicarse a
la oración, para asumir con mucha responsabilidad obedecer a Dios y apartarnos
de la maldad, y comenzar con la misericordia de Jesús a liberar la humanidad
del pecado.
“El
fracaso de la humanidad nace en su desobediencia a Dios,” y lo observamos en la
vida antes y después de nuestro Señor Jesucristo; con consecuencias muy
dolorosas. No perderemos nuestra salvación pero sí perderemos nuestros
galardones y haremos miserable nuestra vida mientras vivamos en este mundo.
El
pecado produjo separación entre Adán y Eva. Cuando desobedecieron la voluntad
divina, dejó de reinar la paz en sus vidas. Según el antiguo testamento
bíblico, desde que Caín mató a su hermano Abel, las luchas fratricidas se han
multiplicado sobre la faz de la tierra. Nuestra historia está escrita con la
sangre vertida en la perenne lucha del hombre contra el hombre. Los conflictos
son personales, internacionales y sociales, cito, a Elsie Vega.
A
diario escucho hombres y mujeres que se me acercan para preguntarme, cuándo
salimos de éste calvario que estamos viviendo los venezolanos, dirigidos por un
gobierno repleto de pecadores, que han llenado de sufrimiento, muerte, miseria
y hambre al pueblo de Venezuela.
Los
venezolanos estamos pagando la desobediencia a Dios, nuestros propios errores,
y la irresponsabilidad de unos gobernantes malignos para la nación. Tenemos la
cruz a cuesta de éste enorme calvario, pero también tenemos dos opciones; ó
abrazamos la cruz, que nos abre la puerta a los misterios escondidos en Dios, a
las riquezas más extraordinarias de su reino, y a los niveles más altos de su
luz, para lograr con su bendición, la resurrección y la libertad de Venezuela.
Ó soltamos la cruz, y dejamos que quienes nos gobiernan terminen de destruir y
convertir a Venezuela en un gran basurero.
Venezuela
es nuestra cruz, y no podemos negociarla, ni abandonarla, debemos sacar fuerzas
y seguir luchando, y les aseguro que pronto veremos la gloria de Dios
manifestada a favor del pueblo de Venezuela.
Josías
comenzó a gobernar Jerusalén a los ocho años de edad, y su reinado duró treinta
y un años, y su éxito fue, que ni antes ni después hubo otro rey como Josías.
Que se apartara de la maldad y obedeciera a Dios con todo su corazón y con
todas sus fuerzas.
Freddy
Paz
@freddyspaz
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