José Luis Farías 10 de junio de 2013
@fariasjoseluis
Corto y
Picante:
El reciente encuentro de Jaua y Kerry
con una "agenda" para "fortalecer" las relaciones entre
Venezuela y el Imperio denotan que las cosas no andan bien. El antimperialismo
furibundo cedió el paso a carantoñas inexplicables
de Caracas hacia Washington. Jaua se ha transmutado del encapuchado
"quemacauchos" a un simulacro de diplomático. La foto haciéndole
"ojitos" a Kerry no tiene precio.
Ciertamente, Nicolás no ha dicho nada
al respecto, por ahora. Con lo cual no hay pista clara sobre el fondo del
"encuentro". Eso sí, ha reducido de manera considerable sus insultos
antiyanquis. Prueba de que los pasos del encapuchado ante el Imperio al menos
cuentan con su aceptación.
Se me podrá decir que la política
exterior del país la determina el Presidente, por lo cual no cabe la
posibilidad de que Jaua tomara la iniciativa de acercamiento al Imperio y luego
se la impusiera a Nicolás. Cierto. Pero ya se ha dicho hasta el cansancio:
Nicolás no es Chávez, cuyo poder absoluto determinaba lo internacional y lo
nacional. El poder actual está muy fracturado. No hay voz de mando. Cada quien
hace más o menos lo que le viene en gana, incluso en las materias más
delicadas. La ilegitimidad del mandatario no solo es aprovechada por la oposición
sino también por factores del régimen, como los Castro a quienes les interesa
sobre manera avanzar en el mejoramiento de sus relaciones con sus enemigos
históricos.
La fantasmagórica imagen del poder de
Nicolás está cada vez más desvirtuada. Así es vista también desde adentro. Los
ultrosos saben que pisan un terreno falso, los boliburgueses raspan la olla,
los militares deshojan la margarita y las bases rojas miran con creciente
simpatía a @hcapriles.
A todas estas, la explicación sobre el
giro proimperialista del régimen, más allá de mis anteriores especulaciones,
pareciera darla el propio Nicolás con sus denuncias, lo han
"inoculado" con el virus imperial y ni cuenta se ha dado.
@fariasjoseluis
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