Por José Sierra, 29/12/2013
Veamos un caso
emblemático, aunque a lo largo y ancho del país muchos casos similares se
repiten; Municipio Sotillo (Puerto la Cruz), Estado Anzoátegui, donde el
Alcalde electo resulto Magglio Ordoñez postulado por el PSUV:
Podemos ver con total
incredulidad que el 14 de Abril el ganador resulto Henrique Capriles, con una
mayoría contundente, pero 8 meses después el ganador fue Magglio Ordoñez por
una escasa diferencia, que por cierto si le sumamos los votos obtenidos por el
MAS y otros Partidos que se hacen llamar de oposición el resultado hubiese
favorecido al candidato de la Unidad Marcos Figueroa.
Pero el dato mas
importante es que comparando los votos del 14 de Abril con los votos del 8D,
observamos que 23.611 electores que votaron por Henrique Capriles se
abstuvieron el 8D, con una simple regla de tres resulta que la abstención de la
oposición fue de 32,18%. Mientras
que en el lado del Oficialismo la diferencia fue de 10.102 electores que
votaron por Nicolás Maduro y que no votaron por Magglio con una abstención del 16.40%.
¿Cómo podemos
interpretar esta derrota?, entrando a especular, pues habría que preguntarle a
esos 23.000 electores que dejaron de votar el 8D (cuestión que resulta
imposible) podemos mencionar un abanico de posibilidades entre las que
señalamos las siguientes:
1 El Candidato Marcos
Figueroa no era la mejor opción, o peor aún, no contó con los recursos
suficientes para llevar adelante una campaña electoral que pudiera contrarrestar
a la de Maggilo Ordoñez.
2 El mensaje de
Henrique Capriles de asumir el 8D como un plebiscito NO se entendió, NO caló,
NO convenció, NO llegó.
3 La importancia de una
elección Municipal no tiene el mismo valor para los electores que una elección
presidencial.
4 La hegemonía
comunicacional del gobierno se impuso sobre la escasa propaganda de las filas
de la Unidad.
5 La operación “Daka”
influyo de manera importante en el voto oficialista.
Pero perdimos una
oportunidad excepcional de demostrar con creces que somos mayoría y peor aún
perdimos la oportunidad de abrir un abanico de posibilidades como la Asamblea
Nacional Constituyente, los referendo revocatorios para gobernadores y
diputados, deslegitimar a Nicolás Maduro como Presidente y abrir otros
escenarios, para los cuales la participación militante y decidida de las
fuerzas opositoras son de vital importancia.
Sí existió el voto
asistido, forzado y puyado, al igual que en el resto del país, pero si una
parte importante de esos 23.000 abstencionista hubiesen votado, las trampas
conocidas no hubieran cambiado el resultado.
El gran perdedor fue el
Jefe de Campaña a nivel Nacional Henrique Capriles, muchos le dieron la
espalda, el gran ganador Nicolás Maduro legitimado en su cargo como Presidente
electo el 14A, ¿cómo podemos pensar en radicalizar la lucha política si ni
siquiera existió la voluntad militante de ir a votar?
La MUD debe entrar en
un replanteamiento de su papel más allá de lo electoral y los ciudadanos debemos
decidir de una vez por todas si nos oponemos de verdad al régimen o si esa
mayoría simplemente se considera derrotada y tendremos chavismo sin Chavéz por
muchos años mas…
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