VÍCTOR SALMERÓN jueves 9 de enero de 2014
El tiempo en que las empresas
compraban insumos y materias primas para elaborar alimentos básicos al tipo de
cambio de 6,30 bolívares por dólar comienza a quedar atrás y las divisas del
Sicad, por ahora en 11,30 bolívares, ganan peso en la economía.
Para la subasta de dólares que hará el Sicad esta semana el Banco Central convocó a las empresas que necesitan importar insumos y materias primas para producir alimentos básicos, concretamente, harina de maíz, harina de trigo, aceite de maíz, arroz, pastas alimenticias y cereales.
Se trata de alimentos de la cesta básica, con precios controlados, que hasta ahora las empresas venían elaborando con importaciones al tipo de cambio preferencial de 6,30 bolívares.
Inmerso en un desequilibrio donde los gastos superan en 15% del PIB a los ingresos el Gobierno contempla devaluar para obtener más bolívares por cada petrodólar, por lo tanto, este paso podría constituir una señal de que las divisas a 6,30 bolívares desaparecerán o serán muy escasas, y una lista de sectores que producen bienes básicos comenzarán a importar a través del Sicad.
Si bien el Gobierno incrementará sus ingresos por esta vía, el impacto negativo será un aumento en el costo de alimentos básicos ya que las empresas solicitarán revisión de los precios regulados.
Entre noviembre de 2012 y noviembre de 2013, última cifra divulgada por el Banco Central, el precio promedio de los alimentos y bebidas no alcohólicas acumula un salto de 85%.
A mediados de 2013 el Sicad sustituyó al Sitme como mecanismo para complementar la oferta de dólares y el resultado ha sido una severa contracción en las divisas disponibles para el sector privado.
Al contrastar lo ofertado por el Sicad el año pasado con las divisas vendidas por el Sitme en 2012 surge un recorte de 71%.
La indefinición
La creación del nuevo sistema cambiario con el que el Gobierno quiere aumentar la eficiencia en el reparto de las divisas marcha a paso lento y las empresas sufren un período de gran incertidumbre.
Aún no se ha creado el nuevo registro de importadores que incluirá a las empresas que podrán solicitar divisas a través de la Corporación Nacional de Comercio Exterior.
No obstante, el Gobierno ya seleccionó, sin que se conozca el criterio utilizado, a un grupo de compañías que firmaron un contrato de fiel cumplimiento para obtener divisas.
Al mismo tiempo, Cadivi continúa recibiendo solicitudes pero, explican fuentes consultadas, está prácticamente paralizada y las aprobaciones de divisas son contadas.
Un número importante de empresas permanece en el limbo. No conocen cuándo el Banco Central les permitirá participar nuevamente en las subastas del Sicad y no saben cómo obtendrán divisas para cubrir necesidades como el pago de compromisos con proveedores en el exterior.
Aura Marina Palermo, directora de AP Consulting Group, explica que "la economía sigue sin un mercado legal de dólares para que se cubran todas las necesidades. ¿Qué hacen las empresas con deuda externa? ¿Qué hace una empresa que recibió dólares en el Sicad el año pasado y aún no ha sido convocada a una nueva subasta? ¿Qué hacen las empresas que a través de Cadivi solo reciben divisas para una parte de sus requerimientos? Para estos casos no hay un mercado legal".
La indefinición ocurre en momentos en que la economía sufre una fuerte escasez de bienes básicos y los inventarios se reducen velozmente.
Las estadísticas del BCV indican que entre 2003 y 2013 el índice de escasez registró un promedio de 13,1% y al cierre de noviembre se ubicó en 22%.
La escasez se concentra en alimentos básicos y bienes de cuidado personal con precios controlados.
Para la subasta de dólares que hará el Sicad esta semana el Banco Central convocó a las empresas que necesitan importar insumos y materias primas para producir alimentos básicos, concretamente, harina de maíz, harina de trigo, aceite de maíz, arroz, pastas alimenticias y cereales.
Se trata de alimentos de la cesta básica, con precios controlados, que hasta ahora las empresas venían elaborando con importaciones al tipo de cambio preferencial de 6,30 bolívares.
Inmerso en un desequilibrio donde los gastos superan en 15% del PIB a los ingresos el Gobierno contempla devaluar para obtener más bolívares por cada petrodólar, por lo tanto, este paso podría constituir una señal de que las divisas a 6,30 bolívares desaparecerán o serán muy escasas, y una lista de sectores que producen bienes básicos comenzarán a importar a través del Sicad.
Si bien el Gobierno incrementará sus ingresos por esta vía, el impacto negativo será un aumento en el costo de alimentos básicos ya que las empresas solicitarán revisión de los precios regulados.
Entre noviembre de 2012 y noviembre de 2013, última cifra divulgada por el Banco Central, el precio promedio de los alimentos y bebidas no alcohólicas acumula un salto de 85%.
A mediados de 2013 el Sicad sustituyó al Sitme como mecanismo para complementar la oferta de dólares y el resultado ha sido una severa contracción en las divisas disponibles para el sector privado.
Al contrastar lo ofertado por el Sicad el año pasado con las divisas vendidas por el Sitme en 2012 surge un recorte de 71%.
La indefinición
La creación del nuevo sistema cambiario con el que el Gobierno quiere aumentar la eficiencia en el reparto de las divisas marcha a paso lento y las empresas sufren un período de gran incertidumbre.
Aún no se ha creado el nuevo registro de importadores que incluirá a las empresas que podrán solicitar divisas a través de la Corporación Nacional de Comercio Exterior.
No obstante, el Gobierno ya seleccionó, sin que se conozca el criterio utilizado, a un grupo de compañías que firmaron un contrato de fiel cumplimiento para obtener divisas.
Al mismo tiempo, Cadivi continúa recibiendo solicitudes pero, explican fuentes consultadas, está prácticamente paralizada y las aprobaciones de divisas son contadas.
Un número importante de empresas permanece en el limbo. No conocen cuándo el Banco Central les permitirá participar nuevamente en las subastas del Sicad y no saben cómo obtendrán divisas para cubrir necesidades como el pago de compromisos con proveedores en el exterior.
Aura Marina Palermo, directora de AP Consulting Group, explica que "la economía sigue sin un mercado legal de dólares para que se cubran todas las necesidades. ¿Qué hacen las empresas con deuda externa? ¿Qué hace una empresa que recibió dólares en el Sicad el año pasado y aún no ha sido convocada a una nueva subasta? ¿Qué hacen las empresas que a través de Cadivi solo reciben divisas para una parte de sus requerimientos? Para estos casos no hay un mercado legal".
La indefinición ocurre en momentos en que la economía sufre una fuerte escasez de bienes básicos y los inventarios se reducen velozmente.
Las estadísticas del BCV indican que entre 2003 y 2013 el índice de escasez registró un promedio de 13,1% y al cierre de noviembre se ubicó en 22%.
La escasez se concentra en alimentos básicos y bienes de cuidado personal con precios controlados.
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