Por: Heinz Dieterich
1. Maduro y el fin del
ciclo bolivariano, 1999-2015
La derrota electoral del
gobierno venezolano en diciembre 2015 será el golpe final para el Desarrollismo
y la Patria Grande, que Hugo Chávez, "Lula" da Silva y Néstor
Kirchner –con el apoyo del Socialismo del Siglo XX (Fidel, Raúl)-- pretendieron
construir. Kirchner y Chávez ya fallecieron; Lula ha dejado de ser el centro de
gravitación política del Brasil y la influencia hemisférica de Cuba es una
sombra de lo que fue. Este agotamiento de líderes gigantes y fuerzas endógenas
por la Segunda Independencia, coincide con un brusco y negativo cambio en los
flujos del capital mundial. En los últimos trece meses la fuga de capitales de
las trece economías emergentes más importantes ha sido por el orden de $940
billones, causando la devaluación generalizada de las monedas nacionales. El
dramático deterioro de los terms of trade de materias primas
"tercermundistas" (petróleo, minerales), que son vitales para las
economías latinoamericanas, multiplica el impacto recesivo de la reversión de
flujos de capital global. Todo esto ha llevado al fin de la Década de Oro del
nuevo Bolivarianismo.
2. China y América
Latina: Triunfo y Derrota Secular
Ochenta años después del
inicio de la lucha por la liberación nacional y social, dirigida por Mao Tse
Tung y el Partido Comunista, China ha triunfado. Su devaluación del yuan es la
exitosa declaración de independencia del capital financiero imperialista
occidental. Le guste a la lumpen-clase política estadounidense y Donald Trump,
o no: la larga marcha de China para recuperar su autonomía estratégica nacional
--aún con 14 millones de muertos y 80 millones de desplazados por la agresión
japonesa (1937-45)-- ha terminado. Los países latinoamericanos, en cambio,
siguen siendo esclavos de la arquitectura financiera-económica mundial. La
oportunidad histórica de los grandes promotores criollos y la bonanza de la
emergente China, han sido desperdiciadas. Queda enterrado nuevamente el sueño
de la Segunda Independencia bolivariana o socialista, y el control del
imperialismo gringo sobre el patio trasero vuelve a ser absoluto. A la luz del
diferencial de poder entre América del Norte y Sur, parece cada vez más
probable, que la liberación de los Estados vasallos latinoamericanos sólo se
dé, cuando se acabe el Imperio Gringo; en un parangón histórico con el Imperio
Romano y el Imperio Español.
3. Oligarquía y
soldadeska venezolana contribuyen a la destrucción de la Patria Grande
En la derrota de la lucha
por la soberanía hemisférica hay una trágica corresponsabilidad de la
oligarquía, de la soldadeska y del oportunismo y analfabetismo político burgués
venezolano. Aunque Cabello y Maduro y su sustrato sistémico son el punto de
viraje (tipping point) del Chavismo, se pueden diferenciar cuatro
responsabilidades distintas en la destrucción del proyecto de Hugo Chávez.
La primera y más importante
fue el golpe de Estado militar de 2002, orquestado por la oligarquía, el imperialismo,
el sindicalismo parasitario y militares corrompidos antipatrióticos, contra el
gobierno democrático, legal y legítimo de Hugo Chávez. La segunda fue el
sabotaje de la oligarquía y sus golpistas a la Comisión de Paz, que el
Presidente estableció después del fallido coup d´ etat, para lograr una nueva
unidad nacional y la reconstrucción del país. La oligarquía aceptó el plan,
sólo para después sabotearlo y volver a la subversión mediante paros y
guarimbas, como recuerda el entonces Jefe de Gabinete Económico, Felipe Pérez
Martí, a quién Chávez había puesto a la cabeza de esta operación Consenso
Nacional. Ante la reincidencia de la oligarquía en un crimen constitucional y
de traición a la Patria, Chávez pasó a la ofensiva, gobernando con el poder del
Estado y de la renta petroléra; pero, siempre dentro del marco de la
constitución. Es importante tener presente esta génesis de la tragedia
venezolana actual, cuando el país se encuentra ante una creciente ola de
intentos goebbelianos de reescribir y falsificar la historia del proceso,
incluyendo la del golpista Leopoldo López y sus cómplices nacionales (Saleh) e
internacionales (Burelli).
4. La responsabilidad
de Hugo Chávez
La tercera responsabilidad
es de Hugo Chávez. Cuando el modelo de dominación nacional, que él estableció
en 2003, empezó a agotarse estructuralmente a partir de 2009, el Presidente no
tomó las medidas para su necesaria refundación. La última cruz aparece en la
agonía del Presidente, con el imperdonable nombramiento y acceso al poder de la
dupla Maduro-Cabello. Con este nombramiento Chávez entregó el poder real del
país a la inculta soldadeska y su avatar, el subteniente anticomunista Diosdado
Cabello.
Como militar profesional,
Chávez sabía, que la capacidad de planeación y visión estratégica en
los militares sólo se da a partir del rango de teniente-coronel, pero, jamás en
un subteniente. Por eso, y por la asesoría de un país tropical, no nombró en su
testamento político televisivo a Cabello como sucesor, sino a Maduro. Pero, Maduro
nunca había trascendido el status político de un activista
"maoísta" dogmático que no lee libros. Y con los archivos "de
presión" que posee el apparatchik Cabello, estuvo claro desde el
inicio, que la inevitable dualidad del poder en la cúpula chavista, a mediano
plazo, no iba a dejar otro papel para Maduro que él de un actor cantinflesco.
5. The end of the
trail: el fin de Cabello-Maduro
Todas las grandes rebeliones
en la historia comienzan por la economía. Pero, la troika
Cabello-Maduro-Arreaza no tiene la más mínima idea de economía. No entiende que
la crematística de mercado es un sistema cibernético (de retroalimentación) que
gira en torno al llamado market clearing price. Y que su única posibilidad
de sobrevivencia política consiste en acercar gradualmente sus absurdos precios
administrativos, particularmente del dólar, a ese atractor del sistema; con
protección social adecuada para las clases populares y medias. Con el bloqueo
de este atractor megasistémico, colapsó el tejido productivo y circulatorio, de
tal forma que a la troika le quedan apenas tres opciones económicas para
diciembre: a) acudir al FMI, lo que políticamente sería su fin; b) conseguir un
crédito stand-by de 50 mil millones de dólares de China, para realizar las
reformas necesarias; aunque Venezuela todavía tiene activos estatales
monetarizables,por un monto de $60 mil millones, las discusiones internas del
gobierno chino se inclinan a cerrar la pipeline monetaria hacia ese barril sin
fondo; c) imprimir más billetes. Esto es lo que está haciendo Miraflores,
llevando al país hacia la hiperinflacíon y el colapso total.
6. El Imperio
contraataca: la inversión del desarrollismo bolivariano
El brusco cambio económico
global a favor de los países desarrollados y de China, el fin de la bonanza de los commodities latinoamericanos
y la desaparición fáctica de los promotores gigantes de la Patria Grande,
llevarán al regreso de los gobiernos neoliberales-oligárquicos
pro-imperialistas en América Latina, y la gradual paralización y reversión de
los avances en la integración hemisférica y protección social popular. En
algunas regiones, la reversión de los avances sociales desarrollistas
probablemente tendrá por corolario el uso selectivo o masivo del terrorismo de
Estado. Para Cuba y Nicaragua, la caída del "chavismo" generará un
panorama ominoso. Para la Patria Grande, ante la ausencia de movimientos de
masas organizados, líderes políticos de altura, una inteligencia
revolucionaria, con secular atraso tecnológico, una "izquierda" jurásica,
y el eclipse total de proyectos viables de autodeterminación hemisférica, hay
pocas esperanzas para la Segunda Independencia.
Ante esta dinámica,
Venezuela pudiera haber sido un factor clave anti-cíclico contra el triunfal
regreso del Tío Sam. Pero, ni la mayor riqueza petrolera del mundo, ni los
sesenta mil millones de dólares de crédito de China, ni la emergencia de un
nuevo polo de desarrollo en el sistema mundial (BRICS), son suficientes para
romper las cadenas de la esclavitud, cuando la ignorancia gobierna.
7. Intervención en la
frontera: cortina de humo
La quijotesca insistencia de
Cabello-Maduro y sus asesores externos, de poder sobrevivir al debacle
electoral de diciembre con la trillada mentira de la "guerra
económica" y de los enemigos de la Revolución, hoy día ya sólo convence al
20% de los venezolanos. Aún así siguen por la ruta del despeñadero, expulsando
brutalmente a refugiados colombianos pobres en la frontera, en nombre de la
lucha contra el paramilitarismo. Tratan de levantar una ola chovinista contra "la
oligarquía" colombiana, cuando las dos oligarquías que no tocan, son la
colombiana y la venezolana.
Declaran cada vez más
estados de emergencia en la frontera, esperando vanamente que azuzando las
fricciones con Guayana y Colombia aparezca un pretexto para postergar las
elecciones y que, milagrosamente, se recupere el precio del petróleo. Nada de
esto va a suceder y con las bayonetas y mentiras no lograrán engañar más a la
población, como muestran todas las encuestas de opinión.
Externamente hay creciente pérdida
de apoyo de la clase política latinoamericana, desde Brasil a la UNASUR,
mientras que China, lender of last resort (última fuente crediticia
mundial disponible), se aleja de un gobierno irresponsable y en caída libre,
como muestra el último viaje de Maduro sin grandes logros. Internamente crece
la frustración en sectores de las Fuerzas Armadas y el encarcelamiento de
Leopoldo López ha convertido a un señorito golpista en la preferencia electoral
opositor número uno, seguido por Henry Falcón y Capriles.
8. Nada nuevo bajo el
Sol – de América Latina
De ahí que la mesa está
puesta para un opulento banquete de la oligarquía y del imperialismo. El pueblo
ausente, pagará las cuentas y El Libertador, avergonzado por todos aquellos
que, manoseando su nombre, enterraron de nuevo a la gloriosa causa de la Patria
Grande. Nihil novum sub sole – Nada nuevo bajo el sol... de América
Latina... Por ahora.
03-09-15
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