ANTONIO MARIA DELGADO 16 de febrero de 2017
El
Departamento de Estado de la administración de Barack Obama maniobró para
ayudar a la estabilización del régimen de Nicolás Maduro, bloqueando sanciones
contra líderes chavistas involucrados en el narcotráfico y promoviendo un
desafortunado proceso de diálogo que terminó debilitando a la oposición
venezolana, dijo el ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Roger Noriega.
El
diplomático, quien lleva años promoviendo en Washington la causa democrática
venezolana, declaró en una entrevista que funcionarios de la Agencia
Estadounidense Antidrogas (DEA) y del Departamento del Tesoro habían intentado
previamente adoptar sanciones por narcotráfico contra el vicepresidente
venezolano Tareck El Aissami, pero solo después de que Donald Trump asumiera la
presidencia las medidas pudieron ser aplicadas.
“Hubo
una estrategia por parte de diplomáticos de alto rango [de la administración de
Obama] que buscaba favorecer la estabilidad del gobierno de Venezuela a costo
de la seguridad de los Estados Unidos”, manifestó Noriega, quien también se
desempeñó como embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados
Americanos (OEA).
Esta
fue una estrategia aplicada desde el Departamento de Estado que incluso era
cuestionada dentro de la propia administración, particularmente en su
insistencia de empujar a la oposición venezolana a sentarse en una mesa de
diálogo con el régimen, propuesta que involucraba suspender sus esfuerzos por
destituir a Maduro.
En
declaraciones al diario británico The Guardian, el principal asesor de
seguridad sobre América Latina del presidente Obama, Mark Feierstein, dijo que
varias agencias estadounidenses habían intentado meses atrás aplicar sanciones
contra El Aissami bajo sospecha de que era una de las principales fuerzas
detrás del narcotráfico en Venezuela.
Pero
las sanciones fueron “contenidas el año pasado” por insistencia del
Departamento de Estado por temor a que interfirieran con los esfuerzos de
diálogo entre el gobierno y la oposición, dijo Feierstein al rotativo.
Al
bloquear las sanciones, el Departamento de Estado también argumentaba que
podrían entorpecer los esfuerzos diplomáticos emprendidos para conseguir la
liberación de Joshua Holt, ciudadano estadounidense arrestado por el régimen
bajo cargos inverosímiles de terrorismo.
Pero
no todos dentro de la administración de Obama estaban de acuerdo con esa estrategia,
dijo Noriega.
“En
las últimas semanas me he reunido con funcionarios que formaban [parte del
equipo de] Barack Obama, que no podían entender qué era lo que el Departamento
de Estado estaba tratando de hacer”, dijo Noriega.
“Algunas
de estas personas dentro de la administración de Obama, que habían estado a
favor de las sanciones, estuvieron cuestionando la ejecución de un diálogo con
Maduro”, agregó.
Las
acciones de Washington también desmotivaron a que otros países y la OEA
actuaran activamente para salir en defensa de la democracia en Venezuela,
enfatizó.
Cuestionamientos
como éstos generan preguntas sobre la actuación de Thomas Shannon, el enviado
especial de Washington a Venezuela, quien dominó la política estadounidense
hacia el país petrolero durante los últimos dos años.
Fuentes
de la oposición le dijeron a el Nuevo Herald que el diplomático fue uno de los
principales promotores del diálogo, y que su gestión fue fundamental para que
algunos dirigentes políticos que tenían dudas sobre las negociaciones con
Maduro terminaran sentándose en la mesa conversaciones.
“Thomas
Shannon terminó impulsando un diálogo que no dio resultado”, manifestó Lilian
Tintori, esposa del arrestado dirigente político Leopoldo López, en una
entrevista con CNN.
Durante
la entrevista, Noriega manifestó que la administración de Obama pareció haber
estado centrada en apostar a la estabilidad de Maduro para evitar la
volatilidad que podría conllevar un cambio de régimen en el país.
“Ellos
no quería tener un colapso en Venezuela que después pudiese haber sido
interpretado como un fracaso de la administración. Pero la consecuencia de eso
fue que permitieron que la situación se deteriorara económicamente y
políticamente”, comentó.
Ese
deterioro económico y político ha tenido muy duras repercusiones sobre la
población venezolana, que ahora vive bajo condiciones de penuria y escasez de
alimentos y medicinas sin precedentes.
Noriega
señaló que la decisión de aplicar las sanciones contra El Aissami, tomada
después de la juramentación de Trump pero antes de que el nuevo presidente
comenzara a colocar a su equipo, denota que fueron los profesionales de las
agencias policiales que se encontraban dentro de la administración de Obama los
que procedieron a aplicar la medida.
“Fueron
los profesionales de carrera, los que dijeron, ‘vamos a proceder ahora y
desafiar al Departamento de Estado en su intención de bloquear esto como han
estado haciendo por el último año’ ”, explicó Noriega.
Al
finalmente colocar al dirigente chavista en su lista negra, acción que congela
sus activos, el Departamento del Tesoro confirmó que El Aissami juega un
importante papel en el tráfico internacional de drogas.
El
Aissami facilitó envíos de narcóticos desde Venezuela y ejercía control sobre
aviones que despegaban desde una base aérea venezolana, además de controlar las
rutas de droga que salía por puertos venezolanos, dijo la Oficina de Control de
Activos Extranjeros (OFAC), unidad del Departamento del Tesoro.
El
vicepresidente, quien asumiría la presidencia de Venezuela si Maduro dejara el
poder, también fue acusado de proteger a otros narcotraficantes y de trabajar
con carteles mexicanos y colombianos, indicó el anuncio de la OFAC.
Pero
El Aissami no es el único integrante del régimen bolivariano que está inmerso
en el narcotráfico, dijo Noriega, quien abogó a favor de que los organismos
policiales continúen procesando judicialmente a los líderes del chavismo que
controlan el negocio de la droga en Venezuela.
“¿Qué
pasa con Diosdado Cabello?”, preguntó Noriega en referencia al ex presidente de
la Asamblea Nacional. “Él ha sido nombrado como uno de los mayores capos de la
droga en el país y él aún no ha sido designado. ¿Quien es el que lo está
protegiendo?”.
Y la
lucha contra el narcotráfico también tiene que ser acompañada por una
estrategia hemisférica para ayudar a Venezuela a retornar al camino de la
democracia.
“Esta
acción del Tesoro es un buen inicio, pero tiene que ser implementada en el
marco de una estrategia diplomática para trabajar con vecinos para lograr que
Venezuela se obligada a cumplir con sus viejos compromisos de respetar los
principios democráticos y el respeto de los derechos humanos”, añadió.
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