Jhoalys Siverio 07 de febrero de 2020
@Jhoalys
La
gerencia estatal, con el aplauso del Ministerio del Trabajo, promueve la
creación de los “cuerpos combatientes de la clase obrera”, mientras que la
recuperación operativa queda en un segundo plano.
Ya
no solo se trata de la presencia de fuerzas militares dentro de las empresas
básicas, sino que en los últimos días los trabajadores han recibido talleres
teóricos y prácticos de adiestramiento militar, mientras la reactivación de la
producción queda en un segundo plano.
La
recuperación del parque industrial de Guayana, paralizado casi en su totalidad,
queda en un segundo plano cuando las factorías las convierten en centros de
adiestramiento militar.
El
video difundido por el presidente de Bauxilum en su cuenta en Twitter
@ErnestoPsuv, donde se observa a un grupo de trabajadores con armamento militar
generó inmediatamente reacciones de rechazo.
El
hecho no es nuevo. Lleva tiempo en las empresas básicas haciéndose talleres
teórico-práctico de lo que han denominado Método Táctico de Resistencia
Revolucionaria (MTRR), que no es más que un adiestramiento militar.
El
argumento es que serán los trabajadores los defensores y resguardadores de las
industrias, un trabajo de seguridad que no les compete.
Miembros
de la Intersectorial de Trabajadores de Guayana (ITG) se pronunciaron en
rechazo a la conformación de milicias dentro de las empresas y que se dispongan
de armas para ser usados por civiles, los mismos trabajadores que reciben
salarios paupérrimos y sin el cumplimiento de sus beneficios contractuales.
“Vemos
con tristeza que llaman a los trabajadores a formar parte de las milicias, y lo
más triste de todo es que los arman, les dan un fusil, una escopeta, para que
haya un entrenamiento. Mientras tanto los trabajadores están obteniendo
salarios pírricos que no les alcanza para comer tres días. ¿Cómo es eso que
están armando a los trabajadores, gastando tanto dinero para armas, y no tienen
para pagar salarios dignos?”, manifestó Valdemar Álvarez, trabajador de Sidor.
Incursión
en delito
El
dirigente sindical en Alcasa, Miguel Ekar, envió un mensaje al presidente de
Bauxilum, Ernesto Rivero, quien aparece en el video difundido en redes, donde
trabajadores con armamento en mano corean consignas.
“Quiero
decirle al presidente de Bauxilum que usted está cometiendo un concurso de
delito al armar a los trabajadores de esa empresa, para supuestamente enfrentar
cualquier invasión que ocurra en Venezuela. Cuando usted entrega un arma de
fuego, un fusil, a un trabajador, ya pierde la condición de trabajador y se
convierte en un paramilitar más de los que hay en las zonas al sur del estado
Bolívar”, denunció Ekar.
Aseguró
que lo que ocurre en Bauxilum y otras compañías como Ferrominera, lo
denunciarán ante organismos internacionales.
“En
vez de darles ese fusil, invertir esa cantidad de dinero en fusiles, deberían
invertirlo en mejores condiciones salariales para los trabajadores”, cuestionó
el dirigente de Alcasa.
Degraim
Marichales, miembro del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera
(Sintraferrominera), señaló que desde el 2015 se ha ido implementando la
creación de cuarteles militares dentro de las empresas por integrantes del Movimiento
21 y la Federación Bolivariana de Trabajadores (FBT), adeptos al régimen.
Para
Marichales, esta práctica de convertir a trabajadores en milicianos es con el
objetivo de hostigar a los adversarios al régimen de Nicolás Maduro y coartar
la libertad sindical.
La
militarización en las empresas
Los
entrenamientos militares y la incorporación de trabajadores en la milicia
bolivariana responden a una clara visión militarista y para muestra la recién
aprobada, de manera ilegítima, reforma de la ley de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (FANB) que incorpora a la milicia como un quinto componente de la
institución militar.
Desde
el 29 de enero se realizan en las empresas cursos en Sistema Misilístico
Antiaéreo Portátil IGLA-S y EU-23. En el caso de Bauxilum fue en las
instalaciones del Fuerte Guaraguaro, en Guri.
José
Ramón Rivero, viceministro para el Sistema Integrado de Inspección Laboral y de
la Seguridad Social, dijo en Twitter que se trata de una “formación
político-militar de los cuerpos combatientes de las empresas básicas. Rumbo a
la conformación de la primera Área de Defensa Integral y Obrera del país”, y
agregó que serían “13 mil trabajadores armados para proteger la patria
bolivariana”.
Trabajadores
también han tenido que participar en desfiles cívico-militares, como el que
hicieron el 4 de febrero, cuando se cumplió un año más de la intentona golpista
del expresidente Hugo Chávez contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
Sin
embargo, no todos participaron en ese acto. Un empleado de Alcasa con más de 30
años de servicio dijo que solo participaron los del Movimiento 21 y quienes
forman parte del plan de contingencia, aplicado desde el apagón nacional de
marzo de 2019.
“Como
trabajador activo en planta no me dejan entrar desde que hicieron esa lista. Yo
no asistí al desfile porque no soy del Movimiento 21, es el grupito de ellos
los que van a esos actos y el adiestramiento militar. Tengo compañeros que
tampoco han ido a la empresa porque les bloquearon la entrada”, dijo.
Quienes
forman parte de ese plan de contingencia reciben beneficios adicionales, de los
que no gozan el resto de la nómina, como bonos y cajas de comida. Correo del
Caroní intentó comunicarse con el presidente de Bauxilum pero no hubo
respuesta.. .
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