Páginas

jueves, 9 de enero de 2014

¿Qué significan 4,8% de inflación en noviembre y 2,2% en diciembre?

Gráfico 1: Inflación de Venezuela en contexto.
Por Anabella Abadi M. 31 de Diciembre, 2013

Luego de 20 días de retraso –las normas que regulan el INPC indican que se debe publicar dentro de los primeros 10 días de cada mes–, el Banco Central de Venezuela dio a conocer en una nota de prensa que la inflación de noviembre 2013 fue 4,8% y de 2,2% en diciembre.  Desde que se calcula el INPC en 2008, la publicación se ha retrasado en 3 ocasiones, todas en 2013: en enero de 2013, al publicarse el día 11;  en abril de 2013, al publicarse el día 15, un día después de las elecciones presidenciales; y en diciembre de 2013, al publicarse el día 30.

Con estos resultados, la inflación de 2013 cierra en 56%, la inflación anual más alta desde 1996 cuando fue 103,2%. La inflación de 2013 es equivalente a 9,5 veces la inflación promedio de Latinoamérica y el Caribe en 2012 (5,9%). A su vez, la inflación de Venezuela en 2013 fue 5 veces la estimada por el FMI para 2013 en Latinoamérica y El Caribe (10,8%), y 41 veces el promedio mundial estimado (1,4%) para el mismo año. Vale decir, la inflación anual a noviembre 2013, fue la inflación anual más alta en la historia del INPC: 58,1%.

Noviembre fue el mes de Daka, el mes de la fiscalización agresiva de establecimientos comerciales. En este período el gobierno agudizó su embestida contra lo que ha denominado la “guerra económica” mediante el anuncio de una serie de medidas que condujeron a rebajas forzadas, “rebajas voluntarias”, largas colas en diversos comercios e incluso saqueos o “compras sin pagar”. Pero, a pesar de todo este esfuerzo, la tasa de inflación disminuyó apenas 0,3 puntos porcentuales en relación con la del mes anterior y es considerablemente mayor que la observada en noviembre del 2012 (4,8% en 2013 vs 2,3% en 2012). Los sectores que más claramente fueron identificados como objetos de medidas particulares fueron: productos electrodomésticos, textiles y calzados, ferretería, juguetes y vehículos. En diciembre continuaron las fiscalizaciones, y la inflación registrada fue de 2,2%, 1,3 puntos porcentuales menor que la registrada en diciembre de 2012 (mes en que fue 3,5%).

Para entender este resultado es clave considerar que la inflación se calcula con base en la cesta del consumo promedio del venezolano, la cual se estima con una enorme encuesta que realiza el BCV y que se denomina la “Encuesta de Presupuesto Familiar” – la última se realizó en el período 2008-2009.

La canasta de bienes y servicios que sirve de base para el cálculo de la inflación está compuesta por las siguientes categorías generales cada una con un peso específico en el presupuesto familiar:

Tabla 1: estructura de gastos del venezolano.
De esta manera, por ejemplo, en noviembre 2013, equipamiento del hogar (que incluye electrodomésticos) registró una inflación en noviembre de -1,1% (único rubro que mostró disminución de precios), pero tan solo representa 4,86% del índice de precios con el que se calcula la inflación.  Alimentos, por su parte, un sector en que se realizaron inspecciones menos agresivas que las del Dakazo y que de por sí cuenta con centenares de precios regulados, representa 41,09% del índice, pero tuvo una variación de 7,5%, por lo que su contribución al valor general de la inflación fue considerablemente mayor.

De esta manera, las 5 categorías de bienes que contribuyeron con 74,6% de crecimiento de los precios en noviembre 2013 fueron: alimentos con una inflación de 7,5%, la cual aportó 3,08 puntos del total del mes; bebidas alcohólicas y tabaco con inflación  de 5,5%, aportando 0,24 puntos; vestido y calzado con inflación de 4,2%, aportando 0,21 puntos; alquiler de vivienda con inflación de 1,1%, aportando 0,05 puntos; y servicios de la vivienda (excepto teléfono) con inflación de 3,3%, aportando 0,03 puntos.
 
Gráfico 2: categorías que más contribuyeron al INPC en noviembre 2013.
En la tabla que sigue se observa como contribuyeron todas las categorías de bienes y servicios a la inflación global, su peso relativo así como la variación intermensual de precios en la categoría.
 
Tabla 2: categorías de la Canasta Básica, peso sobre el INPC e inflación.
Según los resultados publicados por el BCV, los rubros sujetos a fiscalización en noviembre 2013 fueron: vestido y calzado, equipamiento del hogar, transporte, comunicaciones y esparcimiento y cultura. Si bien los precios del equipamiento del hogar disminuyeron y los precios de los otros 4 rubros fiscalizadores desaceleraron,  su aporte conjunto al INPC es de apenas 26%. En contraste, los precios del rubro de alimentos, que aporta 41,09% al INPC, se aceleró al pasar de 5,6% en octubre a 7,5% en noviembre.

Si bien la nota de prensa del BCV no hace mención a la inflación por estratos socioeconómicos, es un hecho que los estratos con menores ingresos sufren la inflación más elevada: en el estrato I (el 25% de la población con ingresos más bajos) la inflación anual al mes de octubre 2013 fue de 57,5%, mientras que la inflación general acumulaba 51,7%. Este resultado es en buena parte producto del mayor peso que tienen los alimentos en el consumo y la compra en unidades más pequeñas (usualmente se venden a un precio mayor).
 
Tabla 3: inflación por estratos socioeconómicos
Un error común en el cual suelen caer algunos voceros gubernamentales es hablar de una caída de los precios cuando la inflación mensual disminuye.  El que la inflación sea menor que el mes anterior no significa precios menores, significa que crecieron pero menos que el mes anterior. Lo correcto es indicar que se produjo una desaceleración del crecimiento de los precios, pues recordemos que el valor de 4,8% de inflación de noviembre 2013 y el de 2,2% de diciembre 2013, significan que en promedio los precios aumentaron en ese porcentaje.

Este resultado nos recuerda que medidas como las adoptadas contra diversos establecimientos comerciales no son medidas que resuelvan el problema de la inflación –al contrario, muy probablemente agudicen el problema en los próximos meses producto de la acelerada disminución de inventarios y posible reducción en la oferta de bienes y servicios- . De hecho, en la medida en que no exista control sobre la liquidez, no se promuevan  inversiones y aumentos en la oferta en la producción local y persistan las distorsiones del mercado cambiario resulta inevitable que el problema de la inflación y escasez persista como una de las mayores dificultades económicas que afectan la calidad de vida del venezolano en el 2014.

Antes de cerrar, vale la pena hacer un breve paréntesis para hablar de una nueva metodología aplicada por el BCV: inflación contra factual. En la nota de prensa publicada, BCV afirma que: “tal y como se apreció en octubre, la especulación sobre precios de bienes y servicios se encontraba desatada, lo que hubiese podido arrojar una variación mensual cercana al 6% en noviembre. Las medidas de inspección y fiscalización permitieron contener esta tendencia en noviembre y revertirla en diciembre”. Esto es clara señal de que los resultados de las fiscalizaciones no fueron los esperados en noviembre (bastante lejano al -5% estimado por el Presidente Maduro), por lo que el INE y el BCV debieron esperar hasta diciembre para publicar un “mejor” resultado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico