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miércoles, 8 de enero de 2014

Venezuela al borde de escasez sin precedentes

ANTONIO MARIA DELGADO 07 de enero de 2014

Venezuela está a las puertas de ingresar en un período de vacas flacas sin precedentes en su historia moderna, que condenará a los venezolanos a pasar más tiempo haciendo cola frente a los supermercados que disfrutando de los pocos productos que encontrarán en los anaqueles, dijeron expertos al comentar sobre las consecuencias de los planes del régimen de Nicolás Maduro de reestringir aún más el mercado cambiario.

Analistas consultados dijeron que pese a la enorme renta petrolera que percibe el Estado, los venezolanos verán este año una escasez mayor a la que están acostumbrados y los primeros pasos del gobierno bolivariano de emprender políticas de racionamiento que les permitan administrar políticamente el desabastecimiento de los productos.

“Lo que viene ahora es un racionamiento de la oferta del sector privado. Eso va a significar racionamiento de bienes y servicios”, comentó el analista y columnista David Morán.

“No van a aplicar la tarjeta de racionamiento cubana, pero sí van a comenzar a restringir el acceso a los productos con una diversa gama de mecanismos, como los ‘chips’ que están siendo aplicados para racionar la venta de gasolina en algunos estados, la implementación de horarios para realizar las compras”, explicó.

Y algunos productos simplemente van a pasar períodos sin aparecer en las tiendas, fenómeno que ya comenzó a suceder, dijo Morán.

“La escasez del aceite de maíz ya supera el 90 por ciento. Está desaparecido casi totalmente de Venezuela”, agregó.

El que padezcan de una crisis de desabastecimiento, con proyecciones de que el índice de escasez podrían pasar del actual nivel de 20 por ciento a 40 para la segunda mitad del año, es una trágica ironía para los habitantes de un país que sigue disfrutando de una enorme bonanza petrolera.

Pero el modelo chavista, basado en la aplicación de políticas para incrementar el control del régimen sobre la actividad económica, ya no da más, en vista de la insuficiencia de la renta petrolera de satisfacer el enorme apetito fiscal de la Revolución Bolivariana, dijo Francisco Ibarra, director de la firma de asesores Econométrica.

En países con alguna racionalidad en el manejo de su política petrolera, el gobierno aplicaría drásticas medidas para reducir el déficit, pero en Venezuela la conducción económica no es aplicada para fomentar el bienestar de los ciudadanos sino para ejercer un mayor control político sobre la población, explicó Ibarra.

Actualmente, los esfuerzos del chavismo por ampliar su control sobre el sector privado están siendo aplicados principalmente a través las restricciones que impone al mercado cambiario, con el régimen decidiendo cuales empresas pueden tener acceso al tipo de cambio oficial.

Esos dólares son cruciales. En un país donde el aparato productivo ha sido atrofiado hasta la irrelevancia por 14 años de políticas revolucionarias, la importación de productos para revenderlos es una de las pocas actividades comerciales que siguen siendo viables.

Pero la situación está por empeorar, dijo Morán.

La creciente crisis de liquidez que enfrenta el régimen, con los ingresos petroleros mostrándose insuficientes para cubrir el gigantesco gasto del Estado en una proporción de 15 por ciento del PIB, está llevando a Maduro a diseñar un nuevo esquema donde el sector privado tendría un acceso aún menor a los dólares.

Los detalles del esquema aún no han sido anunciados, pero parte de lo que traerán pudo verse el lunes, en un discurso brindado por Maduro para anunciar un aumento de 10 por ciento del salario mínimo, comentó Morán.

“Maduro dijo hoy: los dólares son del gobierno. Si sobran, bueno, daremos algunos, pero los dólares son nuestros porque provienen de la renta petrolera, nos pertenece en su totalidad”, explicó.

Ibarra reiteró que las medidas que están siendo diseñadas por el régimen buscan incrementar aún más el control del Estado sobre la economía, planteamiento que terminará por empeorar el ya agudo problema de desabastecimiento de productos.

“Ellos lo que están buscando es incrementar el control del Estado sobre la economía. Eso tiene unos costos de eficiencia importantes. Si lo que vas a hacer es continuar utilizando todos estos canales que al final lo que generan es corrupción e ineficiencias. Al final, lo que vas a tener es que por cada dólar que tengas, vas a importar una fracción aún menor en productos”, dijo Ibarra.

“Eso no resuelve el problema que tiene Venezuela sobre la asignación de su divisa, sino que los agrava. Todo indica que las cosas se van a seguir deteriorando”, sostuvo Ibarra, insistiendo en que un mayor control del Estado de las importaciones derivará en mayor escasez.

Pero ese no es un tema que preocupe en gran medida al régimen bolivariano.

“El proyecto político que ellos ofrecen no es un proyecto de abundancia. No es un proyecto enfocado a la creación de condiciones para que los anaqueles estén llenos con 10 o 15 marcas diferentes del mismo producto para que el consumidor pueda elegir”, comentó Ibarra.

“Lo que ellos buscan no es otra cosa más que el control total del Estado sobre la vida de los individuos, y en particular sobre la economía. De modo que para ellos la escasez no es un problema en sí mismo. El problema es ver cómo manejan políticamente esa escasez para ejercer más control”, advirtió.


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