Por Carlos Vilchez Navamuel, 05/09/2015
El venezolano Eddie Ramírez, nos resume de
forma excepcional la historia de Pdvsa desde su nacimiento hasta el día de hoy,
empieza su escrito así: “Cuando se estatizó la industria petrolera en 1975 las
reservas eran de solo 18.000 millones de barriles, la producción era de
2.529.000 barriles por día (b/d), la capacidad de refinación era de 1.000.000
de b/d, básicamente de crudos livianos y medianos y se elaboraban mayormente
productos residuales de menor valor”.
Sí señores chavistas, Hugo Chávez no
nacionalizó la industria petrolera, quién lo hizo fue el ex presidente Carlos
Andrés Pérez y Pdvsa, como bien lo señala Ramírez “se inició como holding de 14
filiales operadoras, que gradualmente se fueron fusionando. En 1986 solo
existían Maraven, Lagoven y Corpoven, que exploraban, extraían el crudo, lo
procesaban y comercializaban. Las tres se fusionaron en 1997 en Pdvsa Petróleo
y Gas”.
La PDVSA de ayer. El mismo Ramírez explica que “Entre 1976 y
2001 los principales logros de Pdvsa fueron la creación del Cied como centro de
adiestramiento y de formación profesional, el Intevep como centro de
investigación, las reservas aumentaron a 77.784 millones de barriles, sin
incluir la Faja del Orinoco, la capacidad de refinación nacional se elevó a
1.293.400 b/d, se realizó el cambio de patrón de refinación para procesar
nuestros crudos agregándoles mayor valor y se asumió la comercialización”.
“La Pdvsa meritocrática finalizó en el
2001, con una producción de 3.267.000 b/d, una nómina propia y contratada de
69.284, para una producción por trabajador por día de 47,1 b/d, con una
capacitad de refinación nacional e internacional propia de 3.085.000 b/d y con
acceso adicional a 1.283.000 b/d de los socios. Además se construyeron cuatro mejoradores
de crudos extrapesados. Pdvsa rescató la Petroquímica. Sin duda se cometieron
errores y en algunas ocasiones se violó la meritocracia, pero los excelentes
resultados están a la vista”.
La pdvsa de ahora, la rojita. Ramírez nos
señala que esta empresa estatal “Se inició tímidamente con la presidencia de
Ciavaldini. La empresa tuvo un trauma entre febrero y abril del 2002 con la
designación como presidente de Gastón Parra, pero sobre todo por el
nombramiento de cinco directores internos, buenos profesionales, pero sin
credenciales para ocupar esos cargos, salvo la afinidad política con el
régimen. A raíz del paro cívico de diciembre del 2002, Alí Rodríguez complació
a Hugo Chávez y, en lugar de despedir a unos pocos aplicó un genocidio laboral
despidiendo a casi 23.000 trabajadores, entre ellos a 5.659 obreros. Rafael
Ramírez es el responsable de la total politización de la empresa, de su debacle
operativa y financiera y de la corrupción que impera en la misma. Eulogio Del
Pino se aprovechó de la escasez de profesionales sumisos de un régimen que
agoniza”.
Ramírez además nos explica que “En su
informe de julio 2015 a la Opep, Pdvsa reportó una producción 2.659.000 b/d,
aunque esa organización estima que son solo 2.370.000. El número de
trabajadores en Venezuela es de 172.824 trabajadores, incluyendo 30.320 que
están en actividades no petroleras. Es decir cada trabajador está produciendo
solo 15,4 barriles por día y 18,6 barriles por día si excluimos los que no
están en actividades petroleras. Vendió las refinerías en Alemania y algunas en
Estados Unidos para comprar participación en las de Cuba, Jamaica y República
Dominicana. Como resultado, en el exterior perdimos 273.000 b/d de capacidad de
refinación propia y 1.240.000 b/d de posible acceso adicional que pertenecían a
los socios. Eliminó la Orimulsión y no construyó nuevos mejoradores, por lo que
debe mezclar el petróleo extra pesado con crudo liviano que importa por no
producir suficiente. La empresa tiene una deuda financiera al 2014 de 46.153 millones
de dólares y tiene otras deudas por 40.000 millones de dólares, sin contar las
que tiene con sus socios. Además, importa gasolina, regala nuestro petróleo a
Petrocaribe, vende petróleo a futuro, tiene dos docenas de demandas en el
exterior y hay muchas denuncias de corrupción. Como logro solo exhibe unas
reservas infladas que no cumplen con los requisitos formales para clasificar
como probadas”.
La pdvsa rojita -en palabras de Ramírez- pasó
de ser una empresa líder en Latinoamérica meritocrática a una empresa al
servicio del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) triste realidad para
los venezolanos que sintieron en algún momento un orgullo inmenso porque fue
una de las empresas estatales más respetables de América Latina. Por todo esto
escribimos así, con minúscula, pdvsa.
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