Papa Francisco 11 de febrero de 2017
El
prejuicio es el acto de juzgar a alguien basándose en
su "cubierta" o por cómo se ve externamente. Es lo contrario de lo
que dice el refrán muy común:
"No
juzgues un libro por su portada".
El
prejuicio viene dado en muchas formas, siendo el racismo y la discriminación
dos principales de ellos.
El
prejuicio es, como su nombre implica, es el proceso de
"prejuzgar" algo o a alguien. Implica llega a un juicio sobre un
tema antes de aprender a reconocer el peso de la evidencia, o formar un juicio
sin experiencia directa.
Por
ejemplo: si alguien se toma el tiempo para llegar a conocer a una persona,
podría darse cuenta de que esta persona es buena en lugar de pensar al instante
(por simple apariencia) que es mala (prejuicio)
De
este prejuicio nos ha hablado un poco el Papa Francisco recientemente
en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones del 2017,
en el cual destacó:
En
tiempos en que la prensa parece alimentar un "círculo vicioso" y un
"espiral de miedo", los cristianos deben responder con reportajes
honestos que identifiquen problemas y el mal, pero también inspiren soluciones
reales
"Cada
nuevo drama que sucede en la historia del mundo se convierte también en el
escenario para una posible buena noticia, desde el momento en que el amor logra
encontrar siempre el camino del acercamiento y suscita corazones capaces de
conmoverse, rostros capaces de no desmoronarse, manos listas para construir"
Siguiendo
una larga tradición, el mensaje del Papa fue publicado el 24 de enero,
en la fiesta de san Francisco de Sales, santo patrón de los periodistas.
El
Vaticano y la mayoría de las diócesis conmemorarán la Jornada Mundial de las
Comunicaciones el 28 de mayo, el domingo anterior a Pentecostés.
El
Papa Francisco escogió como el tema de la conmemoración del 2017:
"No
temas que yo estoy contigo: Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos".
En una
carta a los directores y editores en jefe de una variedad de entidades
mediáticas, monseñor Dario Vigano, prefecto de la Secretaría para la
Comunicación del Vaticano, pidió discusión y debate sobre el mensaje del Papa y
en particular sobre el llamado papal a "una comunicación
constructiva que, rechazando los prejuicios contra los demás,
fomente una cultura del encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica
confianza".
"El
Papa Francisco no está pidiéndonos relatar el mundo de Heidi" o ningún
otro cuento de hadas, dijo el monseñor Vigiano.
Las
pruebas y los sufrimientos son parte de la vida de la gente real, pero las
historias de esas luchas también deberían "abrir espacios de esperanza".
Por
ejemplo, la historia real a fines de enero sobre un hotel en Italia central
enterrado por una avalancha después de una serie de terremotos, incluye no solo
la recuperación de los cuerpos de las víctimas, sino también historias de la
valentía de los rescatistas y de la generosidad y solidaridad de la gente de
los pueblos cercanos.
Gallagher
dijo que el mensaje del Papa Francisco es especialmente importante en
tiempos cuando la verdad de los informes noticiosos es constantemente
cuestionada y cuando "la palabra del año 2016 de los Diccionarios
Oxford" fue "postverdad".
El Papa
Francisco expresó algunas cosas muy importantes al respecto:
No
generar miedos ni apatías
Promover
la esperanza y la confianza no es fingir que el demonio no existe ni diseminar
información falsa, sino que significa identificar y reportar los males
de una manera que no "genere apatía, miedo o la idea de que el mal no
tiene límites".
Un
problema en particular hoy día es reportar tragedias y el sufrimiento humano de
una manera que casi convierte la historia en entretenimiento.
Mostrar
siempre soluciones en las noticias
Lo que
se necesita es un estilo comunicativo abierto y creativo, que no dé todo el
protagonismo al mal, sino que trate de mostrar las posibles soluciones, favoreciendo
una actitud activa y responsable en las personas a las cuales va
dirigida la noticia. La historia de Jesús es un claro ejemplo
Esta
buena noticia, que es Jesús mismo, no es buena porque esté exenta de
sufrimiento, sino porque contempla el sufrimiento en una perspectiva
más amplia, como parte integrante de su amor por el Padre y por la
humanidad.
Para
Jesús y para todos los que creen en Él, la adversidad y la cruz no son
un impedimento, sino que llevan a cabo la salvación de Dios.
La
debilidad es más fuerte que cualquier poder humano y el fracaso puede ser el
preludio del cumplimiento más grande de todas las cosas en el amor.
Fe y
confianza
La fe
le dice a los cristianos que Dios está trabajando en todo momento de la vida de
un individuo y en todo momento de la historia humana.
Esa
confianza siempre le ha dado a los cristianos esperanza, la cual es la más
humilde de las virtudes, porque permanece escondida en las encrucijadas de la
vida, pero es similar a la levadura que hace fermentar toda masa
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