domingo, 5 de febrero de 2017

¿Siembras esperanza por amor o por vanidad?, por @Pontifex_es



Papa Francisco 04 de febrero de 2017

Santo Evangelio según San Marcos 6,30-34

Jesús se compadece de su pueblo: "En aquel tiempo, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco". Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor y estuvo enseñándoles largo rato" Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco
 
Dios visita a su pueblo, en medio de su pueblo, y acercándose. Cercanía. Es la modalidad de Dios. Y después hay una expresión que se repite en la Biblia, tantas veces: «El Señor tuvo gran compasión».

La misma compasión que tenía, dice el Evangelio, cuando vio a tanta gente como ovejas sin pastor. Cuando Dios visita a su pueblo, está cerca de él, se acerca a él y siente compasión: se conmueve.

El Señor se siente profundamente conmovido, como lo estuvo ante la tumba de Lázaro. Como se conmovió aquel Padre cuando vio volver a casa a su hijo pródigo: Cercanía y compasión: así el Señor visita a su pueblo.

Y cuando nosotros queremos anunciar el Evangelio, llevar adelante la Palabra de Jesús, éste es el camino.

El otro camino es el de los maestros, el de los predicadores de aquel tiempo: los doctores de la ley, los escribas, los fariseos… Alejados del pueblo, hablaban… bien: hablaban bien. Enseñaban la ley, bien. Pero alejados. Y ésta no era una visita del Señor: era otra cosa. El pueblo no sentía esto como una gracia, porque faltaba la cercanía, faltaba la compasión, es decir, padecer con el pueblo.

[...] Cuando Dios visita a su pueblo, devuelve la esperanza al pueblo. Siempre. Se puede predicar la Palabra de Dios brillantemente: en la historia hubo tantos buenos predicadores. Pero si estos predicadores no fueron capaces de sembrar esperanza, esa prédica no sirve. Es vanidad.

Debemos pedir como gracia que nuestro testimonio de cristianos sea portador de la visita de Dios a su pueblo, es decir, de la cercanía que siembra la esperanza. (Homilía en Santa Marta, 16 de septiembre de 2014)

Oración de Sanación

Mi Señor, te doy gracias por animarme cada día a ejercer con alegría mis funciones; pero te confieso que también yo he sentido mi cuerpo fatigado, no sólo por falta de fuerzas, sino también por falta de entusiasmo.

Quiero hoy reposar sobre tu regazo, que renueves mis fuerzas y me limpies de todo aquello que no me permite ver que primero existe la compasión antes que el descanso.

Sólo Tú entiendes todo el agotamiento físico y mental a la que me he visto sometido en mi vida, pues también experimentaste la fatiga del cuerpo e invitaste a tus discípulos al descanso

Muchas veces me pregunto: ¿Cómo podré ir a casa a descansar si he visto a alguien pidiendo un trozo de pan en la calle? ¿Cómo podré reposar en mi hogar, si no he visitado a ese ser querido que se encuentra enfermo?

Señor, Tú que hiciste tanto bien, no te importó olvidarte de Ti mismo y te compadeciste de tu pueblo necesitado, te pido perdón por ser impaciente, por las veces en que he dejado a un lado la compasión por mi comodidad.

Nadie mejor que Tú conoce mis fatigas y desalientos y sabes cómo reponer mis fuerzas y levantar mi alma fatigada. Sé que a veces merezco un descanso, pero debo aprender a ser paciente.

Ven, Dios mío, ten compasión de mí y dame un corazón manso y humilde como el tuyo, un corazón capaz de amar y perdonar.

Tú eres mi escudo, oh mi dulce amor, mi fuente de Gracias eternas. Confío en tu poderosa fuerza que todo lo sana y lo magnifica. Amén.

Propósito para hoy:

Leer un pasaje del evangelio que trate sobre alguna de las curaciones que realizó Jesús, para así, comprender un poco más de él y de su misericordia. (Sugerencia: Lucas 6,6-11)

Frase de reflexión:

"El amor de Dios no es algo abstracto o genérico; el amor de Dios tiene nombre y rostro: Jesucristo". Papa Francisco

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