Por Eddie Ramírez, 11/06/2013
De acuerdo al Ilegítimo, los petróleos
despedidos de Pdvsa a raíz del paro cívico convocado por todos los factores de
la oposición, adquirieron aviones que llevarán a Colombia para desde allí
derribar al régimen bolivariano. Como el costo de esos aviones debe ser
elevado, a menos que mis compañeros hayan adquirido a precio de chatarra unos
Canberra o unos B-17 de los años 50, asumo que el pote no fue del centenar de
petroleros que están en Colombia, sino que al mismo deben haber contribuido los
otros compatriotas que laboran en 26 países.
Además, como devengan buenos sueldos acordes
con su excelente formación, pero no están “buchones” como dice Maduro quizá
pensando en las dimensiones de sus boliburgueses, deben haber invitado a
contribuir a los cubanos de Miami y, desde luego al Tio Sam. De haberlo sabido
les habría aconsejado no comprar aviones ya que la aviación no derriba
gobiernos, ni gana batallas. A lo sumo realiza labores de ablandamiento para
que avance la llamada reina de las batallas, es decir la infantería. Por el
precio de un avión han podido apertrechar a miles de “paracachitos”. No me
explico este error de mis compañeros, ya que entre ellos hay por lo menos uno
que es reconocido por ser buen planificador, pero quizá el frio bogotano afectó
su buen discernimiento. A lo mejor o a lo peor, la idea poco sensata les vino
de algunos de los que están en los países árabes que probablemente tengan el
cerebro medio achicharrado por el calor o por la falta de un buen trago de ron.
¿Quién habrá asesorado a Maduro para que
inventara lo de los aviones? José Vicente fue el primero que lo mencionó y es
sospechoso ya que en su pasantía por el Ministerio de la Defensa solo aprendió
a reprimir a ciudadanos desarmados. ¿Sería el viejito general reencauchado? No
lo creo porque él conoce de historia militar aunque se haya olvidado de los
valores cívicos que le enseñaron en su época de cadete. ¿Sería el pajarito eterno?
Tampoco lo creo, ya que era muy embustero pero sus mentiras no eran tan
estrafalarias y permitían que algunos de los suyos se las creyeran.
Bueno, ahora los petroleros tendremos que
cargar también con el sambenito de haber osado invadir “el cielo sagrado de la
patria”, además de todos lo que nos han endilgado.
Lamentablemente, parece que Colombia les está
echando la partida para atrás a mis compañeros al solicitar que la ONU
compruebe la veracidad o no de las acusaciones de Maduro. Ante esta amenaza la
opción que queda es abortar el Día D e intentar que los vendedores devuelvan lo
cancelado por los aviones. Quizá parte de ese dinero pueda destinarse a
contratar a un equipo internacional de siquiatras, porque es evidente que en
este régimen algunos deschavetados requieren de un tratamiento urgente.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico