Por Mayela Armas
El panorama para este período
es oscuro debido a que no se vislumbran correcciones en la política económica,
de manera que los venezolanos seguirán padeciendo las consecuencias de las
distorsiones de la economía.
En 2018 la crisis económica se
extiende. El Gobierno apunta a mantener los controles e incrementar las
regulaciones, lo que no corregirá los desequilibrios y las familias padecerán
una hiperinflación y severas fallas de abastecimiento de varios alimentos,
medicinas, artículos de higiene personal, entre otros rubros esenciales.
En 2017, el presidente Nicolás
Maduro dijo que sería el “primer año del arranque de los motores del nuevo
modelo económico posrentista del socialismo productivo, de recuperación y
superación de los problemas” y hasta indicó que se harían alianzas con
privados, pero sucedió lo contrario, la economía empeoró. Por tal motivo, los
analistas estiman que sin plan de ajustes, las distorsiones se profundizarán en
este período que será electoral.
¿Qué pasó en 2017?
Si 2016 fue malo con una caída
de 16,5 % del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con los datos que
notificó el Gobierno a la Comisión de Valores de Estados Unidos, 2017 fue otro
período de contracción, con hiperinflación y sanciones por parte del país
norteamericano.
A lo largo del año, el Jefe de
Estado siguió usando los poderes especiales de los decretos de emergencia de
económica para continuar con los manejos discrecionales del gasto y los
ingresos, regular la producción y obligar a las industrias a orientar más de la
mitad de lo que fabrican a los Comités Locales de Absatecimiento y Producción (Clap),
que se encargan de distribuir bolsas de comida y fiscalizar. Instancias a las
que se les ha dado más poder.
El recorte en la entrega de
dólares siguió. Durante la primera mitad del ejercicio, la asignación de
divisas fue menor y desde septiembre se paralizaron las autorizaciones a través
del mecanismo complementario, de manera que aquellos que intentan operar recurren
al mercado paralelo, cuya tasa se ha disparado y ha impactado en los
precios. Ecoanalíticaestima
que en noviembre apenas se asignaron a los privados 6 millones de dólares.
Aunque el precio del crudo fue
46,6 dólares promedio —33 % mayor que la media de 2016— la producción petrolera
estuvo por debajo de los 2 millones de barriles diarios, por lo cual los
ingresos siguieron siendo insuficientes.
El gobierno de Estados Unidos
aplicó sanciones a los funcionarios y a la nación lo que ha impactado en las
operaciones de la República y en la capacidad para levantar recursos.
En medio de la crisis, el
Ejecutivo anunció una reestructuración de la deuda pública, de la cual no hay
detalles. En los últimos meses del 2017 del servicio de la deuda, se canceló el
capital y el desembolso de los ingresos va por cuentagotas, lo que ha sido
calificado como una cesación de pagos técnica.
A la baja producción se sumó
el colapso de los servicios como el transporte y la falta de efectivo. Los
billetes son insuficientes para atender la demanda que se ha disparado por la
inflación de cuatro dígitos.
¿Qué viene para los próximos
meses?
Menos producción. En 2017 la
economía terminará con una caída de más de 10 % del PIB, según las bancas de
inversión y firmas económicas, que por ahora proyectan que en el 2018 el
retroceso estará entre 6 y 8 %, por lo cual será el quinto año de recesión. El
economista y profesor del IESA, José Manuel Puente, explica que “la crisis será
mayor y el margen de maniobra será muy limitado”.
Para este próximo período, los
sectores clave de la economía seguirán contra la pared. En la manufactura el
panorama es oscuro. En días pasados, el presidente de Conindustria, Juan Pablo
Olalquiaga, alertó que si no se corrigen las políticas oficiales más de 1000
industrias cerrarán en 2018. El economista Omar Zambrano asevera que “no habrá
posibilidades de mejoras en la producción”.
Hiperinflación. Por primera
vez el país tiene una inflación de cuatro dígitos. Desde 2015, el BCV no
publica el índice de precios al consumidor, pero los cálculos de la Asamblea
Nacional y las firmas económicas indican que los precios en 2017 avanzaron más
de 2500 %.
La merma de la producción y la
fabricación desordenada de bolívares por parte del instituto emisor para
atender las necesidades del sector público —que en 2017 subió 1300 %—
continuarán acelerando los precios y la inflación superará con creces la del
ejercicio pasado. Un informe de LatinFocus, que recoge los cálculos de
Ecoanalítica, Torino Capital, Barclays, JP Morgan entre otras firmas, destaca
que la inflación estará entre 4000 y 9000 %. Omar Zambrano destaca que “la
hiperinflación se está desatando y no tiene límite”.
Deterioro del salario. La
caída del poder de compra del salario ha sido de más de 50 % y quien devenga un
sueldo mínimo apenas puede adquirir 4,6 % de la canasta alimentaria, de manera
que la aceleración de los precios seguirá evaporando el ingreso del venezolano.
Recorte drástico de
importaciones. En 2017 las importaciones terminarían con un retroceso de más de
30 % y estarían —según las proyecciones de Ecoanalítica— en 12,7 millardos de
dólares. En ese período, el Gobierno optó por adquirir menos insumos en el
exterior con el fin de atender los pagos de deuda pública. Para el año que
inicia, las compras externas se desplomarán. El vicepresidente de Economía,
Wilmar Castro Soteldo, indicó que en 2018 tiene que haber un recorte drástico de importaciones y
anunció que el descenso será de 40 %, de manera que las adquisiciones de bienes
en el exterior estarán muy por debajo de los 10 millardos de dólares.
Más escasez. En 2017 persistió
la ausencia de algunos alimentos, medicinas y rubros de aseo por el descenso en
la entrega de billetes verdes que afectó la producción. Frente al recorte
severo de las importaciones anunciado por el Gobierno, las empresas trabajarán
a menos capacidad y las fallas de abastecimiento serán mayores, lo que
implicará la cacería de los bienes esenciales.
Desempleo. La menor actividad
industrial y comercial tendrá un impacto en el empleo. En la encuesta de
Conindustria del segundo trimestre de 2017, 56 % de las industriales indicaron
que redujeron los empleos, situación que podría acentuarse el próximo año.
Producción petrolera en crisis.
En 2017 la producción petrolera siguió en declive y en 11 meses perdió más de
400.000 barriles diarios para estar en 1,8 millones de barriles diarios,
señalan los datos de la Opep. La menor inversión, la falta de personal
calificado, las deudas con proveedores y los retrasos en labores de
mantenimiento han afectado la producción y actualmente, la gerencia de la
estatal está encabezada por militares, lo que genera dudas sobre un incremento
en la capacidad de extracción.
Ingresos a medias. La
estrechez financiera continuará, porque el flujo de ingresos no será tan
elevado. En uno de sus escenarios, Ecoanalítica proyecta los ingresos
petroleros en 24,8 millardos de dólares. El precio del crudo se estima en 47
dólares promedio. Ante la menor actividad económica, los ingresos tributarios
tampoco serán suficientes. Ya la alta inflación ha impactado a la recaudación.
José Manuel Puente agrega que “el aporte tributario será bajo, especialmente
del Impuesto sobre la Renta, porque habrá una disminución de la producción”.
Las vías para obtener más
fondos estarán limitadas. Zambrano apunta que “el Gobierno no cuenta con otras
fuentes de financiamiento, pues además tiene cerrados los mercados”.
Gestión fiscal. El 2018 es de
elecciones presidenciales, y en estas etapas, el gasto se dispara. La
administración de Maduro se enfrentará a menores ingresos ordinarios y buscará
incrementar los egresos en salarios, pensiones, misiones y funcionamiento de
los entes y empresas públicas, debido al contexto electoral.
Puente destaca que “el
Gobierno intentará gastar más y lo focalizará en los Clap y las misiones que
generan altos dividendos políticos, aunque su capacidad de gasto se verá
mermada“. El déficit persistirá y las firmas lo estiman en más de 10 % del PIB.
Fallas con el efectivo. A las
distorsiones mencionadas, se suma la crisis de efectivo. En la segunda mitad de
2017 los billetes en circulación fueron insuficientes para atender la demanda y
las dificultades aumentarán por los altos precios y la baja capacidad para
importar piezas.
Foto: Archivo Crónica.Uno
02-01-18
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