Nélida Fernández/ EFE 31 de agosto de 2018
El
diputado opositor venezolano Juan Carlos Requesens está “secuestrado” por el
Gobierno de Nicolás Maduro, que lo detuvo hace 25 días acusado de atentar
contra la vida del presidente, y desde entonces no ha podido ser visto por sus
familiares, denunció en entrevista con Efe su padre, Juan Guillermo.
“Al
principio fue una desaparición forzosa hasta que apareció, pero desde ahora
esto es un secuestro”, explica el padre, al señalar que esta es la forma
correcta para referirse al caso de su hijo, cuyos abogados solo lo han visto un
par de veces desde su detención y no han tenido acceso a su expediente.
Requesens,
legislador de 29 años y padre de dos menores, fue sorprendido en su residencia
la noche del 7 de agosto por funcionarios de inteligencia que se lo llevaron
detenido junto a su hermana Rafaela por estar presuntamente implicado en el
atentado contra Maduro ocurrido el día 4.
Rafaela
Requesens fue puesta en libertad unas dos horas después de su detención, pero
el diputado sigue encarcelado e incomunicado, según señalan sus defensores y
familiares.
“Los
abogados tienen su visita profesional los lunes y jueves y hasta ahora no ha
sido posible, y nosotros como familia no lo vemos desde el martes 7, desde el
día que lo secuestraron porque eso fue un secuestro”, insiste Juan Guillermo
Requesens que dice que desde ese día él, como padre, ha perdido peso y no
duerme bien.
La
defensa de Requesens debe hacer frente a las acusaciones que ya hizo la
Fiscalía en contra del diputado, que incluyen los delitos de “homicidio
intencional calificado en grado de frustración”, “terrorismo”, “asociación para
delinquir” y “traición a la patria”.
Tres
días después de la detención del diputado, el Gobierno difundió un vídeo en el
que se observa a Requesens, sentado frente a una cámara, asumiendo que tuvo
parte en la organización del atentado pero que actuó sin saber de qué se
trataba atendiendo a una solicitud del expresidente del Parlamento, Julio
Borges.
“El
primer video que sacan yo digo ‘este no es el hijo mío’, todo el mundo se dio
cuenta”, comenta el padre y recuerda que en uno de los dos encuentros que
sostuvo el abogado Joan García con Requesens este le dijo que no recordaba
haber grabado confesión alguna.
“Una
declaración que no fue tomada ni delante de un juez, ni delante de un fiscal,
ni delante de un abogado y no fue espontánea”, dice el padre, médico de
profesión y masón.
Asegura
que el diputado ni siquiera se acuerda de haber sido grabado confesando algo y
“más bien se indignó cuando el abogado le contó eso”.
“Eso
quiere decir y corrobora más la tesis de que Juan pudo haber sido sometido a
sustancias químicas que someten la voluntad y el paciente no se acuerda”,
apunta.
También
circuló un segundo vídeo en el que se observa a Requesens en ropa interior
aparentemente manchada de excremento sin pronunciar una palabra.
“Lo
utilizan para enviar un mensaje a la sociedad, si esto lo están haciendo con un
diputado, que quedará para los demás, trataron de humillarlo (…), a él y a sus
familiares y lo que hicieron fue fortalecerlo porque eso fue un rechazo y un
repudio a nivel mundial”, señala.
El
médico subraya que la familia está preocupada por la salud del diputado pues
hace algunos años fue sometido a una cirugía bariátrica por lo que su dieta
debe cumplirse estrictamente para evitar que se descompense.
“Nuestra
preocupación es su salud y su integridad, no sabemos cómo está él ahorita, ni
las condiciones, si está recibiendo (alimentos), porque la comida se lleva,
pero ¿se la están dando como debe ser?, no lo sé”, dice.
Para
el padre del legislador tal vez “nunca” se sepa lo que en realidad sucedió el
día del atentado contra Maduro, que en un acto con militares vio aparecer un
par de drones que explotaron en el aire y dejaron 7 heridos.
Cree
que a Requesens lo han involucrado en este atentado porque es una de las voces
más aguerridas desde la oposición política contra el Gobierno y señala que en
vista de que no se ha respetado el proceso judicial en su caso, solo les queda
recurrir a organismos internacionales.
“Este
es un trabajo lento, sabemos que no es fácil, estamos conscientes de con lo que
estamos lidiando”, dice y agrega: “Aquí juega un papel fundamental la opinión
pública internacional, el apoyo internacional es vital aquí porque sabemos que
esto jurídicamente no tiene ningún asidero”.
“Si yo
tengo que hablar con el mismísimo Hades, que es el dios del inframundo, y
caerme a piñas (golpes) con el Cancerbero, lo voy a hacer porque es la libertad
y la integridad de mi hijo y lo que el representa, lo que ha trabajado que es
la libertad de los presos políticos y la Venezuela de principios”, añade.
Dice
que “esta es una lucha del bien contra el mal, esta es una lucha de la luz
contra las tinieblas y la oscuridad”, aunque destaca que ya ve “la luz venir”.
Nélida
Fernández/EFE
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