Por Vanessa Davies
El conflicto político
venezolano está en fase de estancamiento, y es un evento electoral lo que puede
permitir romper ese statu quo que favorece al gobierno de Maduro, afirma el
director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la
UCAB. En todo caso “la respuesta no puede ser ‘no voy’, y
ya. Es ‘no voy’ y tiene que pasar algo”
Estancamiento. Esa es la
palabra que, en opinión de Benigno Alarcón, describe la pelea política
venezolana. No es su palabra preferida, pero es la que mejor ilustra la actual
situación. Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de
la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), explica –como el excelente docente
universitario que es- que en los conflictos hay tres momentos: escalada,
desescalada y estancamiento, sin un orden establecido.
En la escalada las partes
tratan de imponerse. En la desescalada optan por “dejar la confrontación atrás”
y entenderse. Durante el estancamiento puede no haber solución.
“Hoy día tienes un
estancamiento entre gobierno y oposición en el cual el gobierno domina el
poder, el territorio, las instituciones, la Fuerza Armada. Ese statu quo
favorece al gobierno”, analiza. “Ese alguien favorecido no tiene ninguna motivación
para romper el statu quo”; por eso lo habitual es que quien lo rompe sea el que
sale perdiendo, “y normalmente lo hace escalando el conflicto”.
Hay un estancamiento en el
conflicto político venezolano, asevera @benalarcon,
director del Cepyg de la @enlaucab, en
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28, 2019
Alarcón piensa que el
gobierno quería, con la negociación en Barbados, “extender el estancamiento”. E
insiste en que, para romper el statu quo, debe suceder algo “que permita volver
a escalar el conflicto”, y posiblemente sea con movilizaciones de calle.
Pero si se mira el año 2020
“el momento de escalar el conflicto puede estar dado por la elección
parlamentaria que el gobierno quiere hacer”, subraya. En todo caso, “la
escalada el año que viene pareciera que va a girar en torno a lo electoral”,
sean comicios parlamentarios, presidenciales o ambos, y que el desenlace sea
favorable a la oposición dependerá “en buena medida de la capacidad que tenga
para presionar desde dentro y desde fuera de Venezuela”.
-¿La oposición debe pensar
en participar en las parlamentarias para romper el estancamiento?
-Creo que la oposición debe
pensar en pelear condiciones para participar en la elección parlamentaria y en
la presidencial, y evaluar sus escenarios en la medida en que no logra lo
ideal, que es que haya elecciones presidenciales y parlamentarias con
condiciones. Si no puedes tener elecciones con condiciones debes empezar a
evaluar de manera realista qué puedes lograr y qué no.
Benigno Alarcón, recuerda la
lucha de los chilenos para la salida de Augusto Pinochet: Se plantearon la
salida de Pinochet, la asamblea constituyente y las elecciones, pero la
oposición no solo no lo logró, sino que aceptó que no podría. Por eso aceptó ir
al plebiscito, con los resultados conocidos. Este ejemplo podría aplicarse en
Venezuela.
“Si puedes construir el
discurso para hacer que tu gente vaya a votar ante condiciones que no son
perfectas porque el gobierno nunca te las va a dar, y crees que puedes
movilizar tu gente a votar, y además puedes contar los votos y garantizar el
resultado, debes buscar la manera de ir a esa elección”, subraya.
¿Debe participar la
oposición en elecciones parlamentarias? Depende de si tiene una estrategia,
afirma @benalarcon de
la @enlaucab https://t.co/BDkc1j2WjU pic.twitter.com/kR7aS2dPGt
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28, 2019
Lo realista, según su
visión, es que la oposición “va a tener una oportunidad de escalar el conflicto
en las elecciones parlamentarias”.
Aun cuando cree que la
oposición “debe pelear por las presidenciales y por las mejores condiciones
posibles”, no descarta que se imponga el peor escenario: “No te dan las
presidenciales y no te dan las mejores condiciones para las parlamentarias”.
Ante eso “debes tomar una decisión, y la decisión implica que midas qué
posibilidades tienes” de movilizar a la gente y tener cómo hacer un conteo
paralelo de votos. “Lo que no puedo hacer es rendirme de antemano y decir que
si no me dan exactamente todo lo que yo quiero, no voy”, porque en ese caso
“puede haber un gran retroceso”.
Los estudios de opinión que
realiza el Centro revelan que hay dos barreras para que la gente participe en
una elección. La primera de ellas es el Consejo Nacional Electoral (CNE): “La
gente de oposición tiende a decir ‘yo no voto con ese CNE’. Es una barrera
enorme que está puesta allí, el gobierno lo sabe y por eso tiene tantos
problemas para removerla”. La segunda “es la presencia de Maduro en el poder”,
porque la mayoría cree que no puede haber comicios limpios si él está.
Hay que ser realista, el
gobierno no va a permitir que haya un CNE imparcial, advierte @benalarcon,
director del Cepyg de la @enlaucab https://t.co/BDkc1j2WjU pic.twitter.com/r3XIcLsXaG
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28, 2019
A pesar de que “siendo
realista es muy difícil imaginarse que va a haber una parlamentaria para la
cual Maduro va a renunciar”, Alarcón refiere que el “cese de la usurpación”
generó gran entusiasmo. “La gente espera que el cese de la usurpación ocurra
primero, y que después venga la elección; y le cuesta digerir que pueda haber
una elección que sirva para construir el cese de la usurpación”. La
experiencia, a la que acude como guía, le indica lo contrario.
“En la mayoría de las
transiciones políticas en el mundo han sido las elecciones las que han hecho
que los gobiernos salgan. No es que los gobiernos han salido para que haya
elecciones; han sido las elecciones las que han sacado a los gobiernos”.
El profesor de la UCAB
piensa que, como un elemento más de los acuerdos de la mesa de Casa Amarilla,
ocurrirán cambios en el CNE “pero no van a generar ninguna confianza” en la
población, lo que podría dificultar aún más el escenario para los factores que
adversan a Maduro.
“El problema es que la
oposición no tiene control sobre las condiciones” y cuando eso es así “yo tengo
que decidir qué voy a hacer con esas condiciones”, y eso “va a depender de las
habilidades” que tenga.
“Yo creo que la oposición
debe prepararse para participar en condiciones adversas” en elecciones,
insiste. “Lo que nunca debe hacer es ir a una batalla que va a perder”. En
otras palabras: “Si la oposición no tiene la estrategia adecuada para
enfrentarse bajo las condiciones adversas, no tiene sentido enfrentarse”.
Para ir, para no ir a los
comicios “debe tener una estrategia”, reitera. “La respuesta no puede ser ‘no
voy’, y ya. Es ‘no voy’ y tiene que pasar algo”.
Juan Guaidó, con sus
acciones a comienzos de año, “sacudió las bases a todo el mundo, sacudió al
gobierno” y generó un efecto. Toma el ejemplo de Guaidó para insistir en que
“si la decisión es no ir” a las elecciones “debes tener algo además de no ir”.
Para Alarcón “la primera
respuesta es ir a la elección parlamentaria, ganarla y generar un conflicto a
partir de mi participación”. De lo contrario “tengo que plantear el conflicto
en un terreno donde lo pueda ganar”. Lo importante “es que tenga una
estrategia; la estrategia no puede ser no hacer nada”.
La ruta de Guaidó es “cese
de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”. ¿La reflexión de
Alarcón implica cambiar ese orden?
“Independientemente de cual
haya sido la intención de Guaidó cuando el mantra lo puso en ese orden”,
asevera, “la realidad del asunto es que rectificar es de sabios”. Y si ese
orden no funciona “uno tiene que reconocerlo y ajustar la estrategia”, y no hay
problema en hacerlo. “La estrategia es dinámica”.
El investigador y analista
también opina que el chavismo de base no se siente representado por Nicolás
Maduro y está buscando un nuevo liderazgo en este contexto.
28-10-19
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