AFP 26 de octubre de 2019
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Ante
los reiterados llamados de apoyo, la comunidad internacional debatirá el lunes
y el martes en Bruselas cómo ayudar a los países de América Latina que acogen a
los millones de venezolanos que huyen de su país por la crisis política y
humanitaria.
Unos
4,5 millones de venezolanos huyeron de su país rumbo, en un 80% de los casos, a
países de la región como Colombia o Perú, en "el desplazamiento de
personas más grande en la historia reciente de América Latina", según
Naciones Unidas.
Para
concienciar sobre la gravedad de la situación y ayudar a las sociedades de acogida,
la Unión Europea (UE) y las agencias de la ONU para las migraciones (OIM) y los
refugiados (Acnur) convocaron una conferencia internacional, sin presencia de
autoridades venezolanas.
"Los
países y comunidades de América Latina y el Caribe que han acogido a millones
de venezolanos (...) necesitan nuestro apoyo", dijo recientemente el
director de la OIM, António Vitorino, llamando a "duplicar" los
esfuerzos.
En
diciembre, Naciones Unidas pidió 738 millones de dólares para ayudar a los
venezolanos y a sus países de acogida, un monto que, para un alto funcionario
de la ONU, debería duplicarse este año por la continúa marcha de venezolanos,
que podrían llegar a los 5,3 millones.
La
"Conferencia Internacional de Solidaridad sobre la crisis de los refugiados
y los emigrantes venezolanos" no es, sin embargo, una conferencia de
donantes, aunque no se descarta que algunos países pongan cifras a su ayuda.
El
objetivo es cómo sumar a la comunidad internacional a la respuesta de los
gobiernos latinoamericanos, coordinados desde 2018 en el Proceso de Quito, a
"una crisis que tarda en resolverse", según un alto responsable
europeo.
Los
organizadores esperan, al término de la reunión en la que se abordarán las
necesidades de cada país, el eventual anuncio de una conferencia de donantes
próximamente, según fuentes comunitarias.
-
"Antídoto" contra la xenofobia -
América
Latina, que vio salir a millones de personas hacia Estados Unidos o Europa a
fines del siglo XX, está bajo la presión de atender a los venezolanos que en un
importante número están migrando por tierra, mar y aire.
Venezuela
enfrenta la peor crisis de su historia reciente con una hiperinflación, que
dificulta la adquisición de productos básicos y medicamentos, y un estancado
pulso entre el gobierno de Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó.
"Ya
no estamos hablando de una situación de emergencia, sino de un apoyo más
estructural", explicó este funcionario comunitario, precisando que las
miradas están puestas en la integración, empleo o vivienda en los países de
acogida.
Los
países de la región tendrán de hecho el protagonismo en las dos jornadas de
conferencia, una primera más técnica con el enviado especial de la ONU Eduardo
Stein y otra más política, con la presencia de ministros de Exteriores.
Aunque
aún no se conoce la lista final de participantes, se espera la presencia de
responsables de las agencias de la ONU, de oenegés, de instituciones como el
Banco Mundial, así como a los cancilleres de Colombia, Perú y Ecuador, entre
otros.
La
participación de estos tres últimos no es baladí. De los venezolanos que
huyeron de su país desde 2015, Colombia acoge a 1,4 millones, seguida de Perú
(860.000), Chile (371.000), Ecuador (330.000) y Brasil (212.000), según la OIM.
La
acción de la comunidad internacional busca también a apoyar a esas comunidades
de acogida y desactivar eventuales brotes de xenofobia, en una región que
registró en las últimas semanas importantes protestas sociales.
"La
inversión en las comunidades es clave para tener un antídoto contra el
resentimiento local que pueda surgir", según el responsable de la ONU, que
llamó a estar atentos la "evolución política en Venezuela y en toda la
región".
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