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viernes, 12 de julio de 2019

Los odiadores, por @camilodeasis




Juan Guerrero 11 de julio de 2019
@camilodeasis

Los ciudadanos lituanos en 2014 se vieron envueltos en lo que bien se podría denominar la Primera Guerra Cibernética del siglo XXI. Convertidos en modernos defensores, aguerridos y victoriosos elfos, un grupo de usuarios de las redes sociales (RRSS) se enfrentaron a sus enemigos, troles rusos, quienes guiados por la política expansionista del moderno zar imperialista, trataron de infiltrarse para desestabilizar al gobierno de Lituania.

En las RRSS se ventilan pequeñas refriegas bélicas, de carácter cibernético, pero que influyen, condicionan y generan posiciones en la toma de decisiones de Estado en política, economía y el ámbito militar. Son estás las llamadas guerras de quinta generación. Todas de forma virtual pero orientadas a desestabilizar al potencial enemigo a quien se desea vencer, dominar y controlar. Todo ello de manera muy aséptica y virtual.

Parte de estas guerras cibernéticas están siendo adelantadas usando los llamados bots –programas informáticos- para infiltrar información falsa –fake news- de manera múltiple y también con usuarios, haters –odiadores- cuya función es básicamente la de difundir odio, rabia y rencor por las RRSS.

Los odiadores son usuarios que vagan por el mundo virtual a la caza de incautos y grupos de opinión, para llamar la atención a través de mensajes que tienden a crear confusión, desconfianza, duda y provocan como respuesta, los mensajes de agresión verbal, ofensa y amenaza, generando la discordia y la ruptura de grupos comunitarios.

Son individuos políticamente incorrectos, ingeniosos, burlones, cínicos y que construyen con su humor negro, medias verdades participando en sus temas favoritos: farándula, religión y política.

Usualmente se instalan en la construcción de mensajes cortos, banales y exagerados. Sobre cualquier tema mantienen su principio que les identifica: Haters gonna hate; es la premisa de todo hater. Sea cual sea el motivo, un odiador siempre te va a odiar. Esa es su obsesión.
Porque los odiadores siempre van a creer tener la razón y para ello provocan al Otro buscando la manera de ridiculizarlo y resaltar sus posibles flancos débiles, que siempre serán objeto de burla.

Todo tema de actualidad viene a ser considerado por un odiador, porque a través de ellos se siente con derecho a opinar esperando que el ingenuo usuario responda para, inmediatamente, construir mensajes para exponerlo al escarnio público con frases de odio, ironía y burla.
Los odiadores en las RRSS siempre te van a odiar, no importa lo que hagas para convencerles. Su principio y fin será generar odio, discordia, disputa, división y rencor. Esa es su naturaleza. Para ello, sino le invitan ellos se inmiscuyen en las conversaciones de los grupos de opinión, sea por WA o TW o TG, sus más buscados medios y canales de difusión.

El odiador demoniza al semejante. Busca cualquier flanco débil del Otro para descalificarlo, ridiculizarlo y dejarlo en evidencia. La ironía, la burla constante y su fino humor negro le caracterizan. Nunca busca ser convencido porque su naturaleza es la de aparecer siempre como lo que es, un odiador de oficio.

En años recientes a los odiadores se les ha estado controlando, bien con denuncias, la generación de códigos de ética, o bien con lo más sencillo, unfollow o bloqueo como mecanismos de control.

Para algunos usuarios estos odiadores bien pueden ser objeto de tratamiento psicológico por aparecer como alterados mentalmente. Sin embargo, ello no es tan sencillo ni tan simple. La realidad es mucho más compleja si se indaga a mayor profundidad de las aparentes simplicidades. En ello actúan redes de redes que tejen una descomunal telaraña de intereses, con ganancias no solo que monetizan, también montan y quitan gobiernos, crean guerras reales y controlan poblaciones en todo el mundo.

Es difícil la existencia de los odiadores en las RRSS. Porque si bien ellos pululan en el mundo virtual de las RRSS. Su desenvolvimiento cotidiano en ellas, se realiza en el propio margen, borderline, entre la verdad-mentira que es la realidad-virtual de eso llamado, postverdad. Esa categoría de creencia de lo semejante, parecido a lo verdadero que se fortalece cada día y se potencia a través del tratamiento formal de las fake news y el avatar de quien construye su otro rostro y su otro nombre.

Juan Guerrero
@camilodeasis

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