Ana
Karina García 11 de julio de 2019
@anak14
Empezare
este artículo confesándoles que no entendía por qué el exilio había convertido
a Romulo Betancourt en el gran hombre que instauró la democracia, hoy luego de
más de año y medio lejos de mi tierra, siento que comienzan haber destellos de
esa explicación. El exilio hace que tu patria esté siempre en tu cabeza, no
importa la experiencia, ni lo que hagas siempre está presente esa tierra a la
que hoy no puedes volver.
Tu
cabeza está permanentemente llena de incertidumbre, de preguntas, de anhelos y
de sueños de regreso a la tierra que te vio nacer, eso es peligroso sino lo
sabes manejar, pero si lo haces es todo lo contrario si aquello lo transformas
en positivo es una gran forma de soñar y diseñar lo que a futuro se quiere
construir.
Y así
es como cada experiencia en este exilio en Colombia, se ha convertido en un
aprendizaje para regalarle a mi amada Venezuela.
Esta
semana he podido conocer la ciudad de. Medellín, desde su modelo de desarrollo
que lo sacó de la violencia extrema de los años 90, y lo convirtió en una de
más ciudades con mayor reconocimiento de gestión de America Latina.
Comencemos
por la base de todo, que es crear instituciones, las cuales no cambien con el
pasar de los gobernantes, sino que sin importar quien sea el alcalde, la ciudad
está pensada y planificada. ¿Cómo se hizo esto?
1) Se construyó el concepto de ciudad
entre todos los sectores, hasta un punto que las decisiones no se toman solo
desde el sector público, por ejemplo: El CUEE un consejo que se reúne
continuamente entre la Universidad, la empresa privada y la Alcaldía, para
pensar la ciudad, cosas como la planificación de inversión en educación e
innovación, se debate en ese espacio, por lo que se invierte en becas de
educación, no solo profesional sino de educación para el trabajo, pero de la
mano de las empresas, por ende esos jóvenes que se gradúan entran
automáticamente a trabajar en una empresa, y cada vez que tú educas e integras
al sistema laboral a un miembro de la familia, estás asegurando que el grupo
familiar completo salga de la pobreza.
2) Por otro lado se inculcó la
planificación estratégica a largo plazo, lo vemos en la empresa metro, la cual
no es solo una empresa pública que tiene en sus manos la construcción y
operación del metro, sino que planifica la movilidad de la ciudad y en función
de ello, va creando sin importar el gobierno del momento lo necesario para que
la movilidad sea integrada y sostenible. Su planificación por ejemplo cuando
comenzó fue a 30 años, lo que permitió pensar la ciudad. Pero eso no es el
mayor éxito, aunque es muy importante, sino la cultura ciudadana que
construyen, ¿sabias que 5 años antes de tener el metro de Medellín ellos
estaban inculcando la cultura metro? Pues si, ellos primero enseñaron a la
gente a cuidar el metro, antes de tenerlo, lo que permitió que cuando esta
infraestructura llegara, ya la ciudadanía tuviera la cultura ciudadana
necesaria. Otra cosa fundamental de este sistema, es que ellos antes de
construir una nueva obra, impactan socialmente el espacio donde van a
construir, por ende esta empresa para el ciudadano no es solo la que lleva
movilidad para la gente sino que es la que con transformación de espacios, crea
desarrollo social.
3) Por último la construcción de lo social
por encima de cualquier cosa, de la mano de la comunidad, y ese es el ejemplo
de otra institución, que es la empresa EPM, la que presta todos los servicios
públicos a la ciudad, agua, luz y gas. Aunque esta es una empresa pública usa
todos los conceptos de eficiencia, calidad y mejora, entre otros, del modelo
privado, lo mezcla con el concepto de impacto social que viene de la
administración pública lo que ha permitido no sólo el manejo eficiente de la
empresa en términos monetarios, sino que también le ha cambiado la vida a la
gente. A través de las ganancias de EPM pueden hacer grandes inversiones para
Medellín como por ejemplo el llevar agua potable a las .zonas más marginadas
cambiando la vida de la gente.
Ahora
la creación de instituciones, planificadas con impacto social, van de la mano
de la cultura ciudadana, nos cuentan que años atrás todo el mundo creía que era
imposible, lograr cultura ciudadana en Medellín, y hoy inclusive tienen tiendas
de confianza y Buses de confianza, es un sistema en el cual nadie cobra, si no
que la misma gente toma lo que compra y deja lo que cuesta en la caja de la
tienda, y lo mismo en el bus pero con los pasajes, tú entras libre al bus y hay
una caja en la cual dejas el dinero del pasaje, el éxito de este programa es de
más del 90% lo que no solo demuestra los valores que se lograron crear en esa
sociedad, sino que crea percepción de seguridad, y ayuda a mejorar el capital
social y relacional de la ciudad.
Pero
en Medellín no todo es perfecto, sigue teniendo problemas como en toda ciudad,
la única diferencia es que los afrontan todos en conjunto, entendiendo que una
ciudad se construye entre todos y no solo desde la alcaldía, solo es posible
lograr las cosas si todos los sectores entienden que la ciudad exitosa depende
de lo que cada uno le aporta a ella.
Esta
experiencia, me dio grandes aprendizajes, que voy a guardar y profundizar, para
poder regresar y aplicar a mi amada Venezuela, comenzando por su capital que
tanta transformación necesita hoy en día.
Pero
quiero cerrar con una reflexión, algunos me decían porque pensar en la
transformación de Venezuela y sus ciudades si no hemos salido de la dictadura,
y que me pensandolo y quiero compartirles mi conclusión. El problema en
Venezuela no es solo que Maduro y sus amigos delincuentes estén en Miraflores,
es que ese sistema de delincuencia, deshonestidad, se ha metido
estructuralmente en la vida de los venezolanos, para las nuevas generaciones no
hay referentes morales, todo se vale para sobrevivir, la verdad, transparencia
y colectividad, no es la prioridad en el comportamiento, por lo que
lamentablemente no solo hay que luchar contra una dictadura sino contra un
sistema político que se ha incrustado en nuestra sociedad, y una de las formas
para lograr eso es creando modelos posibles, referentes éticos y sobre todo
cambiando nuestra mentalidad de crítica destructiva a una constructiva, no es
callar frente a lo que está mal, es decir lo que está mal, de la mano de una
propuesta y de la voluntad de hacerla realidad.
Lo más
importante que hizo todo esto posible es que cuando Medellín estaba en sus días
más oscuros, inmersos en la violencia, se atrevieron a soñar una Medellin
diferente, por eso estoy convencida que todo esto es posible en nuestro país,
si cada Venezolano fuera y dentro se atreve a soñar algo diferente para
Venezuela, para juntos hacerla posible.
Ana
Karina Garcia
@anak14
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