Por Henrique Capriles
Hoy más que nunca los
venezolanos tenemos que recordar nuestros valores democráticos, en contraste
con las intenciones del régimen de perpetuarse a toda costa en el poder.
El gobierno hoy celebra un
intento de Golpe de Estado que perpetraron hace 26 años, como si se tratase de
una gesta libertadora. Y lo hacen porque no creen en el respeto a la
Constitución ni a las leyes.
Este sábado y domingo miles
de venezolanos se preparaban para dar un testimonio de democracia, ofreciendo
su apoyo a un partido político que tenía derecho a un reparo para completar las
firmas para otra validación. Pero entre gallos y media noche, como es
costumbre, le quitaron a Primero Justicia esa opción.
El gobierno opresor,
pretende impedir que el pueblo ejerza sus derechos constitucionales y busca
desaparecer a los partidos políticos, que son fuerza y pilar fundamental de
todo sistema democrático.
Su desprecio por la
democracia, que los llevó a ir contra la Constitución aquel 4 de febrero, es el
mismo que los mueve a tratar de imponerse a la fuerza. Sin el apoyo popular
insisten en dar una y otra vez un golpe contra el pueblo. No tiene otro nombre
lo que están haciendo.
Un país donde la persecución
y las detenciones arbitrarias están a la orden del día. Sólo esta semana 14
políticos fueron privados de libertad por pensar distinto, entre ellos Enrique
Aristeguieta Gramcko, un señor de 85 años; así actúa un régimen desesperado.
No es nueva la pretensión de
regímenes como éste de disfrazarse de democráticos celebrando elecciones.
Maduro se jacta de la cantidad de comicios que se convocan, pero lo que importa
no es la cantidad sino la calidad y las condiciones.
Una consulta sin garantías
para la participación, sin libertad para el ejercicio del voto y sin respeto a
la voluntad del pueblo, no son elecciones.
Está cantado lo que quieren
hacer y es contundente la advertencia que han recibido. Cada vez son más los
gobiernos que han adelantado que no reconocerán un resultado surgido de unas
elecciones sin las condiciones necesarias.
La realidad es que Maduro no
quiere elecciones libres y democráticas, porque sabe que las perdería y
mientras más tiempo pase más dura sería su derrota.
Es por eso que salen con un
adelanto de elecciones ilegal que además mantiene intacta la fecha para la
juramentación de un nuevo Presidente. ¿Dónde se ha visto un proceso de
transición tan largo? ¿Qué sentido tiene adelantar los comicios? ¿Dónde está la
Constitución en eso?
Nuestro Libertador dijo,
“tenemos que hacer un gobierno que haga triunfar la libertad y la igualdad bajo
el imperio de leyes inexorables”. Eso queremos los venezolanos y para lograrlo,
antes que nada, tenemos que cambiar este gobierno.
Insisto, no se puede perder
tiempo. Estamos en una cuenta regresiva y los venezolanos necesitan una
respuesta de quienes creen en la democracia y en el cambio.
Quienes aspiran ser
candidatos presidenciales deben demostrar liderazgo en esta etapa en la que
Venezuela reclama YA un acuerdo. ¿Qué esperamos? El gobierno ya tiene
candidato, el peor de todos, y el país que quiere cambio, que es la inmensa
mayoría, necesita conocer quién es el que se va a plantar frente a sus
intenciones de perpetuarse en el poder.
Venezuela espera que quienes
tienen la intención de presentarse a una elección presidencial, lideren la
lucha por unas condiciones electorales que nos permitan rescatar el voto y la
democracia, que se nos presente una ruta clara de cómo vamos a devolverle el
país a los venezolanos.
Esto no lo digo con una
aspiración personal porque el país y el mundo saben que me encuentro injusta e
ilegalmente inhabilitado por este régimen. No me mueve otra cosa más que
construir en unidad el camino del cambio para los venezolanos que hoy viven en
las peores condiciones.
Hay que tomar una decisión
ahora. Tenemos que poner las diferencias a un lado, por legítimas que sean,
para sacar al país del hueco en el que lo ha metido el gobierno.
Maduro y su cúpula se las
dan de guapos y apoyados, pero a lo interno, están buscando cómo sostenerse así
sea llevándose por delante la Constitución y los derechos de los venezolanos,
con un proceso electoral que no sea libre, democrático y transparente.
Pretenden seguir adelante
con un parapeto de elección. Y allí cabría plantearse si ir o no a un proceso
viciado. Entretanto tenemos que seguir trabajando para concebir una estrategia
común y estar preparados para todos los escenarios.
Ante esto es importante la
reflexión de quienes se dicen de oposición pero se empeñan en destruir
cualquier opción distinta a Maduro. Piensen a quién benefician con eso. Nadie
es perfecto, pero en una coyuntura como esta, si la oposición está dividida no
tendremos opción y el más perjudicado será el pueblo.
Estamos en una encrucijada
que requiere decisión y unión. Amerita un líder, un vocero. Yo estoy dispuesto
a hacer todo a mi alcance para que esa persona, llámese como se llame, permita
que Venezuela cambie.
Somos un país donde la
inmensa mayoría quiere un cambio democrático y lo que propongo es que
rescatemos el derecho al voto, tengamos elecciones libres, democráticas y
limpias.
Creo en los cambios
pacíficos, constitucionales, electorales y democráticos. No creo en los atajos.
¡Nací en democracia, quiero vivir y morir en democracia! Y sé que así piensa la
mayoría de los venezolanos.
Gastemos la energía en
buscar una sola solución unidos y en pedir a Dios que nos ilumine en nuestro
camino.
¡Que Dios bendiga a nuestra
Venezuela!
04-02-18
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