Por Rafael Viloria
En Venezuela por todos los
medios se conoce la existencia real de una crisis de carácter
social, económico y político integral, cuando leemos, oímos o vemos tal
situación la consideramos dañina perversa que afecta a cualquier nivel de la
sociedad en su conjunto. Esta crisis ha conducido al país a la
existencia de contar con un flagelo incontenible que todos rechazamos y
culpamos al sistema político.
Plantear el mensaje de
bienvenida la crisis, no pareciera coherente con la calificación que de ella se
deriva. No obstante al margen de ello a riesgo de que genere una severa
controversia; quien este artículo escribe me atrevo a darle la bienvenida a la
crisis.
Creo que los
venezolanos tenemos que obligatoriamente poner nuestros cerebros
fríos y nuestros corazones bien calientes si queremos entrar en el
tema de la situación actual existentes.
Quizás no sea fácil entrar
al epicentro de los niveles de responsables del flagelo existente, un sector de
la sociedad afirma que el culpable es el gobierno nacional; este por su
parte culpa a sectores extranjeros que han desarrollado una guerra económica
que a la postre ha desencadenado más allá de una clásica inflación,
una hiperinflación implacable; que muestra un país inmerso en un conjunto de
vicisitudes, difíciles de superar.
Venezuela ha sido un país
eternamente dependiente, quien depende no es libre, no puede vivir en libertad,
porque siempre será subalterno de ella.
Los venezolanos tenemos que
convertir la crisis en una oportunidad para desarrollar la verdadera
revolución social democrática de cambios, innovaciones y transformaciones
sociales. Por eso bienvenida la crisis ello implica trazar una
planificación estratégica en el marco de una visión
política acompañada de una misión suficientemente enérgica hacia el
logro de la visión trazada
La oportunidad está frente a
nosotros y no la podemos desaprovechar, claro que para ello tenemos que
tomar conciencia plena de la situación existente.
Tenemos un país que camina
hacia su propio exterminio social. Seremos todos responsables, si no
despertamos, reaccionamos y actuamos con decisión y coraje a corto, mediano y
largo plazo en el marco de la visión que como pueblo pongamos en
marcha.
Siete días antes de que el
genio de América lanzara su última proclama “si mi muerte
contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión. Yo
bajare tranquilo al sepulcro”. Ahí estaba la clave, está y seguirá estando (la
unión) si los venezolanos tomamos conciencia que más que un problema de
partidos políticos de gobierno, es un problema de todos los venezolanos que
hacen causa común para rescatar el país con el concurso de todos.
Ahora no se trata de esperar
el mesías, salvadores de un asunto que a todos nos corresponde hacer, solo hay
que despertar, reaccionar y actuar diligentemente en compañía de
quienes no nos separan las conductas raciales, que por naturaleza debemos
rechazar ahora no se trata de montarnos colectivamente en una cacería de bruja
de culpables o inocentes ahora se trata de reencontrarnos y rescatar el
terreno perdido y reconstruir la patria que a todos nos pertenece por eso hay
que darle “la Bienvenida a la crisis” convertirla en
la oportunidad para desarrollar un proceso donde todos tengamos la
oportunidad de participar activamente en su proceso
de transición, la palabra la tenemos nosotros mismos.
No hay que
olvidar que muchos de lo que aquí ocurre, quizás
nosotros tengamos mucho que ver por haber mostrado una CONDUCTA
CONTEMPLATIVA, PASIVA Y CELESTINA, no queriendo despertar,
reaccionar y actuar frente a la realidad existente, por
eso la revolución social y democrática será la tarea que todos
debemos emprender colectivamente
Ex – presidente de CECONAVE
05-04-19
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