Carlos Romero Mendoza 05 de mayo de 2014
@carome31
El
bombardeo de información sobre la Consulta Nacional por la Calidad Educativa,
llevó a un grupo de padres, madres y representantes, a realizar una jornada
privada de 2 horas, en la cual, más de 50 padres, madres y representantes, se
reunieron para conocer las preguntas que se formularán en la Consulta,
utilizando a tal fin, el material que ha sido publicado en esta materia.
El
objetivo de la reunión era generar un espacio para poder hacer un juicio
crítico sobre la Consulta y aclarar algunas informaciones. En este
sentido, los padres, madres y representantes de distintos colegios, pudieron
confirmar en esa jornada, que la Consulta es voluntaria, por lo tanto es válido
que algunos no quieran participar en ella; pero además, que la información
directa más efectiva la tienen los directores pues son ellos quienes definen el
día en el que se realizará la Consulta. Los documentos que se han publicado
sobre la consulta, advierten que los facilitadores para la consulta no son
externos, sino que serán los mismos docentes del instituto educativo
respectivo.
Las
preguntas se han agrupado por niveles de educación, por esa razón, en la
jornada, se organizaron distintos grupos para la lectura y análisis de las
preguntas, entre las cuales, se puede citar por ejemplo las preguntas
orientadas a 4, 5 y 6 grado de básica: 1-¿Cómo te gustaría que fuera
el colegio?. 2.- ¿Qué te gustaría aprender en tú escuela?. 3.-¿Cómo te
gustarían que fueran tus maestros?. 4.- ¿Cómo te gustaría que pudieran
participar los estudiantes en la organización y funcionamiento de la escuela?.
En
la jornada hubo una sesión plenaria para recoger observaciones y procesarlas
ante especialistas en la materia, en ella se observó, que la preguntas son
abiertas, y que se trata de una consulta cualitativa; ello generó la inquietud
en relación a la transparencia en el proceso de su sistematización para el
informe respectivo.
Para
los participantes, las preguntas que se formulan en la Consulta, no facilitan
la tarea de comprender la relación entre las mismas con el objetivo final de
este proceso, que es desarrollar un Currículo Bolivariano, como expresamente lo
ha señalado el ministro Héctor Rodríguez, y que coincide con el Plan de la
Patria.
En
esta jornada, se reiteró que hasta la fecha, no hay información alguna que
permita entender cuál es el rol de los padres, madres y representantes en esta
consulta. Así como los estudiantes tienen algo que decir, los padres, madres y
representantes también. La Ley Orgánica de Educación (LOE) a
lo largo de sus normas sólo menciona en dos oportunidades a los padres, madres
y representantes, a lo largo de todo el texto se refiere es a “familia”.
En
una primera mención, la LOE recuerda a los padres, madres y representantes que
la educación es un deber social y en la segunda mención, identifica que los
padres, madres y representantes son integrantes de la Comunidad
Educativa. Por lo tanto, como integrantes de la Comunidad Educativa y en
nuestro derecho a participar activamente en el proceso educativo de nuestros
hijos, según nos dice la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y
Adolescentes (LOPNA), no resulta fácil entender las razones por las cuales no
participan los padres, madres y representantes en la Consulta.
La
LOE establece que la familia tiene el deber, el derecho y la responsabilidad,
en la orientación y formación en principios, valores, creencias, actitudes y
hábitos en los niños, adolescentes, jóvenes y adultos, para cultivar respeto,
amor, honestidad, tolerancia, reflexión, participación, independencia y
aceptación. Además, reconoce que la familia es corresponsable junto
a la escuela, la sociedad y el Estado del proceso de educación ciudadana y
desarrollo integral de sus integrantes.
La
Consulta es un proceso de formación ciudadana, en tal sentido demanda
importante niveles de transparencia y, considerando que los padres, madres y
representantes, junto a los estudiantes integran, en principio, un núcleo
familiar, perfectamente la metodología desarrollada para la Consulta podría
haber buscado la participación a través de la familia o bien haber incluido
desde un inicio a los padres, madres y representantes.
El
único rol que en la práctica pueden asumir de inmediato los padres, madres y
representantes, es organizarse por colegio y desarrollar una tarea de
observación sistemática de todo el proceso de Consulta, como una estrategia
cívica de evaluar los niveles de transparencia y de libertad en la
participación de los consultados; además, es la manera más adecuada de velar
porque el informe final sea coherente con lo que realmente respondieron los
consultados. Es importante advertir que si bien hay existe la libertad para
decidir participar o no en la consulta, al final del proceso un nuevo currículo
obligará a todos por igual.
Por
lo tanto, y en vista de lo señalado, la primera tarea de los padres, madres y
representantes es ejercer el derecho a recibir información de manera oportuna
en cuanto al cuándo se realizará la consulta y cómo será aplicada; pero además,
aclarar la forma como se procesarán los resultados y su publicidad, es decir, sería
importante que cada instituto educativo compartiera con la Comunidad Educativa
los resultados procesados como requisito para garantizar la transparencia en la
participación. Sin información y sin garantías de transparencia, no
hay elementos suficientes para generar confianza en la participación y ello es
responsabilidad del cuerpo directivo del colegio.
Los
padres, madres y representantes, no deben abandonar los institutos educativos,
independientemente a la participación del representado en la consulta, la tarea
de levantar un informe con observaciones sobre el desarrollo de las distintas etapas
de la Consulta en el instituto educativo respectivo, es decir: antes, durante y
después de la misma, resulta esencial para poder argumentar con juicios
críticos el valor y la utilidad práctica de esa Consulta. Pero además,
esta labor, permitirá asumir de manera legal, la defensa por la pluralidad en
la educación.
Una
contraloría social, o un proceso de observación sobre la Consulta, debe
registrar en principio lo que sucedió en cuanto a la calidad de la información
recibida antes, durante y después de la Consulta. Así como también, con
los resultados de la observación directa al proceso de realización de la propia
consulta el día establecido, que permita concluir si se evidenció, por ejemplo, claridad
y buen manejo de la metodología; por último, debe incorporar la calidad de la
información recibida sobre el procesamiento y resultados de la consulta
realizada en el instituto educativo en particular.
Un
informe de esta naturaleza puede agregar las observaciones de los padres,
madres y representantes sobre la calidad educativa, y puede ser entregado como
resultado de un proceso de observación sistemático y organizado al propio
Ministerio de Educación, a los responsables de la Consulta, a la zona
educativa respectiva y al propio Instituto Educativo, recordándoles a éstos
actores educativos, que los padres, madres y representantes como integrantes de
la comunidad educativa, tienen algo que decir en esta Consulta.
La
defensa de la pluralidad educativa requiere argumentos críticos, exigir
organizadamente la información necesaria, y además, debe sustentarse
objetivamente para poder elevar reclamos válidos ante las autoridades
educativas sean nacionales, regionales o locales. Vivimos momentos
confusos como sociedad, el reto es organizarnos para evitar que nos participen
los cambios y sólo involucrándonos podremos lograrlo.
@carome31
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