Daniel García Marco 06 de marzo de 2018
@danigmarco
Más
allá del dolor por la separación, la diáspora de venezolanos tiene
consecuencias positivas para los que se quedan.
"Estamos
aplicando el método de supervivencia. Nosotros salimos con la idea de lanzar el
salvavidas a nuestras familias", me dice práctica una amiga que abandona
Venezuela con su esposo y su hijo y deja a sus padres en Caracas.
En la
decisión que cada vez más venezolanos toman para escapar de la crisis y la
hiperinflación pesa la posibilidad de ser desde lejos el sustento de las
familias que permanecen.
¿Cómo?
Con el envío de remesas.
Hasta
hace pocos años, uno de los problemas de Venezuela era la salida de capitales.
Ahora empieza a convertirse en un país receptor de remesas desde Estados
Unidos, Francia, Panamá, Colombia, Argentina...
Pese a
que aún está muy por debajo de países que tradicionalmente reciben remesas como
El Salvador, Honduras o México, la tendencia es creciente.
"En
este proceso agresivo de emigración, el concepto de remesa empieza a ser
relevante", afirma a BBC Mundo el economista Asdrúbal Oliveros,
director de la firma de asesoría económica Ecoanalítica.
Y hay
algo que hace especial al proceso en Venezuela y que dificulta la
cuantificación oficial. El 80% de los envíos llega por fuera
de los conductos oficiales, según la estimación de Oliveros.
Dos
cambios muy distintos
El
motivo es el control cambiario del gobierno. Mientras la tasa oficial de cambio
del dólar está en el momento de escribir este artículo en unos 43.000
bolívares; en el mercado negro, el de referencia en la calle, supera
los 214.000.
"La
diferencia es tan abismal que nadie va a usar una ruta legal en la que perdería
una gran cantidad de dinero", afirma el economista y encuestador Luis
Vicente León, que también está estudiando el fenómeno.
El
gobierno considera ese indicador del mercado paralelo dado por la web DolarToday como
"dólar criminal" y lo culpa de la hiperinflación
"inducida".
Los
expertos sostienen que, pese a que puede haber cierta especulación, es el mejor
indicador de la oferta y demanda de dólares.
Y ante
la devaluación del bolívar, todo el que puede busca refugio en otra moneda.
Formas
de que llegue el dinero
Crece
la diáspora y el envío de remesas. Y con ellas, negocios que buscan satisfacer
las necesidades de los emigrados.
La web
Small World permite a Nicole cambiar libras a través de la cuenta de su prima
en Reino Unido por una pequeña comisión. Los bolívares le
llegan a su cuenta en Venezuela con un tipo algo por debajo de la tasa en el
mercado negro.
No es
el caso de Western Union, una de las principales empresas de envío
de dinero en el mundo, que estaría obligada a hacer uso del cambio oficial, muy
perjudicial para los usuarios.
Pero
en este momento no opera en territorio venezolano.
"No
prestamos el servicio de envío por ahora", me dijo un empleado de una
oficina en Caracas, quien aseguró que están esperando un permiso del Banco
Central.
Si
quiero mandar dinero a través de esa empresa, me propone viajar a Cúcuta,
ciudad colombiana en la frontera con Venezuela a unos 850 kilómetros de Caracas.
La
fila en las oficinas de Western Union en Cúcuta siempre es larga, según pudo
comprobar el corresponsal de BBC Mundo en Colombia, Boris Miranda,
en una reciente visita.
Casi
todos son venezolanos que quieren retirar el dinero que les envían desde otros
países.
Rodolfo
Hernández, de 34 años, vive en San Cristóbal, en Venezuela, cerca de la
frontera, a una hora en auto de Cúcuta.
Hace
un mes recogió por primera vez en una casa de cambio llamada Servientrega el
dinero que envía María, la madre de sus hijas, desde Bogotá.
Fueron 185.000
pesos, unos US$65, casi una cuarta parte aproximadamente de lo que gana al
mes María en Colombia.
Al
cambio entonces fueron unos 11 millones de bolívares que la casa de cambio le
ingresó a Hernández en su cuenta venezolana.
"Eso
no lo produce al mes nadie en Venezuela. Es 50 veces lo que yo gano",
me dice Hernández, que es empleado de un banco.
El
salario mínimo en Venezuela es de 1,3 millones de bolívares (menos de US$7en
el mercado paralelo) incluido el bono de alimentación tras el último aumento
anunciado este 1 de marzo. Un cartón de huevos cuesta ya 600.000.
"Con
eso puedo darme un respiro", afirma el padre de las niñas de 7 y 2 años
que todas las noches hablan con su mamá por teléfono.
Un
dólar en Venezuela "compra más"
El
economista Oliveros calcula que se envían a Venezuela aproximadamente en cada
transacción una media de entre US$75 y US$100, mucho menos que a
otros países.
"En
Venezuela con un dólar resuelves mucho, porque compra más de lo que compra
fuera", afirma Oliveros.
Luis
Vicente León escribió en un reciente artículo que con US$50 dólares se pueden
adquirir 35 kilos de carne en Venezuela al precio en el mercado negro y sólo 4
kilos en Miami.
La
cantidad que envía María para sus hijas es una gran parte de lo que gana en
Bogotá.
En
cambio, los US$200 mensuales que manda Raquel desde Miami, en
Estados Unidos, no le suponen un gran esfuerzo y permiten a su madre en Caracas
llevar una vida mucho mejor que la de miles de personas.
"Cuando
envío, le digo a un amigo que tengo que compra dólares a un precio cercano a
DolarToday", me cuenta la joven de 27 años sobre el proceso, irregular
pero muy común.
Tampoco
significa demasiado el envío de remesas a José Vicente Escalona, de 38 años y
que lleva cinco meses en Buenos Aires y trabaja como camarero.
Suele
mandar a sus padres 500 pesos argentinos, unos US$25. Lo hace a
través de Venestore, una de las casas de cambio que han nacido de forma
paralela a la masiva llegada de venezolanos a Argentina.
"Para
uno acá no es gran cosa. 500 pesos los gano en una tarde. Y son
casi 5 millones (de bolívares). Con eso ellos se ayudan unas semanas", me
cuenta Escalona.
Sus
padres cobran su respectiva pensión, pero entre ambos suman apenas 800.000
bolívares mensuales.
"Las
cifras van a crecer"
De
acuerdo a las estimaciones de Ecoanalítica, en 2017 las remesas
alcanzaron entre US$1.200 y US$1.500 millones, en torno a un 1% del
Producto Interno Bruto (PIB). En Honduras suponen casi el 20%, según los datos
del Banco Mundial.
La
encuestadora Datanálisis también está estudiando el fenómeno y
para ello realizó un sondeo que dio como resultado que un 6% de las familias
manifiesta recibir una transferencia en moneda extranjera, le explica a BBC
Mundo su director, Luis Vicente León.
El
fenómeno del envío de remesas se ha acelerado con la última ola de emigración,
aquella compuesta por sectores medios y bajos que deciden salir del país para
ayudar a los que se quedan, explica León.
"Las
cifras van a crecer de manera exponencial", prevé el economista, que
vaticina que a final de 2018 ya el 10% de la población estará recibiendo
remesas, un porcentaje aún escaso respecto al cerca de 40% de países como El
Salvador.
"Pero
es que es un fenómeno relativamente nuevo", matiza. "Este no es el
número final, es apenas el inicial".
Cifras
del envío de remesas a Venezuela
80% llega
por fuera de los conductos oficiales
- US$1.200-US$1.500 millones llegaron
en el año 2017
- 6% de las familias
manifiesta recibir una transferencia en moneda extranjera
- US$75-US$100 es
la cantidad promedio de cada envío
- 30.000 vs. 220.000 Bs. diferencia
del cambio del dólar entre la tasa oficial y la del mercado negro
Estimaciones
de Ecoanalítica y Datanálisis
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