José Luis Farías 02 de mayo de 2018
Corto
y Picante:
La
pregunta que titula es recurrente y plenamente justificada. Si usted es
político y alguien lo reconoce en la calle, ahí va: Dígame usted, diputado;
dígame usted, doctor; dígame usted, don fulano: ¿Qué vamos a hacer el 20 de
mayo?.
La
estrategia de deslegitimar al régimen surgido del simulacro electoral está
presumiblemente clara para la dirigencia política opositora, no lo está
suficientemente para la mayoría de los venezolanos.
La
falta de explicación confunde y la confusión deviene en incertidumbre que
multiplica la interrogante en la medida en que pasa el tiempo y se acerca el
día de marras.
Por
supuesto, es lógico que así sea porque transcurren los días y nadie desde la
MUD, el Frente Amplio, ni desde ninguna instancia política opositora reconocida
ha dicho, hasta ahora, qué hacer el 20 de mayo.
Las
explicaciones de la ausencia de respuesta son múltiples. Comentemos brevemente
cuatro de ellas.
1. La
falta de dirección política que asuma su responsabilidad por todo el medio de
la calle; ora porque parte de ella está presa o en el exilio, ora porque la que
anda libre está atemorizada y prefiere escurrir el bulto.
2. La
consabida falta de acuerdo, derivada de lo antes dicho. Si se dificulta el
reunirse pues más difícil se torna el acordarse.
3. La
idea, anidada en la dirigencia opositora, de que la mayoría de la gente no
quiere votar, hace suponer, erradamente, que no es necesario dar una línea
política clara y firme orientando a los venezolanos sobre qué hacer el 20 de
mayo.
4. Los
intereses personales ya bastante señalados -y repudiados- que en circunstancias
de normalidad democrática fueran completamente legítimos pero que en las
actuales condiciones no tienen ninguna razón de ser.
Esta
parálisis opositora es penosa, desanima a los venezolanos y da ventaja al
régimen y a quienes (por buena voluntad o por viejas y malas mañas) le hacen
comparsa para legitimarlo. Permitiéndole desatar una intensa y hábil campaña
que apunta en dos direcciones complementarias para aumentar la participación
que legitime el Pranato gobernante.
1. Debilitar
el argumento del desconocimiento internacional al simulacro electoral al tratar
de vender con medias verdades, censura y autocensura ciertos hechos (el
restablecimiento de relaciones con España y Panamá y las recientes
declaraciones del embajador norteamericano en la OEA, entre otros) como un
proceso de regreso a la normalidad diplomática que apuntaría al reconocimiento
mundial del simulacro electoral para legitimar a Maduro. Nada más falso y las
pruebas están a la vista porque el restablecimiento de relaciones no ha
cambiado, para nada, la visión que ellos tienen del régimen.
2.
Propagar la falacia de que los barrios quieren votar y sólo se niega a hacerlo
la clase media “frustrada”, “enferma” y “radical”, que “alimenta la diáspora”
“porque prefiere huir que quedarse a luchar”. Una forma de presionar
abochornando y aislando a la clase social que ha sido vanguardia durante veinte
años en la lucha contra la dictadura, para que legitime con su participación el
fraude electoral.
Por
supuesto, los efectos de la parálisis y la campaña de los “rusos que también
juegan” comienzan a sentirse. No sólo en la gente común y corriente sino en
sectores politizados generadores de opinión quienes expresan legítimamente sus
“dudas”, su derecho a preguntar “¿cuál es el plan?” o a denunciar que “la
respuesta no puede ser más inercia”. O peor aún, con el bochornoso goteo de
diputados que votan hoy el antejuicio de mérito y al otro día llaman a votar
faltando a su compromiso con el pueblo y a su juramento de defender la
Democracia con la Constitución y las leyes por delante.
Pues
bien, desde mi modesta posición política no pienso retratarme en ese lote que
no fija posición. Y lo hago desde mi convicción de demócrata que nunca en su
vida ha dejado de votar, pero sobre todo desde el pleno convencimiento del
valor del voto para elegir no para legitimar la tiranía:
El 20
de mayo va a ocurrir un fraude cantado, grotesco, como lo ha dicho y repetido
hasta la saciedad la comunidad internacional.
¿Porque?
Porque
esa misma comunidad internacional ha dicho que no reconocerá “unas elecciones
falsas” e “ilegítimas”.
Porque
será un simulacro electoral echo a la medida para legalizar la dictadura.
Porque
es la fase final de un golpe de Estado por cuotas para imponer la constitución
hecha por la “constituyente cubana”.
Porque
ese adefesio constitucional conculcará definitivamente nuestros derechos
civiles y políticos.
Porque
destruirá lo poco que queda de república eliminando su principal fundamento: el
voto universal, directo y secreto para institucionalizar el Pranato como forma
de gobierno.
Porque
destruirá la nación y profundizará la tragedia del hambre, el padecimiento de
la falta de medicinas, el drama de la inseguridad y el bochorno de la
corrupción.
En
suma:
Porque
nos hará más pobres de lo que ya somos.
Por
todo eso mi llamado para el 20 de mayo es a a ¡NO VOTAR!, a quedarnos en
nuestros hogares.
Y a
¡VOTAR NULO! en caso de ser obligados por la fuerza o el chantaje que juega con
nuestra hambre
La
consigna para el 20 de mayo es sencilla: ¡Todos contra el fraude!
La
imagen de unas calles vacías, de unos centros electorales desiertos será muy
poderosa ante el mundo contra el fraude, contra Maduro y por el cambio político
para reconstruir el sistema democrático liberal venezolano.
Quedarnos
en casa el 20 de mayo es manifestar nuestro rechazo pacífico pero contundente a
este régimen incapaz, corrupto y ladrón.
PD:
Por supuesto, no hay que llegar al 20 de mayo en frío. Es indispensable, cuanto
antes, decidir acciones previas de impacto y de envergadura. Actuaciones para
expresar nuestro rechazo, exigir la suspensión del simulacro electoral y
condiciones para un proceso limpio y democrático. Pero ese es otro tema fuera
del alcance de este Corto y Picante.
Otrosí:
Los argumentos técnicos contra el simulacro electoral abundan. Me quedo en mis
argumentos políticos, y no voy a caer en la trampa de un debate interminable al
respecto.
#ParticiparEsAceptarElFraude
#ParticiparEsLegitimarAMaduro
#ParticiparEsLegitimarLaCausaDelHambre
#ParticiparEsAceptarLaTragediaQueSufrimos
#ParticiparEsLegitimarLaCausaDeLaCrisis
#ParticiparEsLegitimarAMaduro
#ParticiparEsLegitimarLaCausaDelHambre
#ParticiparEsAceptarLaTragediaQueSufrimos
#ParticiparEsLegitimarLaCausaDeLaCrisis
José
Luis Farías
@fariasjoseluis
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