José Domingo Blanco (Mingo) 13 de septiembre de 2018
@mingo_1
Desde
hace varios años, mi amigo, el profesor Werner Corrales, ha venido trabajando
con un grupo de profesionales que siguen apostando a Venezuela. Se han dedicado
a escuchar las opiniones de los sectores que estarían involucrados en la
reconstrucción del país; con el rigor científico y metodológico que una gesta
como esta requiere. El diagnóstico de la situación actual está hecho. Y los
pasos para edificar el país que todos queremos, están claramente definidos.
Pero, el tiempo apremia. El grupo del profesor Corrales sabe que el régimen
entierra con saña sus gérmenes comunistas, infectando a Venezuela con una
ideología perversa y miserable que está destruyendo todo. El comunismo avanza y
los intentos de las oposiciones por detenerlo han sido fallidos o, hábilmente
desmontados por el régimen criminal que nos gobierna.
El
caos actual debe una parte de su éxito a los desaciertos de los políticos que
alguna vez gozaron de liderazgo; pero que –consciente o inconscientemente-
permitieron el avance de este experimento neo comunista. La complicidad también
ha aportado elementos clave. A este régimen dictatorial le han favorecido las
ansías de poder y el ego de los líderes opositores. Tal vez, por eso, en un
comunicado preñado de buenas intenciones, como decimos coloquialmente, dirigido
a políticos venezolanos – el cual copio a continuación- el profesor Corrales,
junto con un grupo de destacadas personalidades, les hacen un llamado a esos
políticos que no han comprendido que, mientras no prevalezca la unión sobre los
egos, el comunismo en Venezuela no tendrá vuelta atrás.
A LOS
LÍDERES POLÍTICOS VENEZOLANOS
Venezuela
atraviesa la crisis más aguda de su historia, calificada por órganos
internacionales como una Emergencia Humanitaria Compleja que se expresa en el
desmoronamiento de la economía y las estructuras estatales; el hambre, el
colapso sanitario y el éxodo de la población. Negarla o ignorarla ha sido la
conducta que siguen los criminales que la han originado y han convertido al
Estado en una base del delito organizado y el terrorismo internacional.
Criminales de cuello blanco o de uniforme militar que están enquistados en lo
alto del poder político venezolano, quienes pretenden convencer al mundo de que
nuestro trance resulta de una guerra económica del “Imperio”, mientras se mofan
de quienes huyen de un país en ruinas.
Si
quedaran dudas respecto a la magnitud sin precedentes conocidos de ese éxodo
masivo, basta con observar como la prensa internacional ha registrado de forma
insistente la dramática situación de hambre, miseria y carencias de toda
especie que obliga diariamente a millares de venezolanos, a escapar hacia un
futuro incierto pero que suponen mejor que lo que lo que deben soportar en su
país. Sí, nos lo muestran desde fuera la prensa internacional y los organismos
de derechos humanos porque la Dictadura controla los medios venezolanos, no
quiere que se sepa que con esos hermanos se nos va la patria, que el país se
desangra todos los días con los miles de compatriotas que huyen de él.
Tenemos
conciencia y lo decimos con claridad: la crisis actual es un paso más hacia la
instauración de una dictadura comunista en Venezuela. Un proyecto que emplea
las carencias éticas de los altos dirigentes del gobierno, para hacer realidad
unos designios políticos manejados desde Cuba. Sobre este proyecto de
dominación totalitaria, que oculta sus intenciones en la inmoralidad y el
cinismo de la mafia gobernante, llamamos la atención de todos los venezolanos
para que hagan suya la urgencia de cerrarle el paso.
Registramos con real angustia la fragmentación de la oposición. Es una situación que hiere el entendimiento, crea incertidumbre y desesperanza y afecta gravemente la eficacia de la resistencia que opone la mayoría de los venezolanos.
Registramos con real angustia la fragmentación de la oposición. Es una situación que hiere el entendimiento, crea incertidumbre y desesperanza y afecta gravemente la eficacia de la resistencia que opone la mayoría de los venezolanos.
Nos
dirigimos a esos líderes que han conducido con sacrificio y entrega a la
oposición venezolana, que han luchado y asumido riesgos, que han enfrentado una
persecución brutal con muchas víctimas mortales en el camino y con presos
políticos sometidos a torturas y tratos infamantes. Que han debido en muchos
casos exiliarse para escapar del acoso de los esbirros judiciales y militares
del régimen.
A esos
líderes políticos los llamamos a unirse alrededor de un programa de acciones
que frustre lo que de otra forma pudiera convertirse en la confiscación total
de la democracia venezolana. Los ciudadanos les reclamamos concentrarse en la
lucha por liberar a Venezuela sin perder de vista que no es posible confiar en
la negociación con un gobierno de delincuentes, salvo si el tema a discutir es
su salida del Poder. Los instamos a dejar de lado todo cálculo acerca de las
ventajas que unos podrían sacar sobre otros cuando se recupere la democracia.
Que no cometan el error de confiar demasiado en sí mismos y muy poco en los
demás, que entiendan que lo que se exige de sus partidos es una unión férrea
concentrada en desarmar la estrategia dictatorial.
Se lo
pedimos con angustia movidos por la urgencia, por el drama de las mayorías. Sin
esa unión no será posible vencer la tiranía porque el Poder ha sido penetrado
en todos los niveles y en todos los ambientes, configurándose una situación que
sólo una unión así podrá superar. Con la unión y una estrategia de lucha
aceptada y seguida por todos, podremos dar inicio a la solución de este drama: salir
de la dictadura y hacer elecciones libres. El sector político está obligado a
respaldar un gran movimiento nacional de resistencia. Pero desde esa unión.
Fuera de ella será imposible recuperar a nuestro país.
José
Domingo Blanco (Mingo)
@mingo_1
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