Por Oscar Bastidas-Delgado
Hacia otro ejército de
frustrados. Al igual que el fallecido Chávez, Maduro improvisa en materia
económica y manipula los sueños y futuro de los ciudadanos. No les bastó con el
cementerio de cooperativas más grande del mundo con unas 300.000 muertas y un
ejército no menor de 3.000.000 venezolanos frustrados al ser impulsados por un
rumbo que el mismo Chávez y sus funcionarios desconocían, incluido el entonces
Superintendente de Cooperativas.
Efectivamente, recientemente
Maduro puso en marcha un plan de emprendimiento juvenil al que se dedicará el
30% de la cartera de los bancos públicos con el objetivo de constituir 10.000
panaderías comunitarias para los CLAPs; propuesta caza-bobos con intenciones
populistas y electoreras como el discriminatorio carnet de la patria cuando el
único y verdadero es nuestra cédula de identidad.
Ese plan está destinado al
fracaso por las mismas razones del cementerio nombrado, entre otras: 1.-
Improvisación, no obedece a una política pública formulada y discutida con los
actores fundamentales de la economía y las organizaciones juveniles; 2.-
inmediatismo en la búsqueda de resultados; y 3.- manipulación política al
pretender captar jóvenes para su proyecto otorgándoles dinero fácil y sin
control alguno.
Preguntamos al mago de la
economía: 1. - ¿es suficiente saber hacer pan?; 2.- ¿número exacto de personas
que puede mantenerse por panadería; 3.- maquinaras, local y proceso productivo
idóneo; 4.- aprendizaje sobre costos de producción, punto de equilibrio para no
regalar el trabajo, y precios de venta para producir al día siguiente con
inflación galopante; 5.- bancarización, procesos de compra-venta y
contabilidad; 6.- ¿serán reales empresas comunitarias o del “comandante” local
del PSUV que impondrá el “cuánto hay pa´eso” del crédito obtenido,
quiénes laborarán en la panadería, y el no vender a los opositores.
Otras preguntas surgen: 7.-
¿Están previstos procesos formativos idóneos para jóvenes emprendedores o se
ilustrarán con cursillos caletreros del marxismo agotado dictado por el INCES?;
8.- ¿formación en manipulación de alimentos?; 9.- ¿los créditos se otorgarán
por recomendaciones políticas o sobre proyectos económicos y planes de
negocios?; 10.- ¿cuánto aportarán los jóvenes para que las futuras quiebras
tengan reales dolientes?; 11.- ¿existirán controles para evitar desvíos?. Dos
preguntas finales: 12.- ¿Habrá trigo para 10.000 panaderías más?; y 13.- este
desgobierno se creerá su coba de que la culpa es de una supuesta guerra
económica y no de su harakiri?.
Ocultar que la escasez de
harina es consecuencia de la inoperancia gubernamental es imposible, Juan Crespo,
presidente de la Federación de Trabajadores de la Harina (Fetraharina) señaló:
“en diciembre del 2016 hubo 362 despidos en las panaderías por no tener
trigo para producir […], la cantidad de trigo que trae el Gobierno no alcanza
para cubrir la demanda, por eso se mantienen las colas en las panaderías del
país”, se “requieren de 120 mil toneladas de trigo panadero para
satisfacerla” y solo llega “una sola embarcación con 30 mil toneladas… ”.
El desesperado acoso
gubernamental de los últimos días a los panaderos, con claro corte chauvinista
antilusitano, se suma a las consecuencias negativas que esa improvisación al
etilo Eudomar Santos de “cómo vaya viniendo vamos viendo” causa. Si
Maduro piensa impulsar estas panaderías es porque no le visualiza salidas y
oculta su fracaso tras la cortina de humo de perseguir honestos panaderos.
Las consecuencias de este plan
serán parecidas a las del “apoyo a las cooperativas” del difunto Chávez: mayor
cementerio mundial de empresas juveniles, mayor ejercito mundial de jóvenes
frustrados y un monto incontable de créditos incobrables. Por culpa de ambos,
los jóvenes no creerán ni en el cooperativismo ni en el emprendimiento como
procesos fundamentales para romper con la mono-producción petrolera y apuntar a
un país soberano en asuntos productivos.
07-04-17
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