Ángel Arellano 31 de agosto de 2017
@angelarellano
En los
últimos días a través de medios de prensa, Whatsapp y demás redes sociales, han
circulado cientos de fotografías y videos de los nuevos operativos públicos que
el gobierno de Nicolás Maduro ha llevado a cabo en diversos puntos del
territorio venezolano para entregar fusiles y equipamiento militar a ciudadanos
comunes con motivo del programa de fortalecimiento de las milicias bolivarianas
en “defensa de la revolución”[1].
Maduro
informó que aspira que el cuerpo de milicianos llegue a 900 mil (con la
participación de apenas 200 mil funcionarios de las Fuerzas Armadas[2]), y que han sido aprobados cuantiosos recursos para
financiar estas actividades[3] en una Venezuela cada vez más moribunda, sin
alimentos, medicamentos ni productos básicos para atender a su población. En
consecuencia, las cadenas de medios estatales amplificaron la difusión de
mensajes audiovisuales mostrando la distribución de armamento a jóvenes,
adultos acompañados de niños e incluso personas de la tercera edad.
El
régimen ha aprovechado las recientes declaraciones del presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, donde éste no descarta medidas militares contra la
dictadura del Partido Socialista Unido de Venezuela, y las sanciones económicas
impuestas a jerarcas del chavismo que poseen fortunas en territorio
norteamericano, para justificar la escalada armamentista. La conformación de
las milicias avanza en pueblos y ciudades mientras al mismo tiempo Maduro
insiste durante sus alocuciones en hablar con Trump, pidiendo diálogo y
solicitando a los países de la región una cumbre “a puerta cerrada” para hablar
del conflicto político venezolano[4].
¿Quiénes
son los milicianos?
Los
nuevos "milicianos": gente que no tiene idea de defensa ni de
seguridad. No son funcionarios policiales, solo personas comunes que apoyan, la
mayoría por obligación o miedo de perder sus puestos de trabajo, el régimen.
Algunos van incluso amenazados. Si no se alistan, pasan a ser parte del resto
de la ciudadanía, la disidencia, los enemigos. Si no aprietan el gatillo,
terminarán perseguidos, presos o torturados como ha sucedido con miles de
opositores en los últimos meses.
Armas
de gran calibre en manos de gente que no sabe de su manejo, vendidas a
Venezuela por Rusia y otros proveedores que apoyan el baño de sangre y
represión en cualquier parte del mundo. Armas que no se usan para combatir la
delincuencia, el narcotráfico ni para defender a la gente. Son el instrumento
"anti-imperialista" para amedrentar, perseguir y asesinar a los
detractores.
¿Cómo
prevenir un incidente doméstico en los miles de hogares que reciben estos
fusiles? Adolescentes, padres, madres, abuelos y abuelas con armas y
municiones. Que no tendrán comida en la mesa o medicinas para sus enfermos,
pero sí pólvora en nombre de la revolución y del socialismo. Milicianos que
provienen de cerros y barriadas populares tomadas por el hampa. Mientras
entregan los fusiles, los delincuentes se frotan las manos. Más armas para el pueblo.
¿Cómo aspirar a que descienda el número de asesinatos en las protestas? ¿Cómo
prevenir un error, un disparo equivocado? ¿Cómo evitar que decenas o cientos de
esos miles quieran darse baños de autoridad ajusticiando a sus anchas?
¿Qué
sigue? ¿Qué hacemos desde nuestro lugar?
En
todo el mundo todavía hay dirigentes políticos, intelectuales y profesores
universitarios que apoyan este desastre, ilusionados por la ficción de un nuevo
socialismo. El reto de la comunidad latinoamericana es generar conciencia sobre
lo que sucede en Venezuela. Llevar esta alarma a todo el mundo y presionar
desde nuestro lugar. Venezuela es el nuevo estado fallido donde se siembra el
horror y la miseria. Un país al margen de toda legalidad. Una nueva Cuba
defendida por los románticos que desde la comodidad de su teclado, o la tribuna
de un medio de comunicación, o la tarima de un salón de clases, hablan de
inmolarse por la utopía cuando una manada de mafiosos y narcos humillan a toda
una sociedad matándola de hambre, enfermedad y miedo.
La
democracia está amenazada y América también. No por el pueblo venezolano que
lucha diariamente contra la dictadura, sino por esta banda de delincuentes que
controlan un país petrolero.
[1] La Milicia Nacional Bolivariana fue creada por Hugo
Chávez mediante decreto presidencial en elaño 2007 con la finalidad de crear un
cuerpo de milicianos civiles como complemento la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (FANB). Está compuesta por la Reserva Militar y los cuerpos
combatientes. Desde su creación se informó que la expectativa era tener un
millón de milicianos inscritos y activos. Con el inicio de sus operaciones la
Milicia ha estado en permanente formación para el manejo de armamento pesado
por parte de los componentes de las FANB: Ejército, Armada, Fuerza Aérea y
Guardia Nacional.
[2] Ver más en http://www.vanguardia.com/mundo/video-407642-video-registro-entrega-de-armas-a-civiles-en-venezuela
[3] Ver más en http://www.el-nacional.com/noticias/gobierno/maduro-aseguro-fusiles-para-milicia-bolivariana_177543
[4] Ver más en https://www.voanoticias.com/a/venezuela-maduro-embajadores-trump-amenazas-ejercicios-militares-dialogo/3985921.html
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