Miguel Méndez Rodulfo 04 de mayo de 2018
Cambridge
Analítica, acaba de declararse en bancarrota, cerrando definitivamente sus
operaciones, en un intento por acallar el escándalo y eludir la justicia. La
compañía argumentó que los motivos de su cierre fueron: “Numerosas acusaciones
infundadas y el asedio de la cobertura mediática que se ha llevado virtualmente
a todos los clientes y proveedores de la compañía”. La firma señaló que ha sido
“vilipendiada por actividades que no sólo son legales, sino también ampliamente
aceptadas como un componente estándar de la publicidad en línea, tanto en al
área política como en la comercial”. Argumentos cínicos que esconden un legado
de noticias falsas y la manipulación del elector en términos nunca antes
vistos. En una clásica jugada, CA quiere reaparecer ahora como Emerdata,
haciendo las mismas marramucias, pero con otro nombre. Ahora sabemos por
declaraciones de Zuckerberg ante el Congreso de Estados Unidos, que la
consultora británica accedió a información de 87 millones de usuarios, no de 50
MM como se dijo al principio. CA se definía a sí misma como “el poder del big
data y los análisis psicográficos en los procesos electorales”. En virtud de
ello usó el análisis de datos de las redes sociales para mover la perspectiva
humana de las personas, en ciertos tópicos específicos.
Conociendo
los miedos, necesidades, emociones y sentimientos de los votantes, en forma
individual y precisa (a partir de la data obtenida de Facebook y del desarrollo
de poderosos algoritmos) CA pudo manipular a los indecisos y descontentos con
el sistema, en aquellos estados de alto desempleo, factor causado por el avance
tecnológico y la consecuente automatización de procesos, así como por los
efectos de la globalización (cierre de fábricas en USA y su reapertura en China).
Estos desempleados culpaban a Washington de no hacer nada por ellos y en su
cólera eran presa fácil de campañas de desinformación basadas en noticias
falsas y en teorías de conspiración, las cuales eran replicadas por el
candidato republicano y por su comando de campaña, dándoles una aparente
veracidad, que confirmaba lo que esta gente recibía como mensaje directo en su
Facebook. Se dijo, por ejemplo, que Hillary tenía una pizzería que era una
mampara para encubrir un negocio de trata de niños. Que Obama había conformado
un ejército secreto que allanaría sus residencias para confiscar las armas de
fuego que poseían, etc. Estos mensajes se enviaron a través de ProtonMail,
tecnología que remite mensajes encriptados que luego se borran, sin dejar
rastro. El caso es que la big data puede hacer ganador a cualquier candidato
porque es una campaña a la medida, con mensajes diseñados en forma individual,
lo que permite que tengan mejor receptividad.
CA,
para la campaña presidencias de USA 2016, logró hacer alianza con el hermano de
Betsy DeVos, actual Secretaria de Trabajo del gabinete de Trump, para obtener
data de personas afiliadas a la seguridad social, y también con un banco ruso
que poseía una buena base de datos de los cotizantes a ese mismo servicio público
de protección. Estos contactos los promovió Steve Bannon junto con el círculo
íntimo de la familia Trump. Esta apropiación de datos es ilegal. De allí la
investigación dirigida por un fiscal especial y la demanda del Partido
Demócrata. A pesar de las numerosas investigaciones contra CA en Estados
Unidos, la denuncia de uno de sus ejecutivos, Christopher Wylie, fue el primer
gran golpe contra la consultora; en efecto, este personaje fue quien diseñó el
arsenal de ciberguerra de la nueva ultraderecha americana, para luego
desencantarse y encontrar toxico el ambiente de trabajo creado por Alexander
Nix y Bannon. Wylie creó una enorme base de datos de ciudadanos, en parte
recogida ilegalmente, que generó un grave riesgo al borrar las fronteras entre
vigilancia doméstica e investigación de mercado convencional. En otro gran
trancazo a CA se lo propinó la investigación periodística, realizada durante 4
meses, por Channel Four News; Nix creyendo que se trataba de un potencial
cliente de Sri Lanka, abundó en detalles de la guerra sucia y de la
manipulación de electores mediante el engaño y la mentira. A Nix lo grabaron en
audio y video y eso le costó el puesto. Luego vendría la debacle completa.
Miguel
Méndez Rodulfo
Caracas
4 de Mayo de 2018
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