Luis Manuel Esculpi 01 de mayo de 2018
@lmesculpi
La
crisis se manifiesta en los más variados aspectos de la cotidianidad. No hay
área donde la incompetencia, la imprevisión y la incapacidad dejen de
evidenciarse. En la esfera económica es más que evidente su fracaso, lo que
ocurre no tiene precedentes en países petroleros. La situación de PDVSA es
verdaderamente catastrófica.
El
combate a la pobreza y la lucha contra la corrupción fueron consignas
olvidadas. La pobreza ha alcanzado signos alarmantes, en la actualidad tenemos
las peores cifras conocidas en la Venezuela contemporánea. La corrupción
alcanzó niveles incomparables con las etapas precedentes.
Ningún
servicio público escapa del colapso. Las protestas por la falta de gas
doméstico son tan constantes como por las cajas CLAP. El metro de Caracas dejo
de ser un servicio público ejemplar para convertirse en una verdadera
calamidad. El transporte superficial es un caos, la flota de autobuses reposa
en sus cementerios. Las camionetas reducen la circulación, ya que por la falta
de repuestos, cauchos y baterías se cuentan por centenares las unidades
paralizadas.
Los
apagones que era una constante en occidente, ya se están extendiendo a todo el
país incluyendo la región central. El suministro de agua potable cada vez es
más escaso, la recolección de la basura en la mayoría de los municipios es
desastrosa, el estado de las calles y avenidas -con escasas excepciones-
demuestran la notoria disminución de la calidad de vida en el país
El
diagnóstico en el que coinciden todos los profesionales estudiosos de la
materia y con experiencia en la gestión de estos servicios, señalan como el
grave problema del suministro de agua potable y el de energía eléctrica,
presentan grandes semejanzas entre sí, por la falta de mantenimiento e
inversión que a su vez es causante de las frecuentes averías, así como la
sustitución de profesionales y técnicos capacitados y con experiencia para
cumplir con esas exigentes funciones, son sustituidos – en la mayoría de los
casos- obedeciendo a una política clientelar, por personal cuya principales credenciales
son las de estar identificados con el gobierno; esas entre otras, son razones
que explican el caos actual.
Además
al analizar la dirección de esos organismos observamos una constante, en la
mayoría, su gerencia la integran oficiales de la Fuerza Armada Nacional, sin
formación y experiencia en las áreas que dirigen., tal como ocurre en
diferentes sectores de la administración pública Nacional.
Un
ejemplo que resulta emblemático es el del actual presidente de PDVSA y ministro
de petróleo el Mayor General (GN) Manuel Quevedo, quien después de pasar por
varios cargos fue designado para cumplir con esas funciones fundamentales para
el país. Igual situación presenta Corpoelec con su presidente el Mayor General
-también de la GN-Luis Motta Dominguez, conocido por sus pintorescas
explicaciones para pretenden ser justificar los continuos apagones. El
presidente del metro de Caracas es el Mayor General (ej) César Vegas González y
el de Hidrocapital el Mayor General (Av) Edinson Torrealba.
En
nuestra Fuerza Armada, siempre se consideró que un oficial con curso de estado
mayor, podría cumplir cualquier misión de comando independientemente del arma
que perteneciera, eso puede ser cierto para conducir operaciones militares; no
necesariamente para hacerlo en funciones de gobierno. Su formación está
orientada a la defensa nacional, lo que no niega que eventualmente puedan
contribuir en otras esferas del desarrollo de la nación. La concepción
militarista del gobierno ha exagerado y sobredimensionado esa presencia, en
detrimento de profesionales civiles competentes para asumir tales
responsabilidades. Hasta el punto que en estos 18 años alrededor de 1700
militares activos y retirados han ocupado posiciones prominentes en la
administración central, regional, municipal y en empresas del estado. De ellos
más de un tercio ha sido designado por Maduro, No pretendemos generalizar,
reconocemos que hay oficiales de las FAN que en el pasado realizaron una labor
encomiable como el General Rafael.Alfonso Ravard, al frente de PDVSA y la CVG.
Claro, eran otros tiempos.
Luis
Manuel Esculpi
@lmesculpi
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