@freddyspaz
Consiste en desviar la atención del pueblo
de los cambios importantes que el país demanda, sustituidos por resoluciones
políticas decididas por las elites políticas y económicas que durante los
últimos años están gobernando Venezuela. Mediante la técnica de continuas
distracciones y de informaciones insignificantes para los ciudadanos,
indispensable para impedir al pueblo interesarse por los conocimientos
esenciales en áreas de vital importancia para el progreso, para el futuro de la
nación, para el futuro de nuestras familias y para conseguir el pan, de
nuestros hijos.
Mantener la atención del público
distraída lejos de los verdaderos problemas sociales como los que hoy vivimos
la inmensa mayoría de los venezolanos: Escasez, inseguridad, alto costo de la
vida, desempleo, corrupción, servicios públicos deficientes, entre otras;
cautivadas por temas sin importancia real, es decir mantener al público
ocupado, tal como sucede con las inmensas colas que hoy los venezolanos debemos
hacer, para comprar alimentos regulados y no regulados, medicinas, cauchos,
baterías para vehículos, surtir gasolina en estados como Táchira y Zulia,
estrategias para continuar manteniendo al público ocupado. Sin ningún tiempo
para pensar en el futuro, en el progreso, en la libertad, en la igualdad, entre
otras cosas de las cuales deberíamos ponerle de forma colectiva especial
atención, pero seguimos distraídos y ocupados en lo individual y no en el amor
colectivo a la tierra que nos vio nacer, porque todo ello constituye parte de
una estrategia del actual régimen que nos gobierna hoy en Venezuela, y que
muchos no lo hemos entendido.
Como ha sucedido con un sin número de
acusaciones contra diversos Países y actores de la vida pública de la
república, ejemplo: acusar al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, por
estar involucrado en el presunto plan para derrocar al gobierno venezolano; a
la cantante, compositora y actriz cubanoamericana Gloria Estefan por dirigir un
supuesto “circuito” y al dúo venezolano Chino y Nacho de pertenecer a “unas
mafias musicales” y orquestar “un complot internacional” contra Venezuela;
acusar al gobernador del estado Miranda de echarle los malandros a la calle.
Además asegurar que la violencia que reina en el país es “importada, con
dólares de los paracos”; a personajes como el “Hombre Araña” que según, son
parte de una “fábrica de antivalores” que fomenta la violencia entre los
jóvenes; entre otros señalamientos y acusaciones que diversos voceros del
gobierno utilizan como potes de humo para mantenernos ocupados meses tras meses
a lo largo de todos estos años de gobierno revolucionario y “socialista de
siglo XXI”, mientras el país lo conducen ciertamente por mal camino, sin asumir
su propio fracaso.
Dejar que se intensifique la violencia y
los índices de inseguridad personal urbana, a fin de que el pueblo sea el
demandante de planes de seguridad y decisiones políticas en perjuicio de la
libertad de los ciudadanos. O también crear una “guerra económica” para hacer
aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el
desmantelamiento de los servicios públicos que cada día son más precarios en
Venezuela.
@freddyspaz
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