Macky Arenas 27 de agosto de 2016
Forma
parte del grupo de líderes históricos del socialcristianismo venezolano.
Trujillano, abogado, ejerció por 8 años la Secretaría General del partido
Copei, conduciendo a la organización a sucesivos triunfos electorales que
incluyeron el de Luis Herrera Campíns en 1988. Fue diputado
y senador al Congreso Nacional. Dirigió exitosamente la Comisión de Agricultura
del Senado. Contrariamente a lo que caracteriza al rocambolesco liderazgo
venezolano en la actualidad, es silencioso, observador, escucha con atención y
ahorra las palabras de más. La política la lleva en la sangre y sus 87 años no
han sido obstáculo para que siga con impresionante lucidez el desenvolvimiento
político del país. Es optimista y tiene una imbatible esperanza en que estamos
en el umbral de tiempos mejores. No se resigna a la desarticulación de Copei y
reúne un grupo en su casa cada semana que trabaja por la reunificación del partido.
Estas son sus reflexiones.
_
Es difícil comprender por qué se pelea dentro de Copei, la impresión que hay es
que el partido no existe…
_
Me produce un tremendo dolor ver la división, la tragedia que ha ocurrido en
Copei. Tuvimos un gran partido y extraordinarios dirigentes. Vivimos grandes momentos.
Teníamos nuestras diferencias pero nos tratábamos con un básico respeto y
resolvíamos las dificultades pensando primero en el país y en el partido.
Hay que trabajar para tratar de unificar.
_ ¿Qué
ha pasado?
_
En el problema de Copei está interviniendo el gobierno a través de las
sentencias del Tribunal Supremo.
_ ¿Con
qué finalidad?
_
Controlar el partido o destruirlo.
_ Será
terminar de destruirlo…
_
Aprovecharse del partido para ciertas cosas, presentarlo como otro partido que
apoya a la revolución, por ejemplo.
_
A través de qué canales entra el gobierno allí pues eso no es posible si los
copeyanos no se dejan…
_
¡Ah! Ese es el punto. Han comprado a varios. Hay algunos que fueron dirigentes,
del interior mayormente, unos seis u ocho, que obviamente han sido comprados
por el gobierno. Están vendidos. Hay otro punto: Copei tiene propiedades, casas
que pertenecen al partido. Aquí en Caracas hay unas cuantas, la cuadra donde se
encuentra la Quinta Cujicito –que fue comando de campañas electorales y sede-
hoy en día vale millones. Tenemos propiedades en toda la república y eso se lo
han querido coger. Así de simple. Casas desde El Paraíso hasta Petare.
_ ¿Qué
salidas le ve al problema?
_
El final del gobierno. Y tengo total confianza en que así será. Son ya 17 años
durante los cuales han llevado al país a una tragedia. Todo el mundo la sufre.
Mira, mi familia es cafetalera y en esta casa no hay café. Hay que poner
atención a lo que acaba de decir la Santa Sede sobre Venezuela…
_ Por
cierto, ¿cómo ve usted esa negativa sostenida de aceptar la mediación de la
Iglesia que medio mundo valora como positiva?
_
Por el peso que tiene la opinión de la Santa Sede. Este es un país católico y
la Iglesia tiene mucha fuerza, así que le temen a la influencia que pueda
desplegar en el planteamiento de una solución. Y va a tener gran protagonismo
en lo sucesivo. No lo dudes. Fíjate en la insistencia del Cardenal en algunos
aspectos en los que ha sido muy acertado. Por otra parte, hay cosas que
no parecieran ser muy importantes, pero que hacia afuera impactan y presionan:
no es posible la sentencia contra López tan solo por disentir. ¿Cuál es el
delito? No lo hay y le dan 14 años.
LA
SOLUCIÓN
_ ¿Y
el caso de los jóvenes Márquez y San Miguel? Se convierte en emblema de
arbitrariedad…
_
Horrible. Asocias todo eso, el hambre, la escasez, gente que se muere por falta
de medicinas. Las clínicas han tenido que cerrar varios servicios pues tienen
equipos parados por falta de repuestos. Todo eso junto es terminal para el
gobierno.
_
El hambre se lleva todo por delante. ¿Qué gobierno puede estar interesado
en perecer víctima de ese caos?
_
Esto tiene mucho parecido con lo que ocurrió en Cuba. Se trata de un régimen
con inspiración y propósito ideológico. Implantar esa ideología a como dé
lugar.
_ ¿A
estas alturas no debían estar convencidos de que eso es imposible?
_
¡Lógico! Hasta en Rusia se acabó el comunismo y estos aquí quieren seguir
siendo comunistas. Ellos acaban con todo. Lo que han hecho con las empresas no
tiene nombre. Sidor producía 40 mil toneladas de acero cuando la compraron los
argentinos. Actualmente produce sólo 400. ¡Hasta con el petróleo acabaron! Es
inconcebible.
_
¿Cómo se explica usted nuestra pasividad ante esta situación? En cualquier otro
país ya habrían salido del gobierno…
_
La pasividad es relativa. Ustedes mismos en Globovisión, hacen un trabajo
encomiable de denuncia, de mostrar la realidad a pesar de las amenazas y la hostilidad.
Cumplen un papel muy importante. Igualmente las emisoras de radio que aún
están al aire y los medios impresos que sobreviven aunque los quieran liquidar.
Hacen evidente las características dictatoriales del gobierno.
_
La destrucción no se puede tapar con un dedo…
_
Y la cantidad de gente que anda por allí, multimillonaria, tampoco. Increíbles
fortunas de la noche a la mañana. Cualquiera de ellos vive en Estados Unidos o
en Europa a cuerpo de rey.
_
Ustedes, que son políticos dedicados, que han vivido toda esta evolución del
país, ¿cómo interpretan lo que ocurre?
_
Es un fenómeno de nuestra sociología política. El autoritarismo sigue corriendo
por la sangre de mucha gente aunque no lo confiesen. Es la nefasta herencia de
quienes, a lo largo de nuestra historia, se han creído los dueños del país y
así han gobernado. ¿Qué fue Chávez? Un tipo convencido de ideas confusas que
trató de imponer y con ese objetivo cometieron toda clase de crímenes,
expropiaron, destrozaron.
_
¿Usted de verdad cree que aquí hay ideología?
_
Son unos gánsteres. Saqueando y saciándose. Este es un país gobernado por
gánsteres. ¡Esto no puede ser! Hay que sustituirlos y lo vamos a hacer. En Cuba
está Fidel allí todavía pero ya no pinta mucho y el régimen ya no es lo que
era.
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¿Será que los años de democracia no lograron cambiar esa sangre al país?
_
El ser humano es capaz de las peores maldades. Fíjate en la campaña
electoral de los Estados Unidos. El candidato republicano quiere hacer una
cerca, un muro, una valla para que no pasen los inmigrantes mexicanos. Una
locura. Supongo que los tantos millones que tiene le han deformado la mente y
se cree el dueño del mundo.
CON
EXPERIENCIA
_
No todos los políticos tienen la percepción del mundo militar que usted tiene.
¿Será que en sus hogares no falta lo que falta en los demás, que no tienen una
familia que sufra como el resto del país? Mucha gente piensa que no les
duele su país…
_
Los militares han repetido un capítulo muy triste que es el de apoyar a
una dictadura. Ya lo habían hecho cuando Gómez y luego cuando Pérez Jiménez.
Chávez intentó implantar, sin lograrlo, una dictadura militar. De modo que
ellos son proclives a los gobiernos de fuerza. Pero no todos.
Además,
a ellos les está pegando la situación. Tienen los mismos problemas que todo el
mundo. Uno de ellos me contaba que a la tropa le están dando dos raciones de
comida diarias, nada más. Esa tropa tiene que estar pasando el mismo calvario y
pensando que no es justo. En el momento en que haya varios generales que
recuperen la vergüenza y el carácter, sintiéndose responsables del destino de
Venezuela y de rescatar el papel del ejército, en ese momento van a tener más
apoyo del que imaginan entre los militares. Así como los militares han sido el
sostén del régimen, serán también el instrumento para salir de él. Así es
nuestra historia. El 23 de Enero lo probó: los estudiantes protestamos pero
quienes actuaron fueron los militares. Tengo mucha fe en eso.
_
Usted tiene demasiada fe…
_
Mucha. Además, como cristiano pienso que Dios no nos puede castigar toda la
vida. No nos puede condenar a esta ignominia porque esto es una ignominia.
_
Los partidos históricos han estado muy deteriorados y los de más reciente
data reproducen vicios de los viejos partidos en su descenso: ausencia de
doctrina, obsesión electoral, personalismo en los liderazgos, centralismo y
falta de visión a largo plazo. ¿Cómo recuperarán la institucionalidad política?
_
Efectivamente, los partidos están muy mal, pero son consustanciales al proceso
democrático. En la medida en que Venezuela recupere la democracia se
recuperarán los partidos. Entonces tendremos partidos –y no necesariamente
serán los mismos- nuevos y fuertes, que crezcan con la democracia y las
libertades, que respondan a las aspiraciones de la gente y representen
las ideas de los distintos sectores de la sociedad.
_
Hay países donde la democracia dio paso a los partidos. En
Venezuela ella fue moldeada por los partidos que venían de la lucha clandestina
contra la dictadura. Al extinguirse la vigencia de los partidos, el sistema fue
agotándose igualmente. ¿Cree usted que ahora podría ser que, conquistando la
democracia, surjan organizaciones políticas más idóneas como respuesta a
lo que la gente espera de ellas?
_
Puede ser. Lo único que te puedo decir es que los partidos son
indispensables para la democracia. No funciona sin ellos. Tiene que haber
Congreso, legisladores, consejos municipales, alcaldes. Esa es la vida de la
democracia.
_
¿No nos hemos acostumbrado a los vicios que ha impuesto esta manera de vivir,
adosada al Estado, esperando todo de él, desvalorizando el trabajo y la
decencia, pensando en el facilismo y el “resuelve”? ¿Qué líder necesitamos?
_
Será difícil reorientar todo. Más que un líder, lo que se requiere es
reinstitucionalizar al país, crear conciencia de que las instituciones son
absolutamente necesarias. Que debemos rescatar su respetabilidad. ¿Cómo vivir
sin jueces, sin legisladores? Y deben responder a las expectativas de la gente.
Constituirse en soportes y modelo de la sociedad organizada y de la vida
democrática.
_
¿Cree usted que el referéndum revocatorio es viable?
_
El revocatorio es un instrumento idóneo para salir de Maduro. Allí le pides a
la gente que opine y si consigues que el resultado es lo que reflejan las
encuestas, ¿cómo permanecer en el poder si un 80% de la gente te dice que te
vayas?
_ El
problema es que Maduro se puede ir hoy mismo y ello por sí solo no resuelve el
problema si permanece allí la gente que, junto a él, es responsable de
este desastre…
_
Habrá que convocar a elecciones y habrá otro cuadro. La vida democrática tomará
su ritmo y Venezuela será como todos los países de América Latina. La gente se
amoldará de nuevo a vivir en libertad. Así pasó en Colombia, en Argentina, en
México. Seremos otra vez un país civilizado, con políticos, con
elecciones. Buenos o malos, pero ahí están.
_
¿Qué habría que hacer, como primera medida?
_
Atender el hambre. Aquí tendremos que acudir al FMI, al Banco Mundial, a los
países amigos para que nos presten dinero y comprar comida. Eso ante todo.
Consecuentemente, la agricultura tendrá que tener una atención preferente.
Ponernos a sembrar maíz, caraotas. Venezuela rápidamente se convertiría un país
agrícola. Venezuela sale de esto y se recupera. De eso no tengo la menor duda.-
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