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martes, 23 de agosto de 2016

Una carga más pesada que un barril de agua, por @OmarVillalna



Omar Villalba 22 de agosto de 2016

Todos los venezolanos, con pocas excepciones, estamos lamentando una carga muy pesada desde hace alrededor de unos 10 años, resulta, que la situación del suministro de agua potable en Venezuela es digna de estudios minuciosos para cualquier universidad u organismo que pruebe su calidad y cantidad. El agua que la empresa Hidroven (ente regulador de la calidad y el suministro a nivel nacional) suministra para el consumo de los venezolanos, no cumple con la definición clásica de este recurso: hace mucho que dejó de ser incolora, insípida e inolora, se ha convertido en un líquido color café con hedor putrefacto muy parecido al que se percibe de las aguas servidas, o sea hiede a excremento y desecho humano. Estos rasgos ponen en evidencia una serie de problemas, que aunado a la pésima y descontrolada distribución, los racionamientos forzosos y no planificados, sumados a los problemas estructurales que existen a lo largo de todo el país, conforman el coctel que expone a los ciudadanos a una muy importante epidemia de contaminación por la falta de calidad y suministro de agua.

Este gobierno, desmarcado de la excelencia, del esfuerzo, y de la calidad, nos compromete, no solo en los aspectos macro económicos, sociales, internacionales, sino en nuestra calidad de vida, en la salud, que representa el bien mas relevante de la república, sus conciudadanos. La corrupción, la impunidad, la falta de gobernabilidad, ponen en evidencia el caos al que somos sometidos todos los venezolanos al ni siquiera podernos satisfacer una demanda vital para la vida, como es un suministro de agua potable confiable, medible, eficaz y eficiente, y luego no quieren escuchar el clamor de que en Venezuela nos están matando de mengua.

No nos explicamos, y la verdad es que sería un esfuerzo importante, cómo en un país rico en recursos naturales renovables, los mismos que no tienen tinte político, sino una generosidad dada por la grandeza de la Chispa Divina, que hizo de Venezuela un país inmensamente rico para satisfacernos, vivamos incalculablemente frustrados al pasar tantas necesidades básicas, que sólo requieren de “decencia y conocimiento” para abastecernos.

Sé que muchos venezolanos, aunque sin ser técnicos tenemos alguna respuesta, nos preguntamos ¿Cuáles son las causas principales para recibir agua no potable y con severos racionamientos? Algunas fuentes y estudios, lo que revelan es que la falta de inversión, mantenimiento y seguimiento, han sido los elementos que han detonado esta alarma epidemiológica que estamos enfrentando. Si bien es cierto que todo el país está padeciendo esta situación, para nosotros, para mí, cuando visito las comunidades y formo parte de “pequeñas y aisladas colaboraciones” es difícil no poder entrelazar soluciones sistémicas, pues en el caso de Baruta, Hidrocapital, “me quitó el habla”, por el hecho de que constantemente, les solicito soluciones para las comunidades que represento, en ocasiones recibiendo respuestas, tan aisladas como sus compromisos, que solo sirven de pañitos calientes, a una situación cada vez mas “hirviente”.

El Embalse de la Mariposa —principal proveedor de agua potable para la ciudad de Caracas— donde la planta de tratamiento ha sido desvalijada por el hampa, donde no se consigue respuestas técnicas, la han abandonado al punto de estar solo resguardada por una especie de guachimanes que no tienen permiso de hablar con nadie.

Otro de los grandes problemas, es que las aguas residuales y los afluentes de agua potable, se están mezclando; por lo tanto la posibilidad de que esta última está contaminada por los residuos humanos aumenta de forma significativamente. Aunado a eso, los embalses que proveen agua desde Maracay y Valencia, están sufriendo una contaminación por parte de las aguas del lago de Valencia. A esto debemos sumarles problemas en las plantas de bombeo del vital líquido, las cuales trabajan tiempo extra, y ya son realmente pocas. Esta situación es tan drástica, que se considera que las condiciones hídricas de la capital son peores que la de Estados como Carabobo y Cojedes.

Por esta razón no es de extrañar que los municipios, que conforman Carcacas, por ejemplo Sucre en el Edo Miranda, viva en un constante tira y encoje con miles de protestas al año, con la autoridades de hidrocapital, quienes en su negación, ya se acostumbraron a este caos. Otra zona donde este fenómeno genera escozor son los municipio Plaza y Zamora, donde las fallas en el servicio y la calidad del recurso se han vuelto una ordalía para estas comunidades, que no dudan en salir a protestar, después de pasar cerca de una quincena sin el vital liquido. Municipios como El Hatillo, Chacao y Baruta enfrentan este drama. Y si consideramos que la ciudades lo pasan mal, debemos tener presente que las zonas rurales llegan a pasar mayor tiempo sin el vital liquido.

En el caso de Baruta, la alcaldía ha implementado programas y mecanismos para paliar los efectos de este problema; pero estas acciones se quedan en solo una ayuda de buena fe, pues este es un problema medular, sistémico y sistemático, que necesita exactamente la misma calificación para ser solucionado desde la raíz de su causa.

¿Cuál es la posible respuesta para este problema? Los especialistas calificados, indican que hay soluciones viables y serias, que pasan por un diagnóstico concienzudo del problema, y la ejecución de un programa diseñado y ejecutado desde el gobierno central, involucrando a los gobiernos estadales y locales, para la planificación y seguimiento conjunto de las soluciones. El desarrollo de una infraestructura nueva— esto implicaría la creación de nuestras plantas de tratamiento de aguas residuales y aguas potables, y la protección y vigilancia en los embalses— además de la revitalización de las existentes, la promoción de la descentralización y la autogestión de las comunidades y municipios.

Por ahora, sería importante que se atendieran las carencias de nuestras comunidades, como la de Monterrey, Monte Alto que tiene alrededor de un mes sin que salga agua por las tuberías, o que se reemplazaran las bombas que surten agua a la comunidad de La Palomera, Piedra Azul o que comenzaran por sanear el sistema de tuberías y rupturas que van desde el Pueblo de Baruta, pasando por el corredor Manzanares, Alto Prado, Prados del Este, así como que se dieran a la tarea de investigar las razones del por qué en menos de 5 años el trabajo de la variante de Piedra Azul se está deshaciendo y hundiendo después de un “trabajo” ejecutado bajo la supervisión del gobierno central, arrebatándole al gobierno municipal la autoridad para programar, ejecutar y supervisar las obras para sus propios municipios.

Omar Villalba

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