Por Daniel Santolo V
Los trabajadores son los más
perjudicados del fracaso de las políticas económicas del gobierno que encabeza
el presidente Nicolás Maduro. Esto se evidencia en la precariedad del
salario que en la actualidad devengan los trabajadores venezolanos, solo este
año la inflación anualizada amenaza con alcanzar la cifra récor de más de 700
%, mientras el salario mínimo solo ha sido ajustado en un aproximado de 90% en
lo que va de año, haciendo inalcanzable para el trabajador adquirir por lo
menos la canasta alimentaria, que de acuerdo a los estudios hechos por el
CENDAS durante el mes de junio de 2016 se elevó a 277.432,88 bolívares, lo
que obliga a un grupo familiar a por lo menos tener 10 salarios mínimos.
Esto se agrava debido a lo
bonificación del salario, donde el trabajador percibe más del 60% de sus
ingresos en el bono de alimentación, mejor conocido como cesta ticket, lo que
ha venido burlando el ingreso real de los trabajadores, ya que esto repercute
directamente en el bono vacacional, horas extras, horas nocturnas, aguinaldos y
utilidades, y lo más grave es que ha acabado con sus prestaciones sociales, las
que se calculan excluyendo el monto del ticket de alimentación, lo que las
disminuye en más de un 66%, agravando el ya deteriorado monto de las mismas,
esto debido a la inflación, unas prestaciones sociales que lo único para lo que
alcanzan es para hacer un pobre mercado. Aquellos que otrora hacían voces
denunciando un supuesto robo de las prestaciones sociales, se han encargado de
destruirlas, quedando como un accesorio del salario.
La pugna irracional con los
sectores productivos del país, la eliminación del diálogo empresarios-trabajadores,
y la intromisión partidista del Ministerio del Trabajo ha sido la fórmula
perfecta para destruir los ingresos de los trabajadores, una política que lo
que ha generado es mayor pobreza y la perdida de un gran número de empleos
productivos, acrecentando la carga burocrática del Estado en más de un 300% .
A toda esta desgracia hay
que sumarle la situación de grave que atraviesan los pensionados y jubilados,
que han sido marginados de una manera cruel por aquellos que se llenan la boca
diciendo que han incluido a un gran número de venezolanos al cobro de sus
pensiones, que por cierto es su obligación, pero los han marginados negándoles
el bono de alimentación, lo que les deja en mayor minusvalía frente al universo
de trabajadores, ya que lo que reciben es un tercio del ingreso total mensual
decretado por el gobierno.
Ya el Congreso aprobó la ley
de Cesta Ticket para los pensionados y jubilados, que esperan estos pseudo
revolucionarios para hacer justicia con estos venezolanos que han entrado en el
umbral de la miseria. El gobierno nacional debe incorporar de inmediato al
cobro de esta bonificación a nuestros viejitos, ya que no hay excusas para no
hacerlo, mientras se derrochan nuestros dineros en viajes y cumbres
improductivas nuestros ancianos mueren de mengua.
23-08-16
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