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domingo, 21 de agosto de 2016

Carta abierta al Vicealmirante David Campos Alvarado, @RubenContreras_





Vargas 20 de agosto de 2016
Ciudadano
Vicealmirante David Campos Alvarado
Comandante del CANES
Presente.

Reciba un cordial saludo en nombre propio y de muchos de quienes integramos La Sociedad Bolivariana en el estado Vargas, Institucion conformada por ciudadanos Civiles y Militares, de diversas profesiones y disciplinas, amantes de la patria de SimónBolívar y de su legado e ideario, así como de nuestros héroes civiles forjadores del ideario independentista y también de quienes realizaron la épica libertaria, con quienes consulte esta misiva.

Es propicia la ocasión Vicealmirante Campos Alvarado, después de pensar en frio y haber leído con mucho detenimiento el mensaje que usted pronunció y que fuereproducido en el Diario La Verdad de Vargas, en ocasión de celebrarse el 233 aniversario del natalicio de SimónBolívar, el 24 de Julio pasado, en la plaza que lleva su nombre en Catia La Mar, que el legado del padre de la patria enalteció al pueblo venezolano y a sus integrantes, por la magnanimidad con que actuó en cada una de sus acciones y que gracias a ese Don de Gente y de Mando, dictó catedra, escuela y doctrina por imponer la civilidad ante el exterminio que significaba la confrontaciónbélica.

Debe recordar usted, militar de escuela y academia, a diferencia de los gamonales pretorianos, que documentos como los elaborados en momentos críticos de mucha presión durante la gesta independentista, son hoy doctrina en materia de Derechos Humanos como El Tratado de Regularización de La Guerra, firmado entre SimónBolívar y Pablo Morillo, el 26 de noviembre de 1820;  El Armisticio firmado por Almirante Prudencio Padilla y el General Morales, después de efectuada la batalla en el lago de Maracaibo, así como también el Armisticio firmado entre El Mariscal Antonio Jose de Sucre y el Virrey La Serna, después de la batalla de Ayacucho.

Esos tres documentos Vicealmirante Campos, fueron firmados por militares de alta estirpe, conscientes de su rol y liderazgo en la toma de decisiones. El primero para regularizar la guerra entre dos bandos opuestos y lograr el reconocimiento por parte de la corona española de un país insurgente que buscaba su libertad y que habían luchado encarnizadamente por la defensa y posesión de sus creencias y los dos subsiguientes, entre ejércitos que no se daban cuartel y cada uno quería el exterminio del otro.

Pero privó la sindéresis, la sensatez, la racionalidad y se logró el entendimiento de ambas partes lo cual redundó en la conciliación de ambos bandos y de sus pueblos representados.

Nunca Bolívar, padre de la padre emitió conceptos altisonantes y denigratorios, siempre habló de luchar para hacer patria, nunca tuvo expresiones de odio hacia sus adversarios y consecuentemente enemigos bélicos, o hacia el pueblo español y se regocijaba de no tener enemigos, si acaso en las postrimerías de su vida, después de algunos arrebatos de ciudadanos civiles y militares ansiosos de poder y oropel, emitió la frase “Vámonos esta gente no nos quiere”, en cambio ahora, en Venezuela observamos a unos cuantos civiles y militares encumbrados en las mieles del poder disfrutando de la cornucopia dinerariaque genera la extracción del oro negro y la tributación producto del IVA, actuando de una manera servil y emitiendo conceptos que desdicen de la doctrina y ética ciudadana, así como también de la doctrina militar Bolivariana.

Tampoco pronunció  conceptos delirantes hacia su pueblo, ni  hacia sus militares subalternos, comprendiendo el que muchos militares se abrogaban el uso y posesión de las armas como salvoconducto para accesar al poder con la disposición de gobernar a Venezuela y a los demás países latinoamericanos en los cuales habían actuado, basándose en la circunstancia que habían cubierto la etapa belicista de la independencia, cuestión que lo indujo a emitir frases dramáticas como la siguiente: “Maldito aquel soldado que empuñe las armas contra su pueblo”.

Conceptos como este, pareciese que son olvidados por muchos de los militares que actualmente disfrutan de las prebendas del poder, e incurren en la diatriba política, violando el precepto constitucional de ser“Obediente y no Deliberante”, ya que usted toma posición por un bando determinado y plantea “acabar con los ejércitos malditos que luchan incansablemente por acabar con la revolución bolivariana e imponer la guerra económica”, expresiónesta recogida por el diario La Verdad del Estado Vargas en fecha ya señalada.Está violando flagrantemente su juramento ante la constitución de nuestra república, debido a que las fuerzas armadas son profesionales y no afectas a ningún bando político ni partido.

Quizás ustedolvida que no hace mucho un venezolano del piedemonte barines, inició una cruzada que hasta ahora no tiene explicación debido a que utilizó una palabra castellana y castiza, que se hizo famosa y que ahora se pronuncia y recuerda constantemente en las reuniones forzadas que hace el ciudadano común, el hombre y mujer del pueblo llano, cuando sale en horas de madrugada a buscar alimentos, medicinas, repuestos para los enseres domésticos y para sus vehículos.

Esa palabra famosa es “Exprópiese”, a la cual los acólitos del pronunciante cantaban en estribillo “Asi es que se gobierna” y “Con Hambre y sin empleo con Chávez me resteo”. Ahora vemos los terribles y escalofriantes resultados.

Esa palabra exprópiese, que a lo mejor usted ha recordado en algunas de sus acciones pretorianas de tribuno militar como cualquier romano legionario del ejército de Julio Cesar, consideramos que no es desconocida por usted, ni  por quienes  integramos esta nación y que sociabilizamos en las largas colas que ahora por culpa de las expropiaciones,forman parte de la cotidianidad venezolana y que usted como conductor de tropas debería hacer un esfuerzo y bajar del olimpo pretoriano y bélico en que se encuentra para visitar algún establecimiento comercial, para compartir con esos ejércitos de venezolanos de las distintas clases sociales y credos, que han sido expuestos al mancillamiento por la palabra exprópiese y que sufren la pena, vergüenza y humillación de tener que presentar cedula y huella para optar a una tarjeta de alimentación para comprar un kilo de harina pan, azúcar, un pollo y un kilo de leche para alimentar a los infantes que nacen esta Venezuela del siglo XXI, o aquellos venezolanos que entran en los contenedores de basura y rompen las bolsas en la búsqueda de un alimento para saciar el hambre.

Ahora Vicealmirante Campos, a quienes de esos venezolanos pudiéramos ubicar en ese ejercito maldito propiciador de la guerra económica que le perturba en la intimidad de su prístinaconciencia; al que  destruyó la planta industrial y la agricultura en la patria de Bolívar y demolió instituciones y la infraestructura como aconteció con las empresas básicas de Guayana, caso Sidor y las de la costa oriental del Lago de Maracaibo; o a esos venezolanos sencillos, modestos, humildes, pero irreverentes ante  esta tragedia, que tienen que hacer colas el dia que le toque  de acuerdo a su número de cedula de identidad, durante horas para conseguir algún alimento, medicina o algún bien necesario para su vida diaria, o a esos nobles emprendedores y comerciantes que ponen en juego su capital y tiempo para servir al pueblo venezolano, en cuanto a la dotación de insumos para su supervivencia, a pesar  del hostigamiento de bandas delictuales encabezadas por esas hordas de fiscales, de los distintos organismos del estado que pareciesen especialistas con doctorado y matraqueo, como quienes integran el Seniat, organismo sublime de la represión económica en nuestro país.

Suponemos  que usted como hombre de mar  se debate en el mar de los Sargazos, debido a que tiene familia, amigos, conocidos, que en algún  momento le indican las penurias que confrontan por la vida que llevan, por las dificultades que atraviesan para conseguir un caucho o una batería o un hipertensivo para controlarse la tensión, y  con el síndrome de la duda buscan el culpable  de dicha escasez, que por supuesto no es usted, pero seguro le indican como salir de esta crisis, para acabar con ese conocido  e identificado por usted, como el ejército maldito, destructor de la patria de Simón Bolívar, que hasta ahora que no se había visto en los  doscientos  cinco años de historia republicana en Venezuela, sino en la perversión de la Venezuela actual conocida como Socialismo del siglo XXI.

Es con usted Vicealmirante Campos Labrador, revísese y véasede cual pata cojea, es tiempo de enderezarse para que la posteridad no lo señale como alcahuete de este desastre en que su mentor sumió a nuestra Venezuela.

Es autentico.

Ruben Contreras
Presidente Sociedad Bolivariana
Estado Vargas

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